Pruebas con éxito dudoso en la media

Joaquín Caparrós puso una alineación con cuatro mediocentros en el Camp Nou ante el Barcelona, entregando las bandas el contrario y aglutinando hombres en la medular, algo que no terminó de dar resultado

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Foto: lfp
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La jornada de ayer dejó un resultado para olvidar. Aunque el rival fuera el FC Barcelona, conjunto perteneciente a la denominada ‘otra liga’, la derrota por 6-0 escoció y mucho. Si bien el test era muy duro por tratarse del tercer partido en el periodo de tiempo de una semana y ante un rival aún imbatido, las esperanzas pasaban, al menos, por no encajar un Set y Batacazo en el Camp Nou.

El míster Joaquín Caparrós dispuso de poco tiempo para preparar el partido, algo que tal vez le pasara factura y no pudiera, por ello, inculcar en sus jugadores todos los conceptos necesarios para disputar un encuentro con el planteamiento novedoso que presentó ayer en el coliseo culé.

Y es que el entrenador nazarí puso de inicio una línea del centro del campo inédita hasta el momento, una media que no contaba con ningún hombre de banda puro y que estaba compuesta por cuatro mediocentros, más acostumbrados a campar en la medular que en las alas: Iturra, Héctor Yuste, Fran Rico y Javi Márquez.

La pareja situada en el doble pivote fue la de Iturra-Yuste, dos futbolistas que hasta el momento no habían disputado ni un solo minuto juntos en liga, y sus acompañantes, supuestamente más tirados a los costados, fueron Fran Rico en la derecha y Javi Márquez a la izquierda. Este ‘cutrivote’ fue una formación usada por primera vez por Caparrós ayer en el Camp Nou, pero se quedó en una prueba con éxito dudoso.

Nada más comenzar el encuentro sorprendía ver este once con cuatro peloteros en la media, pero era una apuesta arriesgada entregar las bandas al contrario, puesto que la querencia de Rico y de Márquez es la de tender al carril central. Sin embargo, la pizarra del entrenador rojiblanco parecía estar funcionando en los primeros compases del choque. El Granada consiguió cerrarse completamente atrás, dejando muy poco espacio, y salir al contragolpe con bastante peligro, hasta el punto que una contra de Success y El Arabi acabó con un remate del marroquí al larguero, que hubiese podido cambiar el devenir de la contienda.

Pero hubo un error de bulto que dio un giro a todo y que hiciera que a esta prueba de Caparrós se le cuestione el éxito. Un pase defectuoso de Yuste en horizontal que robó el rapidísimo Neymar y aprovechó para estrellar el balón en el fondo de la red de Roberto, junto con los planteamientos tácticos del entrenador sevillano.

A partir de aquí ya nada servía. El Barcelona se vino arriba, por contra, los rojiblancos bajaron los brazos, especialmente cuando el conjunto culé mantenía encerrados a los once jugadores nazaríes en su campo, encontró en las bandas dos vías de entrada sin apenas oposición y los intentos de irse al ataque granadinos fueron abortados por una defensa blaugrana muy atenta y un Mathieu muy veloz.

Xavi sacó la batuta y dirigió la orquesta culé, que antes de irse al descanso ya ganaba por 3-0. Tras la reanudación, los hombres de refresco poco pudieron hacer. El Granada ya vagaba sin rumbo y el timón del barco rojiblanco no encontró capitán que lo gobernara. Así, Messi y Neymar terminaron de condenar a un Granada que se vio desbordado por un amplio dominio culé y encajaron en 90 minutos más goles (6) que en el resto de encuentros disputados hasta el momento (3 tantos en 450 minutos).

Con seis tantos en la mochila, algunos errores individuales que propiciaron la goleada culé y un Barcelona muy superior con un Messi, un Neymar y un Xavi muy inspirados, es difícil catalogar si la prueba del ‘cuatrivote’ de Caparrós fue un éxito o fue un error, a pesar de que funcionara hasta el minuto 25 como no dejara de repetir en rueda de prensa el míster Caparrós: “Nos estábamos encontrando bien en el campo hasta el gol”. Que cada cual se cree su propia opinión.