Adiós al patrimonio de Primera
La salida de Saunier supone la marcha del último jugador en propiedad que disfrutó de minutos en la máxima categoría
Poco queda ya de aquel Granada que competía en la élite. Dos temporadas después del fatídico descenso, pocas caras quedan de aquel plantel que acabó roto sobre el campo y de puertas para adentro. El carecer de una base sostenible al formar la plantilla con cesiones ayudó a disolver rápidamente el grupo, pero unos pocos supervivientes continuaron vistiendo la elástica rojiblanca horizontal.
Uno de ellos era Matthieu Saunier, que certificó ayer su salida al Lorient francés. La venta del central galo no fue una más, pues su adiós supone la marcha del último jugador propiedad del Granada que disputó minutos en Primera división. La nueva realidad del club obliga a asumir salarios más discretos, confeccionando una plantilla para competir en Segunda, lo que implica dar salida a aquellos que llegaron durante la estancia en la máxima categoría del fútbol español, como ha sido el caso del francés.
También jugó en aquella infame temporada el ariete Adrián Ramos. Pese a que el colombiano ha continuado desde enero de aquella temporada, no es propiedad del Granada como tal, pues se encuentra a préstamo por el Chongqing Lifan de John Jiang, presidente de ambos clubes. Tras llegar desde el Borussia Dortmung, el '7' rojiblanco no logró encontrar la forma de ayudar al equipo y se topó con las lesiones, lo que no le permitió sumar tanto como la grada esperaba.
El año de la pieza inédita
Sí que continúa en el club una última pieza propiedad del Granada que estuvo en el plantel el año del descenso, si bien no disputó ni un solo minuto desde que llegase al equipo. Se trata de Rui Silva, que se topó con la alargada sombra de Ochoa a su llegada, lo que dejó a cero su casillero de participaciones en aquel curso.
El guardameta encara ahora su gran oportunidad. Una temporada y media después, la complicada situación de Javi Varas hace que el luso parta con ventaja de cara al inicio de la competición, por lo que podría jugar por primera vez desde que aterrizó en Granada el partido inicial de Liga. La evolución del mercado dictará sentencia, pero todo apunta a que será el número 1 de los nazaríes el encargado de defender la meta del conjunto rojiblanco, olvidando las jornadas de banquillo como las de aquel año del descenso.