Adiós al botellódromo de Granada | Galería
El recinto ha sido vallado parcialmente por lo que se puede acceder para llevar a cabo otras actividades | El Ayuntamiento aún no tiene claro cuál será el uso definitivo de este espacio
Hoy se cumple el sueño de muchos vecinos de la zona de Hipercor de Granada: el cierre del botellódromo. A primera hora de la mañana, los operarios colocaban las vallas que ponen el punto y final a la actividad que se desarrollaba, de manera legal, en este espacio inaugurado hace ya casi una década.
El alcalde de Granada, Francisco Cuenca, y una representación nutrida de concejales de todos los grupos políticos de Granada, han acudido al lugar para reunirse con estos vecinos y ver con sus propios ojos esas vallas que, de manera simbólica y temporal, anuncian que Granada busca dejar de ser la ‘ciudad del botellón’ (o, al menos, eso es lo que el Ayuntamiento de Granada persigue)
Francisco Cuenca se ha dirigido a los vecinos y vecinas para explicarles las líneas maestras que el Consistorio granadino llevará a cabo para evitar que ‘proliferen’ botellones en otros puntos ‘calientes’ de la ciudad: más presencia policial en las calles, actividades alternativas de ocio para los jóvenes, campañas de sensibilización y más control de los establecimientos que venden alcohol.
“Hoy se cierra una década marcada por una identidad nefasta para la ciudad”, ha expresado Cuenca, quien ha recalcado que esta medida viene respaldada por el consenso de todos los grupos políticos. “Tenemos que celebrar este hito histórico en la ciudad, porque si seguíamos manteniendo este espacio para el consumo de alcohol, nunca íbamos a ser reconocidos por nuestra cultura, por nuestro patrimonio o por la ciencia”, ha manifestado Cuenca.
El Ayuntamiento de Granada es consciente que la prueba de fuego llegará en octubre cuando arranque el curso universitario pero confía en que, con las medidas que se van a llevar a cabo y con las alternativas de ocio propuestas, la juventud tienda a olvidarse del consumo de alcohol en las calles.
De hecho, mañana en el Ayuntamiento de Granada hay prevista una reunión para aportar más ideas, con la participación de colectivos de jóvenes y de la Universidad de Granada. “Vamos a analizar a fondo cuáles son las necesidades que tienen los jóvenes y consensuar las decisiones que se tomen sobre el futuro de ocio nocturno en Granada”, ha explicado Cuenca.
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¿EN QUÉ SE CONVERTIRÁ?
El recinto del botellódromo no ha quedado vallado al 100%. Hay dos pequeños accesos para que se pueda disfrutar de este espacio (para hacer deporte, para patinar, para pasar el rato pero nunca más para beber alcohol).
El alcalde de Granada no considera que haya puntos negativos con el cierre del botellódromo. “Todo son fortalezas”, ha respondido a la prensa, y ha recordado que no son pocos los jóvenes los que secundan estaa medida y quiénes ven convenientes otras actividades de ocio nocturno.
La incógnita ahora es el uso que el Ayuntamiento le va a dar ahora a este espacio. Según Cuenca se están estudiando varias opciones, “y en estos meses podremos decir cuál será su uso definitivo”, ha expresado.
APLAUSOS DE LOS VECINOS
Los vecinos e integrantes de la plataforma ‘No al botellódromo’ han aplaudido, literalmente, la medida. Están contentos. Para ellos, y para comerciantes de la zona, el cierre del botellódromo es un alivio. “Esto era un calvario”, responde José Jiménez Romero, un representante vecinal. “Nosotros nunca hemos dicho que los jóvenes no se puedan divertir, pero deben de hacerlo de forma controlada, no como se estaba haciendo aquí”, ha expresado este vecino que ha vivido en sus propias carnes el ruido, la suciedad e imágenes “de menores tirados en suelo por un coma etílico”, explica.
Los vecinos de esta zona de Granada han propuesto al Consistorio granadino que este espacio se convierta en una dársena para muchos autobuses que llegan a este punto de la ciudad, y que no cuentan con una parada en la zona.