Una alumna del Centro Albayzín denuncia a un profesor por acoso sexual y escolar

La Delegación Territorial de Empleo asegura que se llevó a cabo una investigación con "falta de pruebas o testimonios que corroborasen dichos hechos"

Centro Albayzín Almanjáyar
Centro Albayzín de Almanjáyar | Foto: Google Maps
Sergio Rodríguez Acosta
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Una alumna del Centro Albayzín ha denunciado a un profesor del mismo por "acoso sexual y escolar". Marisa, su nombre ficticio, es estudiante del curso de regulación y afinación de piano, el cual se encuentra paralizado desde hace meses a raíz de su caso. La granadina relata el proceso vivido desde el inicio de la formación en octubre de 2023 y asevera que "he perdido la salud" por ello. Fuentes de la Delegación Territorial de Empleo de la Junta han explicado a este medio que se llevó a cabo una investigación con "falta de pruebas o testimonios que corroborasen dichos hechos".

"Soy desempleada de larga duración e inicié en 2023 el curso de afinación y regulación de pianos a través del SEPE para obtener un certificado de profesionalidad y poder intentar trabajar. Es muy específico, pues solamente estamos cuatro alumnos, tres chicas y un chico", expresa Marisa. La alumna indica que la situación con su docente empezó a ser "incómoda" porque se producían "roces, insinuaciones o susurros". "Llegabas por la mañana y te cogía, te manoseaba, te abrazaba y te besaba. Cosas totalmente fuera de lugar. Tú te callas porque estás en una situación de inferioridad y hace lo mismo a la salida", cuenta.

Marisa recuerda que confirmó que "no me estaba volviendo loca" cuando preguntó por esto a una de sus compañeras y ambas coincidieron en su visión. "La situación se fue agravando", señala la granadina, que hace hincapié en que las cabinas de afinación son "un espacio cerrado e insonorizado de dos metros en que te metes con él". Además, manifiesta que vivió una situación difícil cuando acudió una mañana antes de clase porque "me insistía mucho en que me fuese antes de horario para enseñarme a tocar el piano". "Me cerró la cabina y se puso encima susurrándome, hablándome y tocándome. Agradezco que no pasará más nada", añade. La mujer pone como ejemplo comentarios "hablándote de que si no se acuesta con su mujer, que la tiene muy grande y con la vasectomía hecha".

"El acoso sexual se convirtió en acoso escolar"

La estudiante asegura que se mantenía "callada por el miedo a que nos echarán del curso y perder el año". La formación hizo un parón en el verano de 2024 para retornar en septiembre. Marisa decidió que regresaría con la convicción de que "esto se va a acabar". "Puse distancia y el acoso sexual se convirtió en escolar", sostiene la mujer, quien habla de "humillaciones delante de los compañeros". "Creo que su objetivo era que me fuera, pero quedaba mes y medio de curso y ya tenía buscadas mis prácticas. No iba a abandonar", apostilla.

Tras un episodio en clase en el que "me empezó a faltar el respeto gritándome", Marisa optó por "pedir ayuda al centro". Apunta que "la jefa de estudios le quitó importancia al asunto y se posicionó de su lado. "La situación se agravó aún más porque él se sintió atacado por mí. Entraba llorando a la clase porque estaba asustada, esperando a que entraran los compañeros para no hacerlo sola. Me cambiaba los tipos de examen para que no fuera capaz de aprobar", declara. Asimismo, afirma que se encuentra con "tratamiento médico por esta causa".

Paralización del curso por dos veces

El detonante para la paralización del curso llegó el 25 de septiembre en un examen de peso en el que Marisa sostiene que el profesor denunciado "me dijo que había cambiado el tipo de examen". "Dije que no tenía por qué hacer un examen en condiciones diferentes a mis compañeros. Me fui a jefatura de estudios y presenté un escrito en el que pedí que activaran el protocolo antiacoso. En ese momento, la escuela toma la decisión de paralizar el curso y dijeron que el profesor estaba de baja", agrega.

La alumna explica que también acudió a la Delegación de Empleo y que se sintió "atacada" por la "responsable de prevención de riesgos laborales del centro". "Me preguntó que por qué no me había ido antes del curso y cómo había aguantado todo eso. Tomaron nota de lo que quisieron y no accedieron a recibir el escrito y todas las pruebas que tengo", incide. Asimismo, aclara que "en la denuncia está todo" y que la investigación no contó con los testimonios necesarios.

Con las clases suspendidas, la estudiante expone que trató de ver al "director de la escuela para que me dieran un mínimo de garantía de un entorno seguro para no tener que volver a un espacio de dos metros con ese hombre restregándose en mi espalda". "No me recibieron ni contestaron a mis escritos y correos. Me dijeron que me fuera a la Junta de Andalucía", asevera.

Después de dos meses, Marisa señala que que recibió "un correo el 25 de noviembre diciendo que se reanudaba el curso dos días después". "Me entró una crisis de ansiedad porque tenía que volver con ese hombre sin que nadie me escuchara. Mi doctora me dijo 'tu salud o el curso'. Cuando recibo el papel de la médica lo remito a la escuela y me trasladan que me comunique con la Junta. Entonces le digo a una mujer que esto se va a denunciar por la vía penal en el juzgado. El 26 mandaron otro correo diciendo que se volvía a parar el curso porque el profesor volvía a estar de baja", relata.

"He perdido todo. El curso, mi trabajo, mi proyecto y la salud. Pero esto no se puede silenciar. Simplemente quiero que se sepa que la escuela encubre a un acosador sexual y escolar", concluye Marisa, quien espera que la justicia le de la razón cuando se celebre el juicio.

La Delegación de Empleo asegura que la investigación concluyó por "falta de pruebas o testimonios"

Fuentes de la Delegación de Empleo de la Junta de Andalucía en Granada han manifestado a GranadaDigital que, cuando se recibió el escrito de Marisa, "ese mismo día, y ante la gravedad de los hechos denunciados, la Dirección Provincial del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) citó a la alumna con objeto de que aclarase personalmente tales circunstancias".

"La Dirección Provincial inició una investigación interna llevando a cabo las diligencias necesarias a fin de dilucidar la veracidad de los hechos denunciados. Paralelamente, como medida preventiva se paralizó el curso sine die hasta tanto no se esclareciesen los hechos", aportan estas fuentes, que afirman que se dio "audiencia a todas las personas implicadas, tanto a la alumna y al docente en cuestión, como al personal del centro y a los otros alumnos del curso".

Por otro lado, hacen hincapié en que " tras varias semanas de investigación, ante la falta de pruebas o testimonios que corroborasen los hechos y a la vista de todas las entrevistas mantenidas, la Dirección Provincial del SAE concluyó que no se aprecia la existencia de conductas o circunstancias que constituyan acoso sexual". Tampoco apreció "la existencia de acoso escolar, por lo que no se consideró que los hechos denunciados debieran desembocar en un procedimiento disciplinario contra el docente denunciado".

Las mismas fuentes indican que "el Defensor del Pueblo Andaluz estudió detenidamente la documentación remitida y concluyó que 'no observa que exista infracción de alguno de los derechos fundamentales y libertados que nos permita la adopción alguna de medidas', por lo que procedió a concluir sus actuaciones y cerrar el expediente".

Desde la Dirección Provincial del SAE recalcan que "en todo momento ha actuado con diligencia y según el procedimiento administrativo establecido, respetando las manifestaciones de la denunciante, la presunción de inocencia del denunciado y los derechos del resto de personas que se han visto afectadas por esta situación".







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