Alertan del drama psicológico, económico y social que sufren las personas paradas mayores de 50 años

El defensor de la ciudadanía de Granada pide a las administraciones medidas urgentes que favorezcan la contratación, "en función de la valía y no de la edad"

Empleo - Eva González-6
25.826 personas mayores de 50 se encuentran en situación de desempleo en Andalucía | Foto: Archivo GD
Gabinete
0

El defensor de la ciudadanía de Granada, Manuel Martín, ha pedido en la mañana de este viernes a las administraciones que destinen mas recursos y empeño a activar el empleo en personas mayores de 50 años, una realidad que según datos del SEPE, en junio de este año afectaba a un total de 1.495.023 personas en nuestro país y sólo en Andalucía -también según datos de junio- a 25.826 personas.

Si el paro es un problema crucial “para la juventud y para cualquier segmento de edad”, la situación de los mayores de cincuenta resulta “especialmente dolorosa” según el defensor, en tanto que “estar fuera del mercado laboral provoca en los afectados sentimientos de culpa, sensación de inutilidad y un gran miedo a no poder salir adelante, un temor grande al futuro de la familia y al propio”. En este sentido ha afirmado que “existen fundados indicios de que la edad, singularmente en su franja superior, constituye actualmente la principal causa de discriminación en el ámbito de las relaciones laborales, por encima incluso del sexo. El edadismo, es decir la discriminación por razón de edad, es como la cenicienta de las discriminaciones, una forma de discriminación callada y silenciosa a la que no se le presta la atención, ni la preocupación que merece”.

Manuel Martín ha explicado que a la oficina acuden con frecuencia personas de más de cincuenta solicitando ayuda para “conseguir un empleo en lo que sea”, algunos de los peticionarios están muy formados, “a veces incluso cualificados, lo cual parece que les perjudica para determinadas tareas” y otros “carecen de capacitación o especialización pero tienen cargas familiares que atender y no saben a dónde dirigirse”.

Al respecto ha asegurado que no existe un único perfil “hay mujeres y hombres, con mayor o menor preparación, con hipoteca y sin ella, con apoyo de familiares y sin redes a las que acceder, pero todos tienen deseo y necesidad de ponerse manos a la obra cuanto antes”.

Martín ha indicado que a los problemas económicos se suma “el peso del estigma, la vergüenza de estar joven, ser capaz y sentir que no hacen nada productivo” además del temor a confesar la edad en las entrevistas de trabajo porque “un mayor puede resultar menos aparente, tener una imagen que no es la de la innovación y flexibilidad que aporta la juventud”.

Y basándose en datos de 2023 de la Encuesta de Población Activa (EPA) ha alertado de que un 59% de personas mayores de 55 años desempleados llevan más de doce meses buscando trabajo sin lograrlo: “en algunos casos que llegan a la oficina de este defensor, los usuarios aseguran haberlo intentado todo, cursos de formación, `chapuzas´ a domicilio y cualquier tarea remunerada que pueda generarles un ingreso”.

“En los últimos años las políticas laborales han estado centradas principalmente en la exclusión por razones de género, nivel de cualificación o etnia pero se ha hecho poco para paliar las posibles desigualdades por razones de edad. Es inaceptable que las personas sean juzgadas o excluidas debido a su edad, por considerarlas demasiado mayores para ciertas responsabilidades o trabajos” ha afirmado. Y en este sentido ha reclamado un mayor esfuerzo y más acciones destinadas en las políticas públicas para insertar en el mercado laboral a este colectivo diverso para evitar que se queden fuera del sistema.

En su opinión, si no se actúa de manera efectiva “a los mayores de cincuenta se les está condenando a un paro de larga duración e indefinido”. El defensor de la ciudadanía ha abogado por “perseguir esta forma de discriminación que es la edad” porque hay empresas que ponen un límite en determinadas ofertas de trabajo y para evitarlo ha propuesto “concienciar al empresariado de la necesidad no sólo de contratar en función de la valía y no de la edad, sino también implantar la fórmula del `currículum ciego´ en el que no apareciera la fecha de nacimiento”.

Pero además de “erradicar progresivamente prácticas que puedan perjudicar la imagen o los intereses de este colectivo” Martín ha solicitado a las administraciones públicas “medidas, iniciativas, ideas que promuevan el empleo para mayores de 50 años, ya se trate de planes de formación o reciclaje y ya se trate de incentivos para la contratación de estas personas”. Y en paralelo, acciones de sensibilización empresarial y de educación a los niños y jóvenes para entender que “los mayores de 50 tienen experiencia, cualidades, un montón de capacidades y todas las ganas de re-engancharse a la actividad y hacerlo bien”.