Andalucía cierra 2022 con 25 fallecidos más en accidentes de tráfico que en 2021

Andalucía ha cerrado el año 2022 con 25 fallecidos más en las carreteras de la región en accidentes de tráfico que en el año previo, según el balance anual de siniestralidad vial presentado este lunes por el Ministerio del Interior.

De esta forma, la región registra el segundo mayor ascenso en el número de víctimas respecto al 2021 en términos absolutos, con una subida de 25 muertos, precedida por Castilla y León (+40) y seguida por Castilla-La Mancha (+15). A nivel nacional, el año 2022 ha finalizado con 1.145 fallecidos en las carreteras españolas, lo que supone un incremento del 14% respecto a las cifras de 2021, cuando fallecieron 1.004 personas.

Por comunidades autónomas, han aumentado las personas fallecidas en Castilla y León (40 más); Andalucía (25 más); Castilla-La Mancha (15 más); Región de Murcia (9 más); Aragón (7 más); Comunidad Foral de Navarra (5 más); Cantabria (4 más); Galicia (1 más); y Canarias (1 más). Sin embargo, han descendido en la Comunidad de Madrid (20 menos), Cataluña (18 menos); País Vasco (13 menos), La Rioja (6 menos); Extremadura (6 menos) y la Comunidad Valenciana (1 menos).

Durante la presentación de los resultados que ha tenido lugar en la sede de la Dirección General de Tráfico (DGT), el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha señalado que en 2022 se produjeron 1.042 siniestros mortales en las carreteras españolas, en los que fallecieron 1.145 personas y otras 4.008 resultaron heridas graves.

El ministro ha comparado los datos de 2022 con los de 2019, primer año prepandemia sin restricciones a la movilidad. Así, ha destacado que las cifras de 2022 representan 44 fallecidos más, un 4% más, y 425 heridos graves menos, un 10% menos, que en 2019.

"Toca analizar las cifras y seguir trabajando para atajar las causas, reducir los fallecimientos y contribuir también a concienciar a la ciudadanía sobre el drama de los siniestros viales y sus dolorosas consecuencias", ha apuntado Marlaska.

En este punto, ha defendido que la siniestralidad en carretera "nunca es buena" y ha sentenciado que "solo un muerto es demasiado". "Tres fallecidos cada día es una cifra que nos debe hacer reflexionar y seguir trabajando con el único objetivo de reducir este balance inaceptable", ha apostillado.

Movilidad, parque y censo de conductores

En cuanto a la movilidad, durante el pasado año se registraron 439,8 millones de movimientos de largo recorrido por carretera, lo que supone un 3% más que los realizados en 2019 (427,1 millones). Asimismo, el parque de vehículos se ha incrementado en un 3,6% respecto a 2019, llegando a los 35,6 millones de vehículos, y el censo de conductores ha aumentado un 0,82%, hasta los 27,5 millones de conductores.

Por tipo de vía, las carreteras convencionales siguen siendo las que más fallecidos registran. Respecto a 2019, han aumentado los fallecidos en carretera convencional, un 5% más, que en autopista y en autovía, un 3% más.

En concreto, en 2022 un total de 833 personas fallecieron en accidentes de tráfico en vías convencionales, el 73% del total, y 312 en autopista y autovía, el 27%. De este modo, de cada cuatro fallecidos, tres han sido en carretera convencional y uno en autopista y autovía. Por tipo de accidente, la salida de vía supone casi la mitad de los fallecidos, el 42% del total. Los fallecidos por esta tipología han aumentado un 13% respecto a los registrados en 2019.

Se reducen los fallecidos vulnerables

Según el tipo de usuario, la tendencia ha cambiado de los últimos años, ya que en 2022 se han reducido en un 5% los fallecidos vulnerables y han aumentado un 10% los fallecidos en turismo. En el cómputo global, han fallecido 422 usuarios vulnerables, 22 menos que en 2019. Este descenso se ha producido de forma significativa en los motoristas, con 251 fallecidos, 35 menos que en 2019.

No obstante, los peatones fallecidos han aumentado, 126 en 2022 frente a los 118 de 2019, lo que significa que uno de cada diez fallecidos en carretera eran peatones. Más de la mitad de ellos fueron en autopistas y autovías (58, cinco más que en 2019); más de tres de cada diez fallecidos en estas vías rápidas lo fueron cuando se habían viajado del vehículo; y ocho de los 126 peatones fallecidos hacía uso de prende reflectante.

En cuanto a los ciclistas, han aumentado los fallecidos. En total, han sido 44 los usuarios de bicicleta muertos, lo que supone cuatro fallecidos más que en 2019. Sobre la valoración de este cambio de tendencia de los últimos años, reduciéndose los usuarios vulnerables fallecidos pero aumentando los muertos en turismo, Marlaska ha afirmado que lo van "a evaluar" y que van a "trabajar adecuadamente" con los profesionales del Tráfico.

"En los últimos años hemos hecho un trabajo importante respecto a los vulnerables y a los motoristas en particular, desde ese punto de vista vemos una satisfacción al respecto. Por el contrario, se ha incrementado el número de fallecidos en vehículos de cuatro ruedas, incluso se ha aumentado el porcentaje de los que no hacían uso del cinturón de seguridad", ha advertido.

En este punto, el ministro ha subrayado que "es pronto" para realizar una evaluación más concreta al respecto. "Entre los vulnerables también tenemos que seguir trabajando de una forma decidida, los peatones y ciclistas se han incrementado", ha comentado.

Por franja de edad, los mayores descensos de fallecidos se producen en los grupos de 25 a 34 años con una disminución de un 11%; y de 45 a 54 años, con una