Los grandes retos de la lucha feminista desde una perspectiva psicológica

La psicóloga especialista en género Stephanie Alarcón aborda temas como la educación sexual, el aborto, los roles de género y la violencia machista

Manifestacion por el 8 M
Manifestación del 8M en Granada en 2019 | Foto: Antonio L. Juárez
Ainoa Morano
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8 de marzo, el día en el que todas las mujeres nos unimos en un grito y un propósito común: la igualdad. Este 2022 será especialmente significativo ya que tras ser señaladas en el 2020 y no poder reunirnos para reivindicar nuestros derechos en 2021, las mujeres vuelven a tomar las calles para recordar que la lucha sigue viva y que no pararán hasta acabar con todas las acciones que las oprimen. Aunque son infinitos los progresos que se han ido consiguiendo a lo largo de años y décadas, aún queda mucho camino por recorrer, aún son excesivos los temas por tratar, los tabúes y las violencias que viven día tras día las mujeres.

Una de las cuentas pendientes y que se podría considerar la raíz de muchos de los problemas existentes es la educación sexual. Stephanie Alarcón Cid, psicóloga especialista en Género, apunta que “este ha sido un tema bastante pospuesto, no tanto del movimiento feminista, sino por parte de las instituciones que son los que pueden dar respuestas concretas a las demandas sobre este asunto. Se debe abordar de una manera conjunta dentro la sociedad y debe ser enfocada reconocer todas las identidades de género y orientaciones sexuales, además de otros temas importantes”.

Muchos de los casos de violencia que existen hacia las mujeres y hacia las personas trans vienen derivadas de la desinformación que existe al respecto. La falta de conocimiento deriva en ciertos tabúes que oprimen día a día a las mujeres y entre ellas está la sexualidad. “Hay una connotación negativa y un gran desconocimiento respecto de todo lo asociado a la sexualidad femenina”, explica la psicóloga que también apunta que es necesario aprender “a conocer el cuerpo propio y el de las otras personas, aprender a identificar nuestros límites y repestar los límites de les otres. Me he encontrado con muchos casos de mujeres de todas las edades que no saben lo que es un orgasmo. Puesto que hemos normalizado el priorizar más el placer del otro antes que el nuestro, no porque queramos sino porque en esta sociedad patriarcal nuestro deseo y placer ha sido postergado en función de la priorización del deseo y placer masculino”.

Aún existe un pensamiento muy generalizado de que la sexualidad solo sirve como herramienta reproductiva, esta orientación lleva a multitud de mujeres a no disfrutar, experimentar y conocer su propia sexualidad, qué les gusta y que no. “Tener una mejor educación sexual contribuiría significativamente a erradicar o al menos reducir la violencia de género. La violencia sexual que se produce tanto dentro como fuera de las relaciones de pareja se podría reducir o erradicar, siempre y cuando la educación sexual vaya orientada a toda la sociedad, no solo a las mujeres”.

El aborto

Otro de los grandes tabúes que sufren las mujeres está relacionado con el aborto y va intrínsicamente relacionado con el desconocimiento que existe entorno a la sexualidad y, matizando que todo lo que esté relacionado con el cuerpo de la mujer no se aborda, no se habla de ello. Los abortos espontáneos son muy comunes en los primeros meses del embarazo y cada vez son más las mujeres que deciden voluntariamente interrumpir su embarazo. De hecho, según el Ministerio de Sanidad, un total de 88.269 mujeres decidieron abortar en el año 2020. Siendo esta una práctica cada vez más habitual, sea por las razones que sea, ¿por qué no se habla con naturalidad de ello?

Stephanie Alarcón apunta que “el aborto puede generar una sensación de culpa porque hay toda una serie de prejuicios y estigmas entorno a esta temática. El cuerpo de las mujeres parece ser un espacio de libre albedrío, respecto del que cualquier puede opinar y decidir. Esta culpa está directamente relacionada con los roles e ideales de género que se supone debemos cumplir. La maternidad es uno de los principales mandatos de género, es por ello que muchas veces las mujeres prefieren callar ante esta situación y se forma un círculo vicioso en el que no nos podemos ayudar unas a otras porque no lo contamos. Eso sí, hay que destacar que no todas las mujeres experimentan esta culpa cuando deciden interrumpir su embarazo, ya que cada experiencia es particular”.

Los roles de género

Otro de los grandes temas y una lucha constante del feminismo es acabar con los roles de género que tanto oprimen a las mujeres, pero la llegada de la pandemia del coronavirus ha sido un paso atrás en este propósito. El confinamiento aumentó considerablemente el número de mujeres que buscaron ayuda psicológica precisamente por la excesiva carga de tareas que tuvieron que soportar. Las mujeres han tenido que acarrear con un sinfín de actividades y en muchas ocasiones no han contado con la corresponsabilidad de los hombres.

La toma de conciencia es la principal herramienta para acabar con estos roles de género, pero tiene que venir por parte de toda la sociedad, una meta que cada vez está más cerca.. “Tenemos que ser conscientes de estas acciones que nos resultan opresivas. Toda la sociedad tiene que caminar en el mismo sentido para combatir esa desigualdad”, apunta Stephanie que además añade, “es fundamental concientizarnos de que existen múltiples formas de violencia, desde las más sutiles hasta las más extremas. Debemos identificar y combatir la violencia económica, sexual, física, psicológica, simbólica, además de sus expresiones más extremas como son los feminicidios y suicidios feminicidas. Cuando logremos desnaturalizar estas dinámicas opresivas, podremos caminar hacia una sociedad más igualitaria”.

En esta lucha por derribar todos esos roles que oprimen a las mujeres, los medios de comunicación cumplen un papel fundamental, aunque en ocasiones, como bien explica la psicóloga, “también contribuyen a prorrogar esos discursos que apoyan los roles de género. En los medios y en la publicidad se siguen viendo mensajes que nos incitan a vernos siempre bien, delgadas, bien arregladas, en definitiva a cumplir ciertos ideales o estereotipos. Es crucial introducir una perspectiva de género en todos los ámbitos”.

En definitiva, este 8 de marzo sigue siendo un día para conmemorar la lucha de las mujeres y reivindicar los derechos de todas: las mujeres que experimentan algún tipo de violencia machista, las mujeres trans, las mujeres migrantes, las mujeres racializadas, las privadas de libertad, entre muchas otras El poder del cambio está en nuestras manos, en entender que no estamos solas, que todas hemos sufrido algún tipo de violencia, en mayor o menor medida y que juntas somos más fuertes. La lucha debe continuar.