La alta movilidad de Granada, un factor de riesgo en enfermedades como la viruela del mono
"El segmento de más edad debería estar parcialmente protegido por la vacuna de la viruela humana", explica el catedrático de Inmunología de la UGR Ignacio Molina
Inmersos en lo que los expertos consideran la séptima ola de la pandemia, lo cierto es que el coronavirus parece haber pasado a un segundo plano. Con el fin del distanciamiento social, la casi total desaparición de las mascarillas y el adiós a las restricciones y el confinamiento; el Covid se ha convertido en la práctica en cosa del pasado, aunque a día de hoy se siguen notificando casos y fallecimientos.
Paradójicamente, ahora que parece que todo eso queda atrás, una nueva zoonosis –enfermedades que se transmiten de los animales a los humanos– salta estos días a los titulares. La viruela del mono ya cuenta con cinco posibles contagios pendientes de confirmación en Andalucía. Uno de ellos está en Granada. La noticia ha levantado la alerta de las autoridades sanitarias y entre la población comienza a extenderse una pregunta: "¿Qué probabilidad hay de que se propague?".
Ignacio Molina, catedrático de Inmunología de la Universidad de Granada, hace una llamada a la calma al afirmar que lo primero que hay que esperar para "confirmar que realmente estamos ante el primer caso". En ese supuesto, considera fundamental "hacer una trazabilidad de los contactos". Un tarea que ya no es desconocida para el conjunto de la sociedad gracias a los rastreadores, que desde que comenzó la pandemia han estado fiscalizando los contactos de todos los positivos uno a uno: "Cuando hay pocos casos es mucho más fácil realizar una buena trazabilidad".
Para Molina, dos son los factores que están propiciando la importación a los llamados 'países del norte' de enfermedades endémicas del 'sur': "De un lado, el cambio de la temperatura global en Europa genera patrones de cambio. El calor favorece, por ejemplo, la expansión de la malaria, que observamos con preocupación cómo se desplaza hacia el norte. Con el cambio de las condiciones de vida, las enfermedades que se transmiten por vectores como son los insectos también se desplazan en el espectro geográfico". Este agente no tiene tanto efecto en Granada como en Córdoba o Sevilla, donde el río Guadalquivir y la presencia de marismas han ejercido como caldo de cultivo, por ejemplo, para el virus del Nilo.
El segundo motivo es también el más obvio, y el que afecta principalmente a Granada, que ha soportado como pocas provincias en España la virulencia del Covid: "La principal amenaza es el aumento de los viajes globales y el aumento de toda la movilidad global, que hace que se produzca una movilización muy rápida del contagio". "En Granada hay mucha movilidad", y eso ha favorecido la expansión pandémica y, muy probablemente, el hecho de que sea una de las primeras provincias que estudia un caso de viruela del mono.
La vacunación de la 'viruela común' juega a favor
Afortunadamente, el experto en inmunología recuerda que "la transmisibilidad de esta nueva patología no es muy potente, sino escasa". En contra del virus juega, además, el alto grado de vacunación de la población para la viruela humana, la única enfermedad erradicada. Fue entre 1977, cuando se diagnosticó el último caso, y 1980, con la certificación de la Organización Mundial de la Salud. "Hasta principios de los ochenta se vacunaba y el segmento de más edad debería estar parcialmente protegido. Tenemos a todos los mayores de 45 años, aproximadamente, protegidos".
No obstante, Molina alerta de que "cada vez va a ser más común que veamos de cerca este tipo de enfermedades que parecían alejadas". "Todas las grandes pandemias que estamos teniendo son lo que denominamos zoonosis, como el sida o el Covid, son los que denominamos zoonosis, y las próximas pandemias tendrá un origen animal", refiere el inmunólogo, quien añade que "hay consenso en que ese es un peligro que estamos contemplando en tanto que están modificándose los hábitos de los animales". Para los científicos relacionados con la ecología, "esto puede ser un peligro potencial para enfermedades en el futuro".
Con un tiempo de incubación "muy heterogéneo", que va de una a tres semanas, y una mortalidad "muy baja", Ignacio Molina reitera su postura de que no hay motivos reales para que cunda la preocupación al haber inmunización parcial para la población más vulnerable.
Contagio y síntomas
El catedrático de la UGR apunta a dos canales de transmisión principales: "Las gotitas respiratorias –conocidas como gotas Flügge– y los fluidos corporales". Luego estarían los denominados aerosoles, que son las mismas que se liberan al hablar o respirar, pero que son más pequeñas. Y, se trata, "del principal medio de contagio del Covid y otras enfermedades respiratorias".
Por otro lado, Molina apunta como síntomas más frecuentes en las primeras fases el malestar general y la fiebre, aparta de la aparición de las características pústulas cutáneas, comúnmente conocidas como sarpullidos. "Es una enfermedad de evolución generalmente leve. No es nueva, pues apareció hace ya bastantes años, pero al estar tan localizada en África no habíamos estado tan expuestos a ella como ahora".