Acusado de intentar matar a electricista no recuerda la agresión ni cuándo cogió el arma que usó

El agredido asegura que sintió la cuchillada al subir por una escalera para colocar un cable y que no vio a su agresor

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La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada ha acogido este miércoles la primera sesión del juicio contra el propietario de un hotel de Cenes de la Vega (Granada) acusado de intentar asesinar de una puñalada en el cuello a un electricista con el que previamente había discutido por las labores que realizaba, agresión que, según ha dicho, no recuerda cómo llevó a cabo.

El procesado, José G.Q.R., de 50 años, al que la Fiscalía solicita una condena de 12 años de prisión por un posible delito de tentativa de asesinato, ha explicado que aquel día 6 de marzo de 2012 comenzó a discutir con uno de los operarios que trabajaba en la calle del hotel, y, de pronto, en la discusión se metió otro de ellos, que le comenzó a insultar, a amenazar y a incluso agredirlo físicamente, a empujones, tanto a él, como a su madre, que también se encontraba presente.

Tras este enfrentamiento, tanto el acusado, de 50 años, como su madre y su cuñado, volvieron "por miedo" de nuevo al hotel, concretamente a la cocina del restaurante, lugar en el que presuntamente habría cogido el cuchillo, pese a que no recuerda cuándo ni cómo.

Así, transcurridos unos minutos asegura que oyó un ruido que después comprobó que era el electricista con el que había tenido el encontronazo subiendo hasta la terraza de su edificio por una escalera. Entonces, lo que sucedió es, según el procesado, que se produjo un forcejeo en el que él le atacó con el cuchillo, aunque, según ha insistido, no recuerda los detalles.

"Yo no sé lo que pasó, y de verdad que lo lamento; yo nunca he tenido problemas con la justicia", ha indicado el procesado, que ha indicado que dos días antes había fallecido su padre y que ya ha consignado a su víctima parte de la responsabilidad civil.

El electricista agredido, sin embargo, ha negado que él amenazara o insultara al procesado, o que forcejeara con él con algunas de sus herramientas. De hecho, según ha dicho, cuando vio que el inculpado discutía con uno de sus compañeros, se acercó para intentar "calmar" la situación y para comunicarle que ellos sólo estaban allí para cambiar la tensión en la instalación eléctrica y para nada más. Pese a ello, según ha afirmado, al subir por una escalera para colocar un cable, de pronto, y tras esa discusión, sintió la acometida de un cuchillo en la zona del cuello, sin que viera a su agresor.

También han comparecido otros de los compañeros de la víctima, y uno de ellos ha indicado que el procesado, después de lo ocurrido, los siguió aún con el cuchillo hasta la plaza del Ayuntamiento del pueblo, donde habían acudido para interponer una denuncia ante la Policía Local.

Por otra parte, también han comparecido peritas psicólogas que analizaron el estado mental del inculpado, que, según han dicho, no tenía patología alguna, pero sí una "ligera" deficiencia del control de los impulsos, probablemente influida por el hecho de que recientemente había fallecido su padre de forma repentina. Sin embargo, ello no afectaba a sus facultades cognitivas y volitivas, sino que simplemente estaba algo más "susceptible".

También los forenses que analizaron las heridas del agredido han señalado ante el tribunal que las heridas que éste sufrió le supusieron un riesgo vital, en tanto que la puñalada se produjo en la zona del cuello, donde hay varios nervios vitales. "El riesgo de hemorragia y de lesiones nerviosas era gravísimo. Tuvo mucha suerte", ha incidido una de las expertas.

El juicio quedará visto para sentencia previsiblemente este jueves, cuando está prevista la declaración de más testigos de lo sucedido, además de las conclusiones y los informes tanto de la Fiscalía, como de la acusación particular y la defensa.

ACUSACIÓN DE LA FISCALÍA

Según consta en el escrito de acusación provisional del fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan al día 6 de marzo de 2012, sobre las 17,00 horas, cuando el inculpado mantuvo una discusión con el trabajador, con motivo de las labores que éste realizaba como empleado de la empresa SEMI, subcontratada por Sevillana-Endesa.

Concretamente, se encargaba de las altas de electricidad de las casas adyacentes al hotel Don Gonzalo, propiedad del acusado y sito en la calle Real de Cenes de la Vega. Tras la discusión, el procesado se dirigió al interior del hotel, cogió un cuchillo de 15,3 centímetros y, provisto de él, accedió a la terraza de una de las viviendas, sabedor de que el trabajador se encontraba subiendo por las escaleras que había colocado en la fachada para acabar de recoger los materiales que había utilizado.

Una vez allí, el acusado esperó a que el empleado asomara la cabeza por la repisa de la terraza, momento en que "con intención de acabar con su vida" y "prevaliéndose de la situación de superioridad que había buscado de propósito para realizar la agresión y que impedía cualquier tipo de defensa por parte de la víctima", le clavó el cuchillo en el cuello.

Le produjo una herida de ocho centímetros de largo por dos de ancho con trayectoria ascendente, que le afectó a varios vasos venosos, entre ellos la vena facial, así como nervios de la zona, que hubieran producido la muerte del afectado de no ser trasladado al centro médico de forma inmediata e intervenido quirúrgicamente.

Además, como secuelas le han quedado síntoma de estrés postraumático con afectación de su vida laboral y familiar, alteraciones del sueño y alta reexperimentación del hecho traumático, irritabilidad nerviosismo, neuropatía múltiple postraumática, derrama mandibular del nervio facial derecho con hipoanestesia de la lengua; un perjuicio estético con afectación de la motilidad de la sonrisa; y cicatriz de 7,5 centímetros en zona de unión del cuello con mandíbula.

El procesado estuvo privado de libertad por esta causa desde el día de los hechos y hasta el 9 de julio de 2012.