A disposición judicial otros seis menores por su implicación en el motín de Ganivet
Se trata de cuatro de los diez adolescentes que fueron detenidos tras el altercado y de los dos jóvenes que aprovecharon la situación para fugarse del centro de menores
Los seis menores que permanecían en dependencias de la Policía Nacional tras su presunta implicación en el motín que se registró en el centro Ángel Ganivet de Granada capital con motivo del traslado de uno de los jóvenes a otra provincia han pasado a primera hora de este jueves a disposición judicial.
Según han informado a Europa Press fuentes policiales, se trata de cuatro de los diez adolescentes que fueron detenidos tras el altercado y de los dos jóvenes que aprovecharon la situación para fugarse del centro de menores, que finalmente fueron localizados y detenidos en la tarde de este miércoles.
El motín se saldó, además de con estos dos fugados, con tres agentes heridos y un total de diez menores detenidos, seis de los cuales ya pasaron este miércoles a disposición judicial.
De los seis que pasaron a disposición judicial, la Fiscalía de Menores solicitó que cuatro sean privados de libertad y su internamiento en un centro de reforma, mientras que con respecto a los otros dos ha considerado que no hay motivos para pedir medidas cautelares, por lo que quedarán en libertad.
El caso está en manos del Juzgado de Menores número 1 de Granada, que deberá decidir si decretar o no el internamiento y si los menores detenidos deberán pasar de un centro de protección a otro de reforma.
El incidente se produjo alrededor de las 13,00 horas de este martes con motivo del traslado de uno de los menores del centro a otro establecimiento de acogida en otra provincia. Los menores del centro se amotinaron para evitarlo y se armaron con cristales de las ventanas del propio centro, con los que atacaron a los policías desplazados al lugar.
Como consecuencia de lo ocurrido, tres de los agentes sufrieron heridas provocadas por los cristales y diversas contusiones. En total una decena de menores, todos de nacionalidad marroquí, fueron detenidos.
La dirección del centro y los educadores trataron de calmar los ánimos, lo que aprovecharon los adolescentes para emprender la huida. Todo ello derivó en una persecución que impulsó a los demás a continuar con el motín, que finalmente fue sofocado.