A prisión por una condena anterior el hombre apuñalado por su expareja en La Rábita

Fue condenado en mayo de 2018 por un delito de lesiones a su expareja, a la que agredió "propinándole un cabezazo en la frente y golpes en el cuerpo"

Guardia civil granada 06
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El hombre que fue apuñalado el pasado diciembre por su expareja en La Rábita (Granada) tras romper la orden de alejamiento que le prohibía acercarse a ella acaba de ingresar en prisión por una condena anterior que tenía pendiente, también por quebrantar otra orden de alejamiento que se le impuso por unos hechos anteriores a la agresión, según han informado a Europa Press fuentes judiciales.

La mujer, de 22 años, fue detenida a mediados de diciembre tras apuñalar a su expareja y el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 5 de Motril (Granada), competente en materia de Violencia sobre la Mujer, decretó su ingreso en prisión provisional por un presunto delito de tentativa de homicidio.

El hombre, de 24 años e identificado como S.I.L., permaneció hasta finales de diciembre en el Hospital de Poniente (Almería), donde ingresó en estado grave por lesiones de arma blanca en el abdomen, según confirmaron a Europa Press fuentes sanitarias. Una vez recuperado, fue a declarar hace unos días como perjudicado en el Juzgado de Instrucción 5 de Motril.

En ese momento fue conducido por la Policía a prisión para que cumpla la pena de siete meses de cárcel impuesta en su momento por un Juzgado de Motril por un delito de quebrantamiento cometido con anterioridad al apuñalamiento.

Los hechos ocurrieron en la tarde del pasado 9 de diciembre, a raíz de una discusión entre la pareja en un domicilio en el que ella le apuñaló con un cuchillo hiriéndole en el abdomen. Tras la agresión el joven salió a la calle, alguien le reconoció y llamó a una ambulancia.

Este hombre fue condenado en mayo de 2018 por un delito de lesiones a su expareja, a la que agredió "propinándole un cabezazo en la frente y golpes en el cuerpo". En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el Juzgado de lo Penal 2 de Motril le impuso una pena de 60 días de trabajo en beneficio de la comunidad, prohibición de portar armas durante dos años y de comunicarse o aproximarse a la víctima en un radio de 250 metros durante diez meses. En el historial de la pareja constan varias órdenes de alejamiento.