Alrededor de 200 menores no fueron a clase en Granada el pasado curso escolar

El abstentismo escolar es uno de los graves problemas que afectan a la infancia y adolescencia, y que adquiere una gran importancia por sus repercusiones en la vida adulta y en las posibilidades de desarrollo laboral. "La falta de formación condiciona el futuro de cualquier niño", ha comentado el concejal de Familia y Bienestar Social en funciones del consistorio granadino, Fernando Egea, que ha explicado los programas municipales que se han  puesto en marcha para luchar contra esta lacra, y que han logrado que en los últimos diez años esta cifra de ausencias escolares disminuya a la mitad o menos.

Por absentismo escolar se entiende faltar cinco veces a clase en un mes sin justificación. "Gracias a las actuaciones municipales en el pasado curso escolar se atendieron a 200 menores absentistas y se realizaron labores de prevención con más de cuatro mil menores y sus familias", ha explicado Egea, que ha comentado cómo a nivel municipal se interviene en dos niveles: preventivo y de intervención escolar y familiar, "con una especial atención al alumnado inmigrante".

Los casos de absentismo a nivel II, es decir, aquellos que son derivados de los centros escolares por haberse agotado la intervención en dichos centros hablan de 232 casos en el curso 2006-2007, 197 menores en 2007-08, 118 en el curso siguiente, y 155 en 2009-10.

Otro de los temas importantes relacionados con el absentismo es la expulsión de los menores por problemas de conducta. Desde la concejalía de Familia se han subvencionado dos proyectos a las entidades Aldeas SOS "Espacio de Cambio", que atiende a 66 menores expulsados de los centros escolares y a la entidad Obra Social Padre Manjón, "Éxito para todos" que atiende a 33 menores.

En este sentido el edil en funciones de este área ha recordado que "dada la importancia que el absentismo escolar tiene para el consistorio granadino se destina más de 90.000 euros anuales, mientras que la Junta solo aporta 4.000 euros".