"Acababa de cumplir 16 años cuando me dijeron que tenía una leucemia rara, que o todo salía bien o me moría"

Álvaro, un joven de Las Gabias, lleva tres años luchando contra una variante poco común de este cáncer de sangre, siendo el segundo caso registrado en Andalucía

Álvaro y Carolina - Leucemia juvenil
Álvaro cumplirá este 5 de febrero sus 18 años: "Vamos a celebrar la vida", asegura su madre Carolina | Foto y Vídeo: Elena Parra
Elena Parra
0

Este martes 4 de febrero se conmemora el Día Mundial Contra el Cáncer, una fecha clave en la que el foco está en seguir apoyando la investigación, una herramienta fundamental para dar más oportunidades, más tiempo y más vida a quienes luchan cada día contra esta enfermedad. Según el último informe Las cifras del cáncer en España 2025, elaborado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), en 2025 se registrarán un total de 296.103 nuevos casos de cáncer, lo que supone un crecimiento del 3,3% respecto a 2024. Esta tendencia indica que aproximadamente 6 de cada 100 personas serán diagnosticadas con cáncer.

"Álvaro, tenemos un problema muy gordo, pero vamos a salir adelante. Tienes leucemia". Estas fueron las palabras que Carolina, con todo el dolor de su corazón, pronunció para contarle a su hijo de 16 años que padecía cáncer. "¿Qué es eso?", preguntó el joven. Su madre le explicó que se trataba de un cáncer en la sangre. "Lo primero que me dijo fue: '¿Se me va a caer el pelo? ¡Por ahí no paso!' Y al final, fue lo que mejor llevó", cuenta Carolina. Hoy, tras más de tres años luchando contra un tipo de leucemia rara, Álvaro sabe exactamente lo que significa enfrentar una enfermedad como esta.

Acababan de perder a su padre cuando recibieron la noticia: "Esto te destroza la vida", lamentan. "Estábamos empezando a recuperarnos, a salir, a vivir la vida de otra manera, cuando me dijeron esto, no sabía cómo reaccionar. Con 16 años, le han destrozado la vida entera y nos dijeron: 'Se tiene que poner muy, muy, muy malito para luego ponerse bien'. Pero eso, tú, de que se ponga muy malito, nunca lo llegas a entender. Yo no me podía imaginar lo que íbamos a vivir. Nunca. De hecho, la primera quimio... nos reíamos de ella", recuerda esta familia. 

"Decía que estaba cansado, que ya no luchaba más"

Ambos tuvieron que dejar de lado de nuevo su propósito de vivir la vida tras una trágica pérdida. Volvían a enfrentarse cara a cara con una enfermedad y todo lo que ello implica: largas horas en la sala de espera, miles de pruebas y errores, y casi cuatro meses sin salir de la habitación de un hospital. Lo peor: la angustia y el miedo de enfrentarse a una enfermedad que siempre parece dispuesta a ganar. "Los ciclos de quimio fueron horribles, al principio no le estaban haciendo nada, fue en la segunda ronda cuando comenzó a tener todos los síntomas: a perder su pelo, vómitos, diarrea... Decía que estaba cansado, que ya no luchaba más", cuenta Carolina. 

El segundo ciclo de quimio consiguió destruir todas las células cancerígenas del cuerpo de Álvaro. Fue una noticia que alentó a la familia: "Por fin se ha curado, no necesita trasplante", pensaban. Sin embargo, lo cierto es que no todo era tan fácil. Ese fue uno de los primeros pasos hacia su recuperación, pero no el definitivo. Debía continuar con la quimio un ciclo más y, además, someterse a un trasplante de médula ósea. "No quería volver a repetirlo todo otra vez, me quería ir ya de allí", dice el joven. Carolina, como una buena madre protectora, no quería que Álvaro saliera del hospital hasta que no estuviera 100% curado: "En este tipo de enfermedades, especialmente a estas edades, son muy vulnerables, un simple resfriado puede complicarlo todo". 

"Yo no tenía miedo a morir, me preocupaba más pensar en cómo se quedarían los demás"

Estuvo más de un mes en una habitación 'burbuja', viendo a su madre a través de un cristal. "Me quedé sin hablar", cuenta Álvaro. El tercer ciclo de la quimio le quemó la garganta. "Yo no tenía miedo a morir, a mí me daba igual, me preocupaba más pensar en cómo se quedarían los demás si eso pasaba: mi madre, mi abuela…", confiesa el joven. A día de hoy, Carolina no ha querido saber qué tipo de leucemia tiene su hijo. "Cuando mi marido falleció, me volví histérica buscando en internet lo que tenía, lo pasé muy, muy mal, y cuando me dijeron lo de Álvaro les pedí a los médicos que no me dijeran que tipo de leucemia era, que no quería saberlo, que me contaran el tratamiento y ya", recuerda. "Yo solo sé que soy el segundo caso de Andalucía y el tercer caso de España", dice Álvaro con una sonrisa. 

"Nunca le he dado importancia a mi enfermedad, siempre me lo he tomado a risas y cachondeo. La primera vez que lo hice fue cuando me puse de voluntarios en 'Relevos x la vida' y me llamaron 'superviviente'", reconoce el joven. Aunque su madre no opina lo mismo: "Quiso tirar la toalla dos veces", dice. Pero el apoyo inquebrantable de su familia logró levantarle el ánimo para luchar y tratar de vencer, de una vez por todas, el "maldito" cáncer que le ha tocado enfrentar. "He tenido momentos de no querer seguir por falta de ganas y de pensar que antes podía hacer algo tan simple como bajar unas escaleras y, por ejemplo, recién trasplantado, no", explica Álvaro.

Una carrera de fondo en la que ha necesitado más que nunca a su gente. "Ellos han sido mi bastón, desde mi madre, mi abuela, hasta mis amigos, Maruzella y mis profesores", comenta emocionado. La noche antes de su trasplante, todos los compañeros de su clase, junto a sus padres, formaron una estela de esperanza con las linternas de sus móviles para que Álvaro y Carolina sintieran su apoyo en uno de los momentos más importantes de la enfermedad. Madre e hijo vivieron aquella escena desde la décima planta del hospital, a través de un cristal, como algo indescriptible. "Fue un momento súper emocionante, jamás te imaginas que pueden llegar a hacer eso por ti", recuerda emocionada Carolina. "No se nos va a olvidar en la vida", exclaman ambos.

Álvaro cumplirá 18 años este miércoles 5 de febrero con una meta clara: una vez termine su recuperación, quiere opositar a la Policía Nacional. Por ahora, su prioridad es disfrutar de la vida y sacarse el carnet de conducir. "Después de pasar tres años en un hospital, ahora volver a encerrarme en los estudios se siente como...Yo quiero salir. Siento que no he vivido mi adolescencia como los demás y necesito disfrutar, hacer deporte, moverme libremente, sin la presión de los exámenes", detalla el joven. Ahora solo queda un pasito más para conseguir todo por lo que ha luchado tanto.

¡Feliz 18 cumpleaños Álvaro!







Se el primero en comentar

Deja un comentario