Aldeaquemada-Puerta Norte: un viaje milenario a través del arte rupestre

El municipio jienense alberga 19 grupos de pinturas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el arco mediterráneo

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Uno de los tres grupos de pinturas que se pueden encontrar en el enclave de Prado del Azogue | Foto y vídeo: Javi Gea
Miguel López Rivera
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El coronavirus ha modelado en gran manera muchos de los hábitos cotidianos que millones de personas realizaban en su día a día. Su afección al sector servicios es indudable, y otros como el comercio o la hostelería, dependientes en gran medida del turismo, han tenido que reinventarse en un contexto de gran complejidad. Con la pandemia también han cambiado las preferencias del viajero. Ahora se preocupa mucho más por encontrar alternativas abiertas, al aire libre y no masificadas, donde cuenta con la tranquilidad de poder garantizar la distancia social. En un plano aún mayor, el turista 'post Covid' tiene una creciente inquietud por el contacto con lo local y el respeto al entorno que le rodea en sus viajes.

El avance en el proceso de vacunación y la cercanía de la llamada inmunidad de grupo refuerza todas las circunstancias anteriores. Por eso, y a pesar de los inconvenientes producidos por la quinta ola, la industria de bienes y servicios encara el último cuatrimestre del año con la esperanza de que la recuperación se convierta en un viaje pero en este caso sin retorno. Es con todos esos ingredientes con lo que el turismo interior y de interior pretende hacer de la necesidad virtud y convertir un periodo de carestía en una gran oportunidad para estar a la vanguardia. Algo en lo que empresas y administraciones públicas llevan trabajando años con resultados cada vez más notables.

Andalucía encara lo que queda de 2021 con perspectivas halagüeñas dentro de las posibilidades que ofrecen las restricciones. La hoja de ruta del Gobierno autonómico en ese aspecto va encaminada a consolidar ese nuevo perfil de visitante para que conozca los tesoros que esconde la comunidad. Por eso, la Consejería de Turismo de la Junta ha impulsado la marca 'Andalucía, Elección Natural'. Y entre esas joyas que alberga el territorio se encuentran espacios que no sólo son apreciados por sus habitantes, sino por viajeros y estudiosos del mundo entero. Es el caso de los 19 yacimientos de arte rupestre situados en Aldeaquemada –en plena puerta del Parque Natural de Despeñaperros, Jaén– y que constituyen un claro ejemplo de esa 'Andalucía, naturalmente mágica' que está a un paso aunque parezca expedita todavía para algunos. Algo que ilustra a la perfección el vídeo que acompaña a esta pieza.

Un vestigio capital para entender el arte rupestre

En la conocida como Finca de Chortal Palanco, la roca se impone sobre impresionantes cortados que abren un paisaje dominado por la encina y el alcornoque, generando unas vistas difíciles de encontrar en cualquier otro sitio. Allí espera Ángel Alcaide, experto visitador de pinturas rupestres y responsable de la empresa Ecoturismo La Cimbarra, que cuenta con el sello Andalucía Segura y, entre otras actividades –como visitas a la famosa cascada de este municipio que le da nombre a su negocio–, está enfocada a la guía de turistas que quieren descubrir estas pinturas neolíticas declaradas en 1998 Patrimonio de la Humanidad como parte del conjunto que se extiende por todo el arco mediterráneo de la Península Ibérica.

El lugar elegido por Alcaide esta vez es el enclave conocido como Prado del Azogue, que contiene tres grupos de pinturas enmarcadas en los artes levantino y esquemático. Además de éstos, en el norte de España también se puede encontrar el cántabro. Prado del Azogue está en el entorno conocido como La Desesperada, que a su vez forma parte de Chortal Palanco. "En el entorno de Aldeaquemada hay 32 grupos de arte rupestre. Dentro de ellos, hay 19 enclaves que están declarados Patrimonio de la Humanidad. En Chortal Palanco podemos encontrar unos 16. Las pinturas suelen estar en abrigos naturales y no en cuevas, y es muy importante su distribución por zonas", explica Alcaide, quien enumera brevemente otros enclaves aledaños como el de Tabla de Pochico, Poyos de La Cimbarra, Barranco de la Cueva o Garganta de la Hoz. Todos ellos en lo que, a nivel turístico, ya se conoce como Aldeaquemada-Puerta Norte, por estar cerca de la entrada a Andalucía desde Despeñaperros.

