Denuncia una agresión homófoba "al grito de maricón" cuando se dirigía con sus amigos a un bar de Granada

Los hechos habrían ocurrido la madrugada del domingo al lunes y el alcalde ya ha confirmado que elevará el caso al Observatorio contra los Delitos de Odio

Miguel López Rivera
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Venían de una boda e iban cantando de madrugada camino a un bar de Granada para alargar la noche cuando, sin esperarlo, se cruzaron "con un energúmeno inmenso que se dio por aludido" y que, "al grito de maricón", amenazó "a uno de nosotros hasta tirarlo al suelo contra una pared".

Los hechos, ya denunciados, los ha expuesto en Twitter un usuario que responde al nombre de Carlos Rubio Palao y habrían ocurrido sobre las dos de la madrugada del pasado domingo al lunes, provocando una cascada de reacciones en esta red social. Hasta tal punto de que el mismo alcalde de Granada, Paco Cuenca, ha anunciado que el equipo de Gobierno va a elevar el caso al Observatorio contra los Delitos de Odio.

"Granada es una ciudad libre de odio. Condeno y lamento muchísimo lo ocurrido. Desde el Ayuntamiento seguiremos trabajando para que no vuelva a suceder algo así", contestaba citando Cuenca a a una publicación del denunciante en la que compartía algunos de los pantallazos con justificaciones homófobas que ha recibido en las últimas horas.

Tal y como relata en el hilo que ha compartido en Twitter, Carlos y sus tres amigos volvían de una boda camino a un bar cuando fueron agredidos. "Nos quedamos paralizados, atendimos a nuestro amigo y presenciamos cómo las dos chicas que acompañaban al puto gorila homófobo de mierda le suplicaban que parara. "¡Iros, por favor, perdonad!", nos decían a nosotros. Yo solo quería reventarle la boca. Éramos cuatro contra uno", desarrolla.

El joven achaca el hecho de que no se defendieran pese a estar en superioridad numérica a tres factores: "Quiero creer que porque sabemos que eso nunca soluciona los conflictos, pero sinceramente creo que los motivos fueron otros dos: uno, hemos pasado media vida sintiéndonos merecedores de violencia y rechazo. Y dos, una sociedad no nos ampara aún, ni protege". No en vano, cabe reseñar que algunas de las respuestas que tuvo que leer de otros usuarios en Twitter justificaban el suceso con frases como "si erais cuatro y no sois capaces de defenderos de uno, entonces ya es un problema" o "maricones lo sois. Pero no por ser gays, sino por no defenderos".

Carlos lamenta en el hilo de Twitter que "lo primero que nos dijo una pareja heterosexual que presenció la agresión [...] fue: '¿Seguro que no le habéis dicho nada?' Ah, ¿justificaría eso la agresión?", se pregunta. "Me parece acojonante. No. Íbamos cuatro maricones cantando a las 2 de la mañana por la calle y un energúmeno que merece todas las agresiones y desprecios y brutalidad del mundo nos detectó al instante: 'Son cuatro contra uno, sí, pero maricones, jamás se atreverán a defenderse'", desarrolla su respuesta.

En cualquier caso, el denunciante aclara que "no le dijimos nada". "No hay más. No le miramos. No le provocamos. Pero desearía, a veces, no haberlo hecho, sino haber aprovechado un momento de debilidad para arrojarle contra un bordillo y romperle los dientes a patadas, hacerle sentir el miedo que tantas sentimos por existir. Porque nuestra pluma les repugna y violenta, nuestra manera de cantar, de bailar, de movernos y sabernos libres. Todo eso les rabia por envidia y por monstruos. ¿Cuántas barbaridades más tienen que pasar para que como sociedad castiguemos ese odio que queda impune? Sigo en shock", zanja.