Álex Alguacil: “En Granada tenemos uno de los mejores clubes de eSports de España”
El granadino, campeón del mundo de la modalidad cooperativa del Pro Evolution Soccer, afirma que quiere “ser el mejor del mundo de mi videojuego”
Granada estará grabada a fuego en la historia de los eSports gracias a Álex Alguacil. El jugador granadino se proclamó hace una semana subcampeón del mundo de Pro Evolution Soccer (PES) en la modalidad individual y conquistó el primer campeonato mundial de la historia del modo cooperativo.
El camino hasta la gloria no ha sido fácil ni corto. Tras caer varias veces en la fase de grupos, Álex decidió hacer una pausa en sus estudios para dedicarse íntegramente este año a entrenar y crecer como jugador, algo que explica al afirmar que "después de fracasos anteriores quería probarme al cien por cien para ver de lo que era capaz". "Antes no estaba al nivel porque la época fuerte de exámenes se cruza con los torneos importantes y no tienes esa libertad de horas que otro jugador sí puede tener", justifica el joven de La Zubia, que reconoce que la apuesta "ha salido mucho mejor de lo que esperaba".
Para llegar hasta los niveles más altos, Álex asegura que "este año me he propuesto entrenar 2 o 3 horas todos los días", si bien reconoce que "tampoco necesitas estar al 100%, solo magníficas el entrenamiento cuando hay eventos importantes o algún evento". Sin embargo, no todo se reduce a la habilidad mecánica de los jugadores, sino que también "es muy importante el análisis de vídeo", pues un jugador de PES "también tiene que entender de formación, tácticas, saber cómo enlazarlas según la formación del rival… más que jugando se pasan muchas horas pensando en cómo mejorar, siempre estoy alerta pensando en cómo mejorar".
La situación de los eSports en España y del suyo en concreto es "complicada", pues asegura que "la situación de Sudamérica o Asia es muy favorable respecto a nosotros, yo tengo que hacer viajes a Málaga o Madrid solo para entrenar". El granadino asegura que en nuestro país "no hay torneos", aunque señala la ciudad como una potencia emergente dentro del sector: "lo bueno que tenemos en Granada es que tenemos a Arctic Gaming, que son uno de los mejores clubes de eSports en España".
Aunque también echa en falta un mayor número de torneos en la ciudad, Álex admite que "cada vez lo veo mejor" cuando es cuestionado por el panorama competitivo local. "No mejora a la velocidad que quisiera, es igual que el PES: desde hace dos años a ahora, el cambio es muy grande", indica. "Ojalá hubiera más cosas", señala antes de lanzar una promesa al aire: "a ver si puedo echar una mano".
Los campeonatos del mundo
El camino del jugador granadino hasta la cima del mundo empezó este año compitiendo online para hacerse un hueco entre los mejores. Después llegaron los eventos del World Tour, "que han sido en Tokio, Buenos Aires y Berlín", señala Álex. Tras ellos, se seleccionó a los elegidos para disputar la fase final del campeonato de cada modalidad: los 8 mejores para la individual, y los 4 mejores equipos (formados por 3 integrantes) para el cooperativo.
El evento de la semana pasada "es el más importante del año" porque, según señala el granadino, "tienen grandísimos premios". "El mundial es el evento máximo al que puede aspirar un jugador, fue increíble", reconoce antes de afirmar que "ha sido el que mejor se ha organizado hasta el momento", fruto de la evolución del sector.
El torneo se celebró en un único día, comenzando con los grupos de la modalidad individual y continuando después con el cooperativo, algo que descolocó al zubiense porque "el cambio de un modo a otro se nota". Álex señala que cayó en "un grupo muy duro", del que a la postre acabaría saliendo el actual bicampeón del mundo, su amigo y compañero en cooperativo Ettorito, "prácticamente, el mejor de la historia", según reconoce el jugador.
Tras ganar el primer partido en el minuto 90 y empatar el segundo en los compases finales. Álex llegó al tercer y último partido de grupos sabiendo que un empate contra su amigo le clasificaría, si bien reconoce que "sabía que no podía ir buscándolo porque me ganaría". "Fue muy superior, me ganó 3-1", recureda.
"Se jugaban los dos partidos del grupo a la vez y podíamos seguir el resultado, el otro partido me obligaba a rascar un empate, me vi fuera, la última vez que me fijé quedaban 3 minutos del otro partido y estaba venciendo el japonés", reconoce, consciente de que ese resultado le habría hecho volver a caer en la fase de grupos por tercera vez consecutiva. Sin embargo, al acabar vio que habían terminado con un empate. "Recuerdo mirar a la grada y preguntarle a la gente qué había pasado, fue un momento de angustia porque para colmo la clasificación que tienen en la pantalla falló y no tenía en cuenta el enfrentamiento directo", recapitula Álex, "después de unos minutos ya me confirmaron que había pasado a semifinales como segundo".
Cambio a cooperativo y victoria mundial
Tras clasificarse en solitario, era el momento de lograr lo propio en el tres contra tres. Pese a perder el primer partido, en el que los tres achacaron el cambio de modo, Alguacil afirma que "logramos remontar la eliminatoria y pasamos a la final contra los holandeses, que ya hemos jugado contra ellos varias veces".
Ya en la recta final, se encontraron ante "un partido muy de tú a tú" en el que vencieron por la mínima. En el segundo partido, el que lo decidiría todo, "nos empataron en el último segundo y tuvimos que irnos a los penaltis", algo curioso dado que "fue la primera vez en la historia que se había visto penaltis en cooperativo en una competición oficial". En estos casos, se estructuran por turnos, por lo que cada jugador lanza y para uno antes de ceder su sitio al siguiente. "Fui el único del equipo que falló los dos penaltis", recuerda el granadino que acabaría, poco más tarde parando la pena máxima que les llevaría a ser campeones del mundo.
Vuelta a individual
Tras la euforia de la victoria, tocaba afrontar nuevamente la modalidad individual. "Después de tantas horas estaba muy cansado", reconoce desde antes de jugar la semifinal, "hay cansancio, necesitamos frescura mental". Pese a todo, logró remontar su encuentro y llegar a la final, algo para lo que reconoce que planificó todo el año.
"Después de tanto sacrificio, el resultado ha sido espectacular", reconoce, consciente de que "la gente ve el tres para tres como algo nuevo, no lo ven a igualdad de nivel", si bien recuerda que "es el mismo premio que el individual y probablemente para nuestra carrera nos haya venido mucho mejor ser campeones del mundo de cooperativo que el segundo puesto individual, porque es en lo que Konami se está centrando últimamente".
En la final esperaba su amigo Ettorito. "Llevas mucho tiempo esperando para esto y siempre sueñas con jugar la final del mundial y, cuando la juegas, no te podía haber tocado otro", se quejaba entre risas, "he perdido contra el único jugador de la historia con el que me permitiría perder, es mi amigo, mi ídolo y es el mejor de la historia, es como si pierdes contra Maradona", explicaba sobre el resultado de su enfrentamiento. Pese a que "pude haberme ido 2-0 o 3-0 al descanso", el granadino reconoce que "él fue mejor, es justo vencedor".
Pese a todo, mantiene que "la satisfacción es brutal" tras lograr el objetivo que se había marcado. Para el año que viene establece nuevas metas, como "ser más profesional", dado que actualmente su sustento viene de los torneos y le obliga a estar siempre en un estado óptimo para competir, si bien recuerda que "un día estás arriba y otro día estás abajo", por lo que es muy difícil encontrar una regularidad en los ingresos económicos. Además, asegura que mantiene " la ilusión de querer ser el mejor del mundo de tu videojuego".
Tras un año exitoso en lo individual y lo colectivo, Álex trabaja ahora para continuar mejorando, profesionalizar su trabajo y volver a poner a Granada en la cima de los eSports. El Pro Evolution Soccer deparará una experiencia nueva el año que viene, y el jugador de La Zubia espera volver a cumplir sus objetivos.