Adictos a las pantallas: consejos para que tus hijos hagan un uso responsable de la tecnología
Con la llegada del verano, el tiempo libre se vuelve la norma en los niños y, por lo tanto, el uso de la tecnología
Miguel Ángel Paneque Gómez
Móvil, ordenador, videoconsola... Las pantallas se han convertido en parte de nuestro día a día, en especial del de los niños. Durante la pandemia del Covid-19, esta tendencia se acentuó: un 98% de los menores de entre 10 y 15 años utilizaron dispositivos con pantalla de forma habitual, según un informe del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI).
Fueron varios los estudios que buscaron la relación entre los dispositivos y su uso en los niños. Una investigación de Qustodio afirmó que los menores llegan a pasar hasta cuatro horas diarias conectados a una pantalla fuera del horario escolar.
El uso de los dispositivos electrónicos en un colectivo tan influenciable como los niños suele ser asociado con la adicción, por lo que suele ser un asunto controversial. Esa es una de las conclusiones a las que ha llegado Pilu Hernández Dópico, experta y fundadora de la escuela El Pupitre de Pilu.
El verano y el fin de las clases amplían el tiempo que los niños pueden pasar mirando una pantalla. Pilu Hernández Dópico ve poco realista querer eliminar por completo los dispositivos electrónicos de la vida de los niños y expone que, en lugar de demonizarlos, las familias deben buscar un equilibrio entre la salud y el entretenimiento.
Hernández Dópico recomienda establecer unas normas de uso coherentes y constantes como, por ejemplo, "limitar el horario y el tiempo, dirigir un poco los contenidos que consumen y establecer un control parental".
A la hora de poner a un menor sobre la pantalla, la fundadora de El Pupitre de Pilu recuerda la "multitud de aplicaciones educativas con componente lúdico" que hay, y afirma que estas opciones están cada vez "más presentas en las aulas", por lo que aconseja enseñar a los niños a hacer un uso responsable de las mismas.
Además, Pilu ve conveniente que los padres ofrezcan otras alternativas de ocio a sus hijos. La experta destaca actividades como leer, hacer manualidades, jugar a juegos de mesa, además de actividades al aire libre como dar un paseo con la familia, guerras de globos de agua o excursiones.
