Alergia al huevo, muy habitual entre los menores
Este tipo de alergia es una de las más comunes en la alimentación de los niños de uno a dos años, aunque por lo general desaparece durante los primeros seis años de vida
Los huevos de las aves, especialmente de gallinas, son un alimento habitual en la dieta diaria. Contienen proteínas de alto valor para la formación de los músculos y tejidos. Pero, la alergia al huevo es la causa más común de alergia alimentaria en niños de uno a dos años, aunque por lo general, desaparece durante los primeros seis años de vida.
En la alergia al huevo, el organismo produce un anticuerpo, la inmunoglobina E, que actúa en contra del alérgeno del huevo. La unión entre los dos desencadena la reacción alérgica, con síntomas como urticaria, diarrea, asma, alteración del sueño, manifestaciones de dermatitis atópica, náuseas, vómitos y anafilaxis.
Hay algunos pacientes que toleran la yema cocida en la dieta, persistiendo la aún la alergia al huevo crudo y a la clara.
El único tratamiento efectivo para las alergias a los alimentos consiste en identificar y eliminar de forma adecuada los alimentos responsables de la reacción de hipersensibilidad. Aunque es difícil eliminar totalmente alimentos tan comunes como el huevo, debido a su uso generalizado en diferentes alimentos procesados.
A los padres de niños afectados por alergia grave se les debe proporcionar epinefrina autoinyectable y un plan de urgencias escrito por si se produce una ingestión accidental.
Algunas pautas para prevenir la alergia al huevo y sus síntomas:
-Se recomienda leer todas las etiquetas de los alimentos envasados para determinar si están elaborados con huevo o alguno de sus componentes, como albúmina, lecitina o E-322, ovoalbúmina, ovomucoide, vitelina, livetina, etc.
-Es preciso consultar sobre la composición de los alimentos cuando se come fuera de casa, especialmente las salsas, rebozados, cremas, sopas, pastas, patés, postres...
-Tener en cuenta que los utensilios de cocina también pueden estar contaminados con pequeñas cantidades de huevo, y que no se debe utilizar aceite en el que se haya cocinado huevo, en la preparación de alimentos para la persona alérgica.
-Algunas vacunas incluyen componentes de huevo (vacunas antigripales, de la fiebre amarilla, antisarampión, antiparotiditis y triple vírica), por lo que es importante informar al personal sanitario de la condición de alérgico antes de su administración, ya que pueden originar reacciones adversas.
-En el caso de prescripción de medicamentos, advertir al médico y farmacéutico que se padece alergia, y leer meticulosamente en el prospecto la composición del fármaco.
-Es aconsejable retrasar la introducción del huevo en la alimentación de los niños hasta los 18-24 meses.
-Es conveniente que la persona alérgica lleve alguna chapa o pulsera en la que se detallen las sustancias concretas que le afectan.