Agricultores granadinos se unirán al paro nacional para pedir precios justos
Los agricultores granadinos se sumarán al paro y a la concentración nacional, previstos para los próximos 20 y 21 de noviembre, respectivamente, para pedir que entre los precios de origen y de consumo haya una menor diferencia, y que se regulen los mercados y los costes de producción.
Así lo ha asegurado hoy a Efe el gerente de Faeca Granada, Gustavo Ródenas, que ha señalado que la rentabilidad del sector agrario ha descendido debido a que han aumentado los precios de consumo y los costes agrarios.
Entre 2003 y 2008, ha afirmado, la renta agraria ha descendido en un 26 por ciento, algo que ha conllevado la desaparición de 124.000 empleos.
Algunos de los sectores que se han visto afectados, ha dicho Ródenas, han sido el de los cereales, el hortofrutícola y el vinícola.
"A un agricultor le pagan el kilo de pepinos a 0,20 euros y en el supermercado cuesta más de un euro", ha señalado el gerente, que ha apuntado que también el sector porcino, ovino, caprino y lácteo se ha visto perjudicado.
Según Ródenas, el sector agrario es estratégico para la economía española, por lo que considera necesario el apoyo del Gobierno para que los agricultores y ganaderos obtengan un precio acorde a sus productos.
Para la concentración del próximo 21 de noviembre en Madrid se espera una asistencia de más de 10.000 agricultores de la provincia granadina.
"Pedimos una política agraria comunitaria realista", ha insistido Ródenas, que ha explicado que en la actualidad no se está controlando la cantidad ni se están pagando aranceles en las concesiones de los productos.
Según el gerente, el agricultor no necesitaría ningún tipo de ayudas si hubiera una mayor transparencia entre los precios de origen y consumo, pues "los supermercados están asfixiando al sector".
Asimismo, los agricultores demandan al Gobierno la revisión del marco regulador de la electricidad para las explotaciones agrarias, una fiscalidad acorde con el sector ganadero y agrario, un plan de financiación para la agricultura, un presupuesto actualizado y un plan de apoyo a las energías renovables, así como la adaptación de las políticas al cambio climático.
En cuanto a la próxima campaña hortofrutícola, Ródenas ha señalado que ha arrancado de forma "desastrosa" debido a las altas temperaturas, por lo que países del norte de Europa continúan aún exportando productos.