Más de 8.000 alumnos estrenan el curso 2021/22 en las escuelas infantiles de Granada
Este curso se ocuparán en la provincia alrededor de 8.100 plazas para el inicio del nuevo curso, que sigue marcado por el Covid
Este miércoles arranca el curso 2021/22 de la etapa educativa de 0 a 3 años en las escuelas infantiles de Andalucía con la escolarización de unos 79.000 alumnos en los centros sostenidos con fondos públicos de la comunidad andaluza. Una cifra que supone un leve incremento de las matriculaciones con respecto al curso pasado (1,07%), pero que deja más de 44.500 plazas libres de las 123.590 que ofertó la Consejería de Educación en el plazo ordinario de escolarización. No obstante, la convocatoria de plazas y bonificaciones a las familias estará abierta durante todo el curso en los centros adheridos que tengan vacantes disponibles, que son la mayoría.
En lo que respecta a la provincia de Granada, las matriculaciones en la etapa de 0 a 3 años han crecido en más de 600 solicitudes en relación a septiembre de 2020. En total, este inicio de curso se ocuparán unas 8.100 plazas de las 12.054 ofertadas, frente a las 7.474 con las que comenzó el anterior. Esto significa que alrededor de 3.970 plazas quedarán vacantes, es decir, hay actualmente una desocupación en las escuelas infantiles de la provincia de Granada del 32,9%.
El que comienza es el segundo curso marcado por el Covid-19 tras la experiencia del pasado año, ya que apenas se registraron incidencias en los centros de primer ciclo de educación infantil. Por ello, y siguiendo con las directrices del año pasado, las escuelas infantiles mantendrán el estricto protocolo higiénico-sanitario para hacer de las aulas un lugar lo más seguro posible para los pequeños y sus familias.
Precisamente, el primer mensaje de José Luis Victorio, presidente de Coordinadora de Escuelas Infantiles de Andalucía (CEI-A) es de “gratitud al sector, por el enorme esfuerzo realizado para arrancar un nuevo curso con todas las garantías, pero también a las familias que han matriculado a sus hijos por la confianza depositada en los centros educativos de 0 a 3 años autorizados”. Así, Victorio recordó que, a pesar de las medidas de seguridad establecidas y el “normal” funcionamiento de los centros el curso pasado, que apenas presentaron incidencias, “la demanda de estos centros aún está muy por debajo de lo esperado”.
“De nuevo, afrontamos un inicio de curso complicado, pero desde las escuelas infantiles queremos seguir animando a las familias a que confíen en los profesionales de la etapa educativa de 0 a 3 años, que el pasado curso (que concluyó el 31 de julio) ofrecieron lo mejor de ellos para que los más pequeños disfrutaran de juegos y de sus amigos al mismo tiempo que crecían y aprendían en un entorno muy seguro”, señaló el presidente de CEI-A.
“Fue increíble presenciar el nivel de adaptación de los niños, que han interiorizado rutinas de higiene y cuidados desde el primer día, así como las familias, que han respetado los protocolos y han puesto todo de su parte para que esta nueva normalidad fuese la tónica predominante”. Por ello, el presidente de CEI-A apostó por seguir avanzando hacia la vida antes de la pandemia. “Estamos volviendo a todas las actividades previas antes de la aparición del virus y eso, junto con la vacunación y la prevención, tiene que ir de la mano del retorno a lo que tenían antes los niños, que también tienen derecho a compartir sus juegos con amigos y a seguir aprendiendo en su escuela de confianza”.
Un año más, las familias dispondrán de bonificaciones que van desde el 13% del importe de la plaza escolar (para todas las familias, independientemente de sus ingresos) hasta la gratuidad total, dependiendo del nivel de renta. Aunque el coste del precio por plaza para la administración es de 320 euros, las familias que tengan que abonar el tramo más alto del servicio educativo pagarán 209,71 euros mensuales (278,88 euros con comedor).
Sin embargo, Victorio lamentó que el curso comience igual que acabó, con retrasos en los pagos a los centros por parte de la Junta de Andalucía. “No puedo olvidarme que, a la desocupación de plazas que sufren los centros, hay que añadir los continuados retrasos en los pagos que la Consejería de Hacienda tiene que hacer a las escuelas infantiles, así como la cantidad de trabas y burocracia que ralentizan estos abonos y que, en algunos casos, están poniendo en peligro la apertura de los centros”.