La ruta deja impresionantes vistas panorámicas de bosques de alcornoque y encina.

Alcaide recuerda que "estas pinturas se remontan a entre 6.000 y 8.000 años antes de Cristo y, a los anteriormente mencionados, añade el enclave de Cueva de la Mina, uno de los pocos situados en una cavidad por enmarcarse en el nacimiento de un río. "El arte rupestre de Aldeaquemada es uno de los más importantes con localización en Andalucía, pero además también uno de las más importantes a nivel nacional. Sin ir más lejos, el grupo de arte rupestre de Tabla de Pochico tiene que estar en cualquier estudio de arte rupestre que se haga sobre estas técnicas por su importancia", añade el experto, quien desentraña las diferencias entre el arte levantino y el esquemático: "El primero se caracteriza por contener figuras naturalistas. Lo que se pintan son animales, como ciervos o cabras. En este caso, ciervos modificados a cabras. Mientras, en el esquemático se dibujan símbolos antropomorfos, o con formas humanas, pero sólo con rayas y puntos".

En efecto, los trazos sobre la roca de estos abrigos permiten apreciar la diferencia de concepto de aquellos primitivos pobladores. Sobre algunas pinturas, la humedad en contacto con la piedra ha favorecido la aparición de líquenes de color amarillo que completan una espectacular postal de colores que constituyen una suerte de 'fósiles vivientes' de un tiempo muy lejano. Alcaide no deja pasar la oportunidad de recordar que Ecoturismo La Cimbarra ofrece paquetes de experiencias muy flexibles, adaptados a grupos de diversa índole y tamaño porque "aquí la distancia social está asegurada". Este entorno natural también permite entrar en contacto con la fauna autóctona. El turista puede presenciar la berrea del ciervo o la ronca del gamo, así como avistar impresionantes aves como el buitre leonado o el águila imperial.

Centro de Interpretación y alojamientos municipales

Este negocio familiar propone una oferta integral en la que, además de la visita, están incluidas la pernoctación y la estancia, que se puede llevar a cabo, por ejemplo, en los dos alojamientos de titularidad municipal sitos en Aldeaquemada. Lo explica muy bien la guía turística del Ayuntamiento, María José Fernández. "El Ayuntamiento ofrece dos alojamientos turísticos que tienen el distintivo de Andalucía Segura. Por un lado, el Albergue Municipal La Cimbarra cuenta con una capacidad para 30 personas. Está especializado en senderismo y arte rupestre. Por otro, la Casa Rural Navalacedra se encuentra en la finca del mismo nombre, en pleno paraje natural, y tiene capacidad para seis personas. El turista podrá disfrutar de una visita completa y también de una noche de observación astronómica en el Centro de Observación Navalacedra", abunda.

Recreación de una cueva de arte rupestre en el Centro de Interpretación Pablo de Olavide.

Fernández también pone en valor la importancia del Centro de Interpretación Pablo de Olavide, inaugurado hace pocos años en pleno corazón de este pintoresco pueblo jienense. En dicho espacio el turista interactúa con la realidad que envuelve a Aldeaquemada. Desde su famosa cascada La Cimbarra, formada por el río Guarrizas y de unos 40 metros de altura, hasta los propios enclaves de arte rupestre. "El Centro de Interpretación cuenta con paneles tecnológicos y monitores. Tenemos una recreación de arte rupestre en una cueva, donde se puede conocer cómo vivían esos antiguos pobladores en la prehistoria. También contamos con la simulación de un vídeo de la cascada y, finalmente, el visitante podrá vivir una experiencia virtual a través de las gafas de realidad 360 grados, con las que podrá conocer los distintos enclaves de arte rupestre del municipio", expone la guía.

Y es que, además de sus yacimientos Patrimonio de la Humanidad, el municipio esconde una última y mágica sorpresa. Se trata del patrimonio histórico que, en combinación con el hecho de que Aldeaquemada haya sido declarada como 'reserva Starlight' para la observación de las estrellas por la ausencia de contaminación lumínica, confieren al paraje de una singularidad inimitable. Una visita obligada que permitirá al turista desconectar, huir del estrés de la ciudad y disfrutar de un plan adaptable a todo tipo de visitas.

Con la colaboración de la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía