Abonados al 0-1
Con la bipolaridad establecida y perpetuada en la Liga, y con la excepción milagrosa del Atlético de Madrid, el resto de los 'mortales' disputa un campeonato de detalles, en los que un error -tanto de los jugadores como del árbitro- o una circunstancia concreta y puntual puede marcar, no sólo el desarrollo del encuentro, sino también el resultado final.
De los doce partidos que el conjunto rojiblanco ha jugado en lo que va de campaña, y sin contar los dos empates contra Celta y Betis, siete choques se han decidido por la mínima y hasta un total de cinco han acabado con el resultado de 0-1, independientemente de la condición de local o no de la escuadra nazarí.
La diferencia está en que al principio se produjo dicho marcador en el feudo granadinista hasta en tres ocasiones consecutivas, en las derrotas caseras frente a Real Madrid, Espanyol y Valencia, en tres encuentros en los que ni las decisiones arbitrales ni la fortuna cayeron de lado rojiblanco. Sin embargo, en los dos últimos compromisos del Granada como visitante, también se ha dado este resultado, esta vez para llevarse los tres puntos.
En esta semana de triple jornada se ha vuelto a la senda correcta que ya se vislumbró en los choques como local ante Valencia y Athletic. La primera parada era Elche, tras una semana muy convulsa y después de encajar -por primera vez este año- dos derrotas seguidas, lo que provocó algunos gritos de 'Lucas, vete ya', aún con el equipo fuera de descenso. Sin embargo, un solitario gol de Iturra valió para calmar los ánimos y aplacar el nerviosismo. Algo que ni siquiera enturbió la derrota -de nuevo en casa- contra el Atlético de Madrid, ya que la imagen del equipo fue más que correcta, y el público volcó su ira hacia el colegiado.
Pero lo mejor de este tipo de semanas es que en pocos días tienes opción de voltear la situación y cambiar la dinámica, y de esta manera llegó el partido de Valencia contra el Levante, en el que Roberto se erigió como héroe, parando -no sólo el penalti- sino todas las ocasiones de las que gozó el conjunto de Caparrós, hasta que Piti cogió el testigo y puso fin a un camino que el meta gallego había allanado. Otra vez 0-1.
Pero ahora llega el Málaga, otra vez en el Nuevo Los Cármenes, por lo que los de Alcaraz intentarán reservar su predilección por este resultado, al menos una semana más.