Abren procedimiento abreviado por el caso de la herencia de Carlos Cano, ya recurrido
El demandado ha recurrido no obstante la resolución del Juzgado, y el próximo 5 de diciembre el han sido citados algunos testigos y el perito, para que aclare una prueba ya realizada, a petición de la Fiscalía de Granada.
Rosales de Angulo ha dicho que está "seguro" de que la investigación judicial va a demostrar que todo "fue limpio y honesto", y, aunque ha recordado que el proceso ya es largo para él, de casi tres años, ha reconocido que la naturaleza de lo que se analiza así lo requiere, ya que la documentación requerida, entre extractos de bancos, datos de Hacienda o de casas de discos, se remonta a muchos años atrás.
"Hay que recopilar mucha documentación, pero yo soy el primero interesado en que así sea, porque eso va a demostrar que no ha habido ningún problema, y de que todo lo que o hice fue totalmente correcto. Quiero que no se quede nada debajo de la alfombra, que todo sea claro", ha indicado el letrado, también exdecano de los abogados granadino, que sigue manteniendo que las acusaciones son "falsas".
Amigo y abogado de Cano desde que comenzó su carrera musical y gestor económico de su herencia hasta 2004, Rosales de Angulo no entiende las razones que llevaron a la viuda del cantautor, Alicia Sánchez, y a sus dos hijas, Amaranta y Paloma, a presentar una denuncia ante un el juzgado diez años después de la muerte del artista y transcurrido seis años desde que abandonara sus responsabilidades en la empresa que gestionaba sus fondos.
En su opinión, está sufriendo un "embate" sin consistencia, puesto que su gestión obedeció a la "más estricta y absoluta legalidad", no sólo por su profesionalidad como abogado, sino también por la amistad que le unía con Carlos Cano, que falleció en su ciudad natal el 19 de diciembre del año 2000.
"Todo se hizo perfectamente, no ha habido ningún problema en la gestión de la herencia, y no hay ninguna falta de dinero", indicó el abogado, después de las noticias que salieron publicadas acerca de una auditoría de la discográfica de Cano que habría acreditado unos ingresos de 1,2 millones de euros mientras que Rosales de Angulo era su gestor, fondos de los que la familia sólo habría asumido unos 4.000 euros.