Andalucía, ante sus municipales más abiertas a dos meses de las autonómicas
Al margen de su incidencia directa en la configuración del nuevo mapa político municipal, el resultado de las urnas en clave regional se interpretará inevitablemente en clave de apoyo o rechazo a la actitud de los partidos en el Parlamento andaluz
Andalucía afronta este domingo las elecciones municipales más abiertas de las últimas décadas marcadas por la irrupción en el panorama político de los nuevos partidos y por la cercanía de los comicios autonómicos celebrados hace apenas dos meses y que no han permitido constituir nuevo Gobierno andaluz hasta el momento tras tres votaciones en el Parlamento en las que no ha prosperado la investidura de la socialista Susana Díaz.
Hace cuatro años, el PP-A logró su primer triunfo de la historia a nivel andaluz en elecciones de ámbito local, con el 39,36 por ciento de los votos, más de seis puntos por encima de los socialistas, lo que le permitió alcanzar el gobierno con mayoría absoluta en las ocho capitales de provincia y en cinco diputaciones provinciales, Almería, Cádiz, Córdoba, Granada y Málaga.
Con un escenario muy diferente al de entonces por la irrupción en el panorama político andaluz de Podemos y Ciudadanos (C's), la formación que lidera Juanma Moreno aspira a repetir como fuerza más votada a nivel regional y en las principales ciudades de la comunidad, aunque es consciente de la dificultad de reeditar buena parte de las mayorías absolutas actuales y de que tendrá que buscar pactos para mantener muchos gobiernos municipales.
El objetivo del PSOE-A es seguir en las municipales la senda de los triunfos obtenidos con Susana Díaz al frente en las europeas de hace un año y las autonómicas de hace dos meses y recuperar el gobierno de las diputaciones provinciales perdidas hace cuatro años y de varias ciudades importantes, si es necesario a través de pactos. Los socialistas aspiran a ser la fuerza más votada en capitales como Sevilla y Huelva.
En paralelo, los socialistas esperan que el resultado del 24M refleje un retroceso del apoyo electoral al resto de partidos con representación en el Parlamento andaluz, PP-A, Ciudadanos, Podemos e IULV-CA, que permita que cambien de actitud y facilite la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta tras tres intentos sin éxito desde abril.
PODEMOS Y CIUDADANOS BUSCAN CONSOLIDARSE
Por su parte, Podemos, que no concurre con su marca a las municipales pero apoya agrupaciones de electores en las principales ciudades, aspira a consolidar su resultado del 22 de marzo con la expectativa de convertirse en fuerza determinante para el gobierno municipal en ciudades como Cádiz, donde fue el partido más votado en las autonómicas de marzo.
Ciudadanos, que concurre en 110 municipios de toda Andalucía, busca trasladar al ámbito local su decisiva irrupción en el Parlamento autonómico y lograr representación directa en las principales ciudades, así como en las diputaciones provinciales, lo que puede situarla como llave para la conformación de gobiernos.
En cambio, IULV-CA, una fuerza que tradicionalmente ha demostrado un fuerte arraigo municipal, busca frenar este 24 de mayo el retroceso sufrido hace dos meses en las autonómicas y mantener presencia significativa en las capitales y las diputaciones provinciales, así como alcaldías en municipios menores.
CON LA INVESTIDURA DE SUSANA DÍAZ EN EL HORIZONTE
Al margen de su incidencia directa en la configuración del nuevo mapa político municipal, el resultado de las urnas en clave regional se interpretará inevitablemente en clave de apoyo o rechazo a la actitud de los partidos en el Parlamento andaluz, traducida hasta ahora en que la socialista Susana Díaz no haya podido ser investida presidenta pese a ser la fuerza más votada en las autonómicas.
La propia Díaz ha reiterado a lo largo de toda la campaña el mensaje de que los andaluces castigarán en las urnas al que denomina como "bloque del no", integrado por PP-A, Podemos, Ciudadanos e IULV-CA, y ha llegado a vaticinar que, una vez superado el 24M, podrían cambiar su actitud en el Parlamento andaluz para desbloquear la investidura antes del 5 de julio y evitar la repetición de las elecciones autonómicas.