14 fotografías que prueban que sólo eres tan viejo como te sientes
La llamada `vejez´no tiene porque ser síntoma de mala vida y de no sentirse joven
Siempre que estamos cerca de sumar una decena de años más a los que tenemos, ya sean 30, 40, 50 o 60, solemos escuchar eso de: "te estás haciendo viejo", "qué viejo eres", "ya no somos lo que éramos"; todos ellos pensamientos que, posteriormente, se resumen con la palabra 'crisis': 'La crisis de los 30', la famosa 'crisis de los 40' y así, sucesivamente.
Poniendo como ejemplo la 'crisis de los 40', más conocida como la crisis de la mitad de la vida, solemos referirnos a 'crisis' como un concepto de cambio en la nueva etapa vital en la que nos encontramos. En la de 'los 40', nos situamos en un punto de nuestra vida en que se suele echar la vista atrás para hacer balance y decidir si continuar por la misma vía o encaminarnos por otra para seguir hacia el futuro. Algunos lo llaman crisis y otros un cambio en nuestras prioridades o perspectiva. Todo depende del punto de vista de cómo se mire.
En etapas de la vida más avanzadas, cuando creemos que ya hemos logrado todos los objetivos que nos habíamos propuesto en la vida (la etapa de la madurez o la vejez), otro tipo de 'crisis' es a la que nos enfrentamos. En esta etapa poco tienen que ver las prioridades o la perspectiva sino cómo de fuertes -mentalmente- nos sentimos para afrontar la vida. De nuevo, todo depende del punto de vista de cómo se mire.