Alrededor de 250 escolares granadinos participan en la Feria del Juego y del Juguete que se ha celebrado hoy en Salobreña
Esta iniciativa de la Consejería de Salud, que llegará este año a cinco municipios granadinos, pretende enseñar de forma lúdica a conocer mejor el etiquetado de los juguetes y a elegir los más adecuados
El Auditorio municipal José Martín Recuerda de la localidad costera de Salobreña ha acogido esta mañana una nueva edición de la Feria del Juego y del Juguete, en la que han participado alrededor de 250 menores de los centros de primaria, Mayor Zaragoza y Segalvina. Esta iniciativa, organizada por el Servicio de Consumo, tiene como objetivo enseñar a los menores, de una forma lúdica y a través de la actuación de un clown, a identificar los mensajes de las etiquetas de los juguetes, a elegir los mejores según su edad y a optar preferentemente por aquellos que fomenten la participación. Este año, participarán en total cerca de 1.500 alumnos y alumnas de primaria de entre 6 y 12 años de cinco municipios: Albolote, Armilla, Huéscar, Maracena y Salobreña.
El delegado territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Higinio Almagro ha participado en este evento que se celebra cada año anticipándose a la campaña de Navidad. Junto a Almagro ha estado la responsable municipal del área de Bienestar Social, Salud e Igualdad, María José García y el edil de Educación, Manuel Guirado.
Este año, la Feria del Juego y el Juguete cuenta con la participación de Globusclown, una empresa con una amplia experiencia que ayuda a los menores a hacer frente al consumismo desaforado, a través de un personaje, Don Pablillo, quien expone a los menores sus ideas sobre este asunto y la adecuación de los regalos navideños.
“Con esta actividad”, ha dicho el delegado territorial, “ayudamos al público juvenil a seleccionar juguetes y juegos no sexistas, educativos, no bélicos y respetuosos con el medioambiente”.
La Dirección General de Consumo lleva a cabo periódicamente campañas de inspección sobre juguetes para comprobar que estos productos cumplen con la normativa. Los inspectores de Consumo actúan tanto en el control del etiquetado como en la toma de muestras de productos para su análisis en laboratorio.
Si los inspectores detectan irregularidades de tipo informativo, como por ejemplo, que el etiquetado no esté en castellano, se realiza un requerimiento a la empresa responsable para que subsane la anomalía. Si, en cambio, lo que se detecta es una deficiencia en materia de seguridad del producto, se adoptan medidas cautelares para garantizar la seguridad de los consumidores, que pueden ir desde la inmovilización hasta la destrucción del producto en cuestión.
El delegado de Igualdad, Salud y Políticas Sociales ha recordado la conveniencia de “no dejarse impresionar por la publicidad, visitar diferentes establecimientos para tener más opciones o encontrar mejores precios y, si es posible, probar el juguete antes de comprarlo y guardar siempre las facturas para posibles cambios o devoluciones”.