El acusado de asesinar a una joven en Juncaril será juzgado de nuevo en julio

El hombre reconoció que en aquella época sufría alucinaciones y que estaba "viendo al demonio" en ella

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Primera sesión del juicio en la Audiencia de Granada contra el acusado del crimen de Juncaril | Foto: Europa Press
Europa Press
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La Audiencia de Granada repetirá del 4 al 8 de julio el juicio contra el hombre acusado de asesinar, el 5 de febrero de 2021, a una joven de 29 años en la empresa en la que trabajaba en el Polígono Juncaril de Albolote asestándole diversos golpes y puñaladas por todo el cuerpo, un crimen que fue grabado por las cámaras de seguridad y que el agresor reconoció aunque matizando que en aquella época sufría alucinaciones y que estaba "viendo al demonio" en ella.

El juicio se celebrará de nuevo después de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) haya anulado el veredicto del jurado popular que le declaró culpable, y por el que fue condenado a 27 años de prisión, tras no apreciar que sufriera un brote psicótico como sostiene la defensa del acusado, que solicitó en su momento que se le aplicara la eximente completa por enfermedad mental, alegando que el hombre padece esquizofrenia.

El TSJA entiende que no ha habido suficiente motivación a la hora de descartar el brote psicótico y ha anulado tanto el veredicto de culpabilidad como la sentencia condenatoria ordenando la repetición del juicio, que se celebrará del 4 al 8 de julio con otro jurado popular y otro magistrado presidente diferente al que dictó la sentencia, según han detallado a Europa Press fuentes del caso.

Durante su declaración en el juicio que se celebró el pasado septiembre en la Sección Primera de la Audiencia, el acusado, de 34 años, relató que en la mañana en que se produjeron los hechos cogió un cuchillo de su vivienda porque creía que se le "iba a aparecer el demonio" y salió a la calle huyendo porque se "sentía perseguido" por él.

En ese momento comenzaron a darle "ataques de agresividad" y "de pánico" y, según ha relatado, empezó a escuchar voces y sonidos "estridentes" que le llevaron a alejarse de allí y apareció en la empresa de su padre, donde en ese momento la víctima, que trabajaba en labores administrativas, se encontraba sola y el establecimiento aún cerrado al público.

Afirmó no recordar cómo había llegado hasta allí ni la mayor parte de la agresión, pero repitió en numerosas ocasiones que lo que le ocurrió es que estaba "viendo al demonio" y "no quería verlo". "Estaba con la cabeza ida, no tenía nada premeditado", llegó a afirmar a preguntas de la acusaciones particulares, que ejercen por una parte los padres de la joven, de nombre, Ana Elena, y un hermano de ella.

La Fiscalía había pedido inicialmente la libre absolución para el acusado y que fuera internado en un centro psiquiátrico penitenciario al entender que padecía esquizofrenia paranoide y que cuando cometió el crimen sufrió un brote psicótico que anuló completamente sus facultades, por lo que a su juicio concurría la eximente completa que recoge en estos casos el Código Penal. No obstante, tras el desarrollo del juicio modificó sus conclusiones provisionales y solicitó que el acusado fuera condenado a 25 años de prisión.

Las dos acusaciones particulares solicitaron un total de 30 y 29 años de prisión, mientras que la defensa pidió un máximo de 20 años de internamiento psiquiátrico. Ahora el caso será enjuiciado de nuevo.