Los amagos de reacción no son suficientes ante un Unicaja incontestable (68-84)

El Covirán Granada trató de plantear un partido muy físico, pero sus continuos fallos desde el triple lo condenaron a la segunda derrota del año

Coviran Granada Unicaja Malaga
Imagen del encuentro entre el Covirán Granada y el Unicaja en el Palacio | Foto: Antonio L. Juárez
Ainoa Morano
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Como diría el himno de Unicaja, "pasan los años" y la historia no parece querer cambiar. El Covirán Granada sigue una temporada más sin encontrar la forma de derrotar a un Unicaja incontestable. Se vieron momentos positivos, pero la sensación general tras esta segunda jornada de la ACB sigue siendo preocupante.

Inicio muy positivo del Covirán Granada. Poco o nada se pareció el primer cuarto presenciado este domingo en el Palacio al visto hace justo una semana en el Palau. Los rojinegros partieron de una defensa muy intensa y una concentración excelsa para aguantar el acierto inicial de Dylan Osetkowski. El jugador cajista anotó él solo los primeros siete puntos de su equipo, pero los granadino supieron resistir con dos triples de Amine Noua y Sergi García. El ala-pívot francés fue uno de los jugadores más destacados en el partido, no solo por su acierto en el plano ofensivo, sino por ser el único que en los primeros compases del juego se atrevía a tratar de romper la férrea defensa de los malagueños.

Aunque el juego en los primeros minutos fue algo trastabillado, en el ecuador del periodo, el Covirán Granada apostó por un juego más dinámico, metiendo muchas manos y cortando varias acciones de su rival. Los de Ibon Navarro trataron de sentenciar a su rival por la vía rápida. Triple tras triple, los cajistas iban aumentando su renta en el marcador, pero esta vez los de Pablo Pin supieron mantenerse en el partido para cerrar el primer cuarto con el 15 a 22.

Ya en el segundo acto, los rojinegros recortaron distancias desde el tiro libre y con un esfuerzo titánico de Gian Clavell por hacerse un mínimo hueco en el juego interior. Con el 19 a 25 en el marcador, ambos equipos encadenaron varios minutos de fallos ofensivos, dejando el resultado completamente estancado. Movió el banquillo Pablo Pin, pero los puntos no llegaban. A falta de 5:22 para llegar el descanso y tras una canasta de Kendrick Perry, el técnico rojinegro decidió para el partido por primera vez. Pin veía que el planteamiento no funcionaba y solo era un adelanto de lo que estaba por llegar. Las fuerzas de los locales flaquearon y los visitantes encontraron su momento ideal para hacer daño como ellos saben. Corriendo la pista, metiendo manos, con transiciones rápidas y con tiros completamente liberados, los cajistas pusieron la sexta marcha para distanciarse en el marcador sin apenas pestañear. Solo Elías Valtonen trató de frenar la ofensiva rival con dos triples consecutivos, pero el esfuerzo de uno solo no es suficiente. Con unos últimos minutos desastrosos en defensa del Covirán, el Unicaja se marchó a vestuarios con una gran ventaja en el luminoso (29-45).

La derrota era ya esperada. No solo por los antecedentes, que son ya 17 años sin vencer a los malagueños, sino también por las sensaciones. Aunque se hubiese peleado quince minutos, el tramo final del segundo periodo avivaba los fantasmas del pasado, unos fantasmas que no se marcharon tras el descanso. Unicaja no quitó el pie del acelerador en ningún momento. Si bien es cierto que se vieron algunos destellos positivos en el Covirán. Rubén Guerrero al fin sacó la garra que tanto demandaba Pablo Pin y durante unos minutos fue capital para que los rojinegros mantuviesen un cierto ritmo en la anotación. Por unos momentos se soñaba con la remontada. Un triple de Gian Clavell y otro de Rousselle levantaron a un Palacio de Deportes que aun no había entendido que el baloncesto había regresado a Granada y que el equipo necesitaba su apoyo.

Levantó Rousselle a la grada con varios gestos, por un instante se vislumbró la luz al final del túnel, pero solo fue un oasis en la tormenta que Unicaja tenía preparada. Los minutos de bloqueo en el juego regresaron tras una bandeja fallado por Elías Valtonen completamente solo y una falta sobre Amine Noua que llevó al equipo al bonus. Apagón total que permitió a los malagueños cerrar el periodo con más 17 en el marcador (51-68).

Con tan solo diez minutos para acabar el derbi andaluz, la entrada de Agustín Ubal en pista dio algo de energía a un Covirán Granada que continuaba completamente negado de cara al aro. El mejor ejemplo fue en una de las primeras acciones del periodo. Los rojinegros tuvieron hasta cuatro rebotes ofensivos a su favor que acabaron en absolutamente nada. También un robo de Sergi García que, en lugar de hacer una bandeja viendo que su defensor corría tras él decidió asistir a Ubal que, a su vez, repitió acción pasando la patata caliente de nuevo a García. La acción acabó en una nueva posesión para los cajistas. Los triples intentados y errados se sucedían en un conjunto local que, a duras penas, sumaba puntos para ir recortando distancias. Se llegaron a colocar a 15 puntos, pero una antideportiva sobre Vicedo terminó de romper el encuentro. Las protestas de Pablo Pin de nada sirvieron. El partido estaba completamente perdido casi desde el segundo cuarto. (68-84).

Ficha del partido:

Covirán Granada: Bamforth, García, Noua, Wiley, Valtonen - quinteto inicial - Vicedo, Rousselle, Clavell, Ubal, Aurrecoechea, Tomàs, Guerrero

Unicaja: Osetkowski, Kalinoski, Barreiro, Perry, Sima - quinteto inicial- Pérez, Balcerowski, Ejim, Taylor, Carter, Djedovic, Tillie

Parciales: 15-22; 14-23 - descanso - 22-23; 17-16

Árbitros: Antonio Conde, Arnau Padrós y Vicente Martínez.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 2 de la ACB disputado en el Palacio de Deportes de Granada ante 7.743 espectadores.

 







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