Amplio dispositivo de seguridad para evitar incidentes en la celebración de la Toma

La ciudad de Granada celebrará este jueves 2 de enero el 'Día de la Toma', que conmemora la conquista de la ciudad nazarí por parte de los Reyes Católicos en el año 1492 y el fin de la ocupación musulmana a la Península Ibérica, con un amplio dispositivo de seguridad para evitar que se produzcan incidentes durante los actos de homenaje.

Aunque no se tiene noticia de la posible presencia de grupos extremistas, en la reunión de la Junta Local de Seguridad celebrada la semana pasada para terminar de perfilar el dispositivo de seguridad de Navidad, el llamado 'Plan Reno', se acordó no permitir ningún símbolo radical que pueda incitar a la violencia, así como cualquier instrumento de megafonía o bocinas, que serán confiscados.

A esta reunión asistieron responsables de Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Autonómica y Policía Local, cuerpos de seguridad que perfilaron el dispositivo para el Día de la Toma. También se acordó reforzar el servicio del Centro de Coordinación de Emergencias 112 "de forma que cualquier incidencia se llevará al servicio integrado para garantizar la coordinación".

El concejal encargado de portar el Estandarte Real este año será el edil del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Granada Jacobo Calvo Ramos, quien custodiará y trasladará el símbolo por las calles de la ciudad.

Este año, a diferencia de los últimos, no se realizará un desfile de Moros y Cristianos, según han informado fuentes del Ayuntamiento de Granada a Europa Press, como se venían celebrando desde unos años atrás.

En las últimas celebraciones de la festividad, las cuadrillas de las localidades granadinas de Benamaurel, Zújar y Cúllar recorrían las calles de Granada con motivo de la celebración del Dos de Enero. En la última celebración también fueron invitadas agrupaciones del municipio murciano de Caravaca de la Cruz.

Por otra parte, si está prevista la presencia de nuevo de un destacamiento del cuerpo militar de La Legión, que volverá a desfilar como lo hizo en anteriores ediciones por la Plaza del Carmen. El Teniente General del Mando de Adiestramiento y Doctrina del Ejército, Jerónimo de Gregorio, y el alcalde, Luis Salvador, pasarán revista a las tropas.

Quien volverá a visitar Granada con motivo de la celebración, como ya lo hiciera el año pasado, será el secretario general del partido político Vox Javier Ortega Smith. Así lo confirmaron a Europa Press fuentes del partido el pasado 30 de diciembre. Smith repite así su presencia en esta celebración, cuya fecha fue propuesta por Vox como nueva celebración del Día de Andalucía, en sustitución al actual 28 de febrero. El secretario general de la formación participó antes de que se iniciaran los actos oficiales del 'Dia de la Toma' junto con afiliados y simpatizantes del partido en una conmemoración propia del Día de la Toma en la Plaza del Carmen.

Acto paralelo

En paralelo, la plataforma Granada Abierta ha organizado, a partir de las 11,00 horas en la Fundación Euroárabe, una nueva edición de su acto alternativo a la conmemoración de la Toma, con el nombre de 'Toma no Mariana si', y han considerado la celebración de la conquista de la ciudad como una "fiesta sectaria y excluyente" que debería ser sustituida en el calendario festivo local por el 26 de mayo, día de Mariana Pineda, "símbolo de igualdad y libertad".

La plataforma también ha pedido al Ayuntamiento de Granada que incluya la lectura de un manifiesto por la convivencia desde el balcón municipal. Este gesto supondría, según el colectivo, "un primer paso adelante para empezar a cambiar la fiesta por una celebración democrática y abierta a toda la ciudadanía".

Por otro lado, en contra de la celebración de este día festivo en la ciudad, la asociación Nación Andaluza Granada ha solicitado al Ayuntamiento que sustituya la denominación actual del teatro municipal, el 'Teatro Isabel La Católica', por 'Teatro Rey Boabdil'.

Para la asociación, esta reina "incumplió el tratado firmado entre Castilla y el último territorio andalusí y obligó a la conversión forzosa de miles de personas de toda Andalucía a la religión católica", por lo que piden que el teatro "honre la memoria del último rey nazarí andalusí, que sufrió la persecución cultural, la desposesión de sus bienes e incluso la expulsión de su tierra durante los siglos XVI y XVII".