La Alhambra expone una muestra sobre la creación del mito de la odalisca
La muestra reflexiona sobre la creación del mito de la odalisca y cómo su figura se convirtió en uno de los grandes tópicos del arte
El Patronato de la Alhambra y Generalife expone, hasta el 10 de septiembre, una muestra sobre la creación del mito de la odalisca, el emblema de la exquisitez decorativa del arte islámico.
Según resalta la Junta de Andalucía en una nota de prensa, la cualidad única del palacio granadino como lugar que albergó hasta el siglo XV esta realidad del Reino Nazarí, evocada e imaginada por los escritores y artistas en los siglos XIX y XX, hace del monumento un lugar mágico y privilegiado para presentar la exposición 'Odaliscas. De Ingres a Picasso', una muestra que se puede visitar en la sala de exposiciones temporales del Palacio de Carlos V.
La muestra, cuya entrada es gratuita, reflexiona sobre la creación del mito de la odalisca y cómo su figura se convirtió a lo largo de los siglos XIX y XX en uno de los grandes tópicos de la historia del arte y en un tema clave que recorre de manera transversal el siglo y medio de mayores transformaciones estéticas de la pintura occidental, mostrando la vigencia e importancia del tradicional desnudo femenino.
A través de 48 piezas de artistas como Ingres, Delacroix, Chasseriau, Gérôme, Constant, Bernard, Matisse y Picasso, entre otros, la exposición, comisariada por María López Fernández, también explica cómo la odalisca representaba una imagen soñada, mitificada y, por tanto, incomprendida de la mujer oriental sobre la que se proyectaron buena parte de los prejuicios que la sociedad del siglo XIX y principios del XX sentía hacia el género femenino, siempre camuflados bajo la piel de las más rotundas experimentaciones plásticas.
'Odaliscas. De Ingres a Picasso' se distribuye en tres salas. En la primera, y a través de 18 dibujos de Ingres procedentes del Musée Ingres-Bourdelle de Montauban y la icónica pintura 'Petit Harem' del Musée du Louvre, se ilustra la manera en la que el artista francés formuló un modelo plástico de odalisca, que renovaría el tradicional desnudo académico a través de la deformación del cuerpo a favor de una nueva belleza.
Por su parte, y desde un lugar casi opuesto, Delacroix desplaza el interés pintoresco del tema hacia la experimentación cromática, tal y como muestra el estudio para 'Mujeres de Argel' prestado por el Musée de Rouen.
Estos modelos pervivirán y serán objeto de sucesivos homenajes por parte de los artistas posteriores, que irán sumando significados a las formulaciones plásticas de estas figuras. A lo largo del siglo XIX, la pintura orientalista llenó el comercio de piezas de exquisita factura, cuyo imaginario populariza la representación de odaliscas vestidas con ropas extraordinarias o voluptuosamente desnudas, custodiadas en sus lugares privados.
La sala central de 'Odaliscas. De Ingres a Picasso' aborda la ensoñación orientalista frente a la alteridad y la diferencia, y presenta piezas extraordinarias de Constant, Gérôme o Seel, que contribuyeron a recrear y difundir las fantasías, tópicos y prejuicios misóginos en torno al harén. De forma paralela, las excepcionales pinturas de Emile Bernard y el viaje a oriente que supuso para algunos artistas como Emile Bernard o FernandLantoine, procedentes del Musée du quai Branly de París, ejemplifican el interés etnográfico y la búsqueda explícita de la alteridad asociada a un cambio de lenguaje pictórico, que se desarrolló a través de la figura de la odalisca.