La agonía en la zona Norte continúa: sin luz una noche tras otra
Los cortes no cesan y los vecinos reclaman "el servicio por el que estamos pagando", ya que les están "matando poquito a poco"
El suplicio continúa. Otra noche más, los vecinos de la zona Norte de Granada han sufrido los ya constantes cortes de luz que los obligan a irse a la cama para soportar las bajas temperaturas que azotan a la ciudad en estas fechas cuando el sol se marcha.
GranadaDigital ya se ha hecho eco en varias ocasiones de este drama social que soportan cada día los vecinos de varios puntos de la ciudad y de la provincia. Sin embargo, el problema continúa y son tantas las situaciones infrahumanas, que este medio no se cansa de denunciarlas.
Toñi, vecina de la calle Julio Moreno Dávila, cuenta que no sabe cómo ayudar a su madre a desplazarse por su vivienda, ya que tiene un ojo perdido y el otro con escasa visión a causa de la diabetes. La única solución que ve esta granadina es acostar a su madre con el fin de que no pase frío y evitar que se pueda caer.
Paqui es otra vecina del barrio, cuyo marido necesita de una máquina de oxígeno para vivir de forma normal. Al quedarse sin luz, lo único que pueden hacer es acostarse para que el hombre esté relajado y no gaste energía que le obligue a usar la máquina.
Susana tiene que salir a pasear con su padre para ejercitar su corazón, y ya va una semana sin que lo hayan hecho. Paquita, habitante del barrio de La Paz que lleva años luchando contra esta situación, se ve obligada a utilizar una linterna con la que curar los puntos que tiene en la rodilla, recién operada, además de cuidar a su marido, quien está en cama desde hace meses.
Estos y otros tantos dramáticos casos son los que denuncian desde la Asociación de Vecinos de Nueva Cartuja, asegurando que están "matando poquito a poco" a estas personas.
En pleno siglo XXI, hay ciudadanos que, pese a pagar sus recibos de la luz, no tienen electricidad. "Lo que exigimos es el servicio por el que estamos pagando", dice una de las vecinas de la cale Pedro Machuca en un audio al que ha tenido acceso GranadaDigital. Según afirman desde esta asociación, los vecinos ya están desesperados. Y, siendo sinceros, no es para menos. No ha sido un caso puntual. Son noches seguidas, una tras otra.
"Nos gustaría que alguien se pusiera en nuestra piel", continúa la vecina anteriormente mencionada, quien asegura que la mitad de su calle tiene luz y la otra no, teniendo, en teoría, el mismo transformador en funcionamiento para ambas partes. "Pasamos muchas noches con frío", añade, mencionando también a sus hijas, que están estudiando para sus exámenes con linternas y el abrigo puesto en el interior de su vivienda. "Esto no es vida para ninguna persona", concluye.
A estos granadinos ya no les vale la pena que puedan sentir por ellos. No quieren dar pena. Quieren luz, un derecho al que tienen derecho (valga la redundancia) y por el que pagan. Porque, como aseguran, "no nos están regalando nada".