Diez razones para hacer un testamento, según la OCU

Muchas personas, por ser jóvenes y tener una buena salud, creen que no hay motivos para preocuparse con un testamento. Pero, si quieres decidir el futuro de tus bienes y ahorrar líos a tus herederos, hacerlo puede ser una buena decisión

Así, seas joven o anciano, la Organización de Consumidores Unidos (OCU) tiene una lista con diez razones para preparar este documento:

1. Tener control sobre cómo se llevará el reparto de tus bienes

Si tienes la mala suerte de fallecer prematuramente, por ejemplo, en un accidente, y no tienes testamento, tus bienes pueden ir a parar en las manos de las personas menos pensadas. En otras palabras, si estás casado y sin hijos, pero todavía tienes ascendentes vivos (padres, abuelos), son ellos quienes recibirán tu herencia. 

2. Facilitar los trámites a los herederos 

Además de facilitar la burocracia, hacer un testamento también les ahorraría dinero. Un testamento cuesta unos 60 euros, ya sin él, los herederos tendrían que pasar por un trámite notarial conocido como la 'declaración de herederos ab intestato', que tiene un coste de entre 250 y 400 euros.   

3. Evitar discusiones

Si deseas adjudicar bienes concretos a personas concretas, por ejemplo, o si crees que tu herencia puede ser conflictiva, el testamento no dejará margen para la discusión. 

4. Dejar más a un hijo que a los otros 

Sin un testamento, todos los hijos heredan partes iguales de los bienes. Por tanto, si desea que un reciba más que los otros, puede diseñar un reparto desigual. En este caso, se dividirá la herencia en tres tercios: de libre disposición, de mejora y lo que le corresponda dividir en partes iguales el tercio de legítima estricta entre todos los hijos. 

Si el hijo al que quieres dejar una parte mayor de la herencia es discapacitado, desde 2021 es posible dejar la legítima estricta de sus hermanos y, si él no las consume en vida, los otros heredarían lo que quede.  Además, si tienes cónyuge, no se puede privarlo del usufructo del tercio de mejora mientras viva, aunque la nuda propiedad sea de un hijo o varios.

5. Deseas desheredar a un hijo 

Si tienes un hijo al que no quieres dejar nada, se puede desheredar si se señala expresamente en el testamento y se menciona la razón concreta para esto. La justificación debe estar entre las válidas por ley:

• Tu hijo te ha negado el sustento cuando estabas necesitado.
• Te ha maltratado físicamente.
• Te ha injuriado gravemente.
• Algún tribunal ha admitido como razón el maltrato psicológico que supone abandonar las relaciones y no mostrar ningún interés por los padres.

Si el desheredado argumenta el testamento y dice que pusiste otra excusa o que las acusaciones son infundadas, puede apelar y ganar. En este caso, tendría derecho a su legítima estricta. Por tanto, una opción más segura es que le dejes lo menor que la ley permita o, si es su único hijo, otra opción es gastar el dinero como mejor te parezca mientras vivas. 

6. Asegurar la posición del cónyuge 

Si estás casado, pero tienes parientes en línea recta por abajo o por arriba, legalmente el cónyuge sólo recibirá el usufructo sobre una parte de la herencia. Es decir, la pareja recibirá la mitad (si solo tienes padres, abuelos, etc) o un tercio (si tienes nietos e hijos). 

Pero, con un testamento, puedes dejar al cónyuge bienes en propiedad, un usufructo más generoso y permitir que los demás herederos intercambien el usufructo viudal por dinero o por una parte de la herencia en plena propiedad y valor equivalente.

7. Asegurar la posición de tu pareja de hecho

No en todas las comunidades se equiparan los derechos sucesorios de las parejas casadas y de hecho, lo que puede causar cierta confusión. Por tanto, si no estás casado, sino emparejado, y quieres estar seguro de que tu pareja va a recibir tu herencia, es importante dejarlo previsto en un testamento. 

8. Dejar a alguien un 'legado' 

Si deseas dejarle a alguien un 'legado', por ejemplo, algo a un museo (joya, cuadro, libro escrito, derechos de autor), puedes hacerlo en el testamento. Así, los legatarios estarán ajenos al impuesto de sucesiones y las deudas, que son asuntos que afectan solo a los herederos. 

Los legados no pueden dañar las legítimas de los herederos forzosos (aquellos que siempre tienen derecho a heredar), si lo hacen y tú no estás, tendrán que 'reducirse' para que cada uno reciba los mínimos que la ley reconoce. 

9. Definir el destino de tu herencia si no tienes herederos 

En caso de no tener ninguna descendencia, es decir, ni padres u otros antepasados vivos, y tampoco estás casado o con una pareja de hecho formal, hacer un testamento te permite hacer con tus bienes exactamente lo que quieras, sea dejar la herencia con amigos o con una institución benéfica. Si no lo hace, existe el riesgo de que algún pariente lejano reciba los bienes o acabar yendo a las arcas del Estado. 

10. Asegurar que los bienes permanezcan en tu familia 

Si estás casado y sin hijos, tal vez uno de tus deseos sea beneficiar con tus bienes a tu cónyuge. Por tanto, si haces un testamento, cada uno puede designar un 'fiduciario' (primero heredero) y un 'fideicomisario' (segundo heredero), que recibirá a la muerte del primero los bienes que él no haya gastado en vida. Otra opción es ordenar que el fiduciario herede y disfrute de determinados bienes, pero los conserve y los transmita al fideicomisario, para asegurarte que permanecen dentro de la familia.