Actrices de casta, no de casting
El martes pasado, 18 de diciembre, asistí en mi pueblo Valderrubio a un acto de esos que te regala la vida, la geografía, la varita mágica. La Casa de Bernarda Alba abría sus puertas al público siendo un reclamo para el pueblo junto con la Casa-museo de Federico García Lorca , la Fuente de la Teja o el cortijo de Daimuz. Una ruta lorquiana en toda regla, auténtica y con una veracidad y un sentimiento que se palpan nada más entrar a la casa. El guía o vecinos más mayores del pueblo te van contando la historia y allí mismo, entre esas paredes enclaustradas que vivieron esas cinco hijas, la misma Bernarda, las dos criadas y la abuela en sus cinco años de luto.
La casa como visita turística ha quedado de maravilla sabiendo que todo lo grande que podemos imaginar en el libro era una casa pequeña o, digamos, dividida en dependencias minúsculas y mucho tabique. La alcaldesa de Valderrubio, Francisca Blanco, una mujer que muere de amor y entrega por su pueblo, llevaba años luchando por que el Consorcio de la Vega de Sierra Elvira y Diputación de Granada compraran la casa, y lo ha conseguido siendo así con esta, y con la casa de Federico de Valderrubio, un destino que supera a Fuente Vaqueros ya que han sido muchos años los que el pueblo de mi abuelo Florentino se ha llevado la palma, pero al final lo que es de ley, con el tiempo y una caña, acaba viéndose o al menos dejando que Asquerosa (Valderrubio) también sea lo que en realidad fue: rincones de inspiración, de sonetos oscuros, de gitanos amargos a caballo, de visillos de encaje blanco y de olores a cuadra donde Federico era feliz entre sus paisanos, las señoras mayores, sus primos y cualquier corrillo que se hiciera. Salvando las distancias y con todo el respeto puedo sentirme en su pellejo y entender que amor tenía por su pueblo, y que jamás se sintiera desplazado o señalado, si no que más amaba a los suyos porque de eso el hizo obra, vida y milagro.
Digo milagro porque Federico aún no ha muerto. No ha muerto porque el martes pasado yo vi cómo se acercó a aplaudir a La Bohemia. Sí, estuvo con ellas sonriendo y nervioso de ver cómo sus mujeres, su Bernarda interpretada por Carmen Ruiz Mingorance, con una fidelidad al texto y con la frialdad de la mujer resentida y estricta gobernanta que era la mujer que Federico quería. Yo creo que él elevó un poco la realidad a más ficción señalando el personaje mucho más arpía de puerta negra, pero que, con la interpretación magistral de Carmen Ruiz Mingorance, ya uno entiende cómo era esa mujer y cómo Federico la cuenta. Carmen templa el personaje en una medida tan déspota y a la vez sin piedad de duda que yo lloré y lloré por tantas cosas como ese día fueron primicia y harán historia en mi pueblo.
Mi abuelo, su cartero confidente y mu cercano a él, también se paseo por mi mente. Y el Amargo, ese personaje por el que yo hoy día llevo mi nombre que con tanta güenafollá me puso el poeta granadino Curro Albaicín, ese día aparecieron y sentí el orgullo de llevar un nombre tan lorquiano, y no fácil de sostener y llevar a cuestas...
Las actrices que harán estas visitas teatralizadas son la clave del entendimiento total de esa casa, donde ocurrió todo. Lugar que no creo Federico pisara mucho ya que Doña Bernarda era mucha doña y tampoco dejaría entrar al poeta, ya que además de un hombre, era un mozuelo y, además, eran muros de hierro la casa... O sea, Federico se lo tuvo que imaginar y es por eso que La Bohemia hace que hagamos totalmente el entendimiento de la obra tal cual.
Mención especial a María Josefa, interpretado por una señora que te deja loco con su locura, ¡vamos!, que se te aparece con su camisón y su oveja oso y "mancandé perdía chalaura de pueblo recalcitrao" y sus palabrerías Bernard, "cara de leoparda", que entre el frío de la cal de las paredes y es Carmen Hernández, con su pelo plateado te tiritan las piernas.
Ana Olmedo, Paca Molina, Monica Madrid , Miriam Carrascosa , Paula Ruiz de Almodovar , Celia López y Gloria Aia completan un reparto digno de ver, digno de premios de interpretación porque estoy cansado de ver en 20 idiomas, en 20 estilos decir y contar las obras de Lorca, y perdónenme, cuando recala el andaluz. Estas mujeres lo asemejan a sus sentidos y sus ancestros. Estas mujeres: mis bohemias.
Porque allí mismo, padrino de ella me responsabilicé y sea derecho de cariño y amor me dieron, se plantan. Mis queridas amigas, por muy conocidas y mediáticas que sean yo las invitaría a que vinieran a mi pueblo y las vieran actuar, y ya de antemano te digo que se rendirían y entenderían que hay textos que es mejor que se queden en casa y en la integridad, pasión y quejío que Federico a su obra le daba. Señores, hay que mamar, lo siento mucho, Estas actrices son de casta, no de casting. Yo he de decir que iba reticente, pero me paré, me pulsé y me dije: "¿Yo? Yo no lo hubiera hecho en la vida mejor que ellas". Bueno, quizá de Pepe "el Romano", que lástima, ese gusto sí que me lo daba. Sois la hostia, compañeras. Ojalá sean muchos años las que seáis quienes le deis a esa casa recién inaugurada la atracción para estudiosos turistas y visitantes, y el valor que Federico le dio siempre a Asquerosa, su Valderrubio de su alma, su eterno Federico.
Comentarios
4 comentarios en “Actrices de casta, no de casting”
Miguel Ruiz
21 de diciembre de 2018 at 12:47
Sin duda Rafaela lleva la sangre del grandíssimo Lorca
No puede ser más descriptiva pero a la vez emocionante y poéttica su narración de lo vivido, parece q uno está ahí
Ganada de ir si dan
Gracias Rafa pie tu entusiasmo y sentimiento
Q pones en
Todo lo q haces
Prometo ir
Gloria Grau Baeza
21 de diciembre de 2018 at 15:26
Daría algo grande por poder asistir a una de esas actuaciones. Como me alegro por ellos y por este Amargo que con sus palabras ha logrado "encender" mi alma que ya suma muchos años.
Mercedes
21 de diciembre de 2018 at 15:44
Gracias RAFAEL por la genetosidad que has tenido al comentar tu opinión sobre las actrices desde tu sensibilidad de artista
Ellas aman el teatro y lo han dado todo
Otras personas no habrian tenido tu detalle
Gracias siempre.
Mercedes
montse
21 de diciembre de 2018 at 16:05
Con la narrativa pareceria que estuve ahi ... Los felicito a todos los granadinos y granadinas, en especial a mi prima Paula Ruiz de Almodovar. Les manda un abrazo fuerte una granadina viviendo en Uruguay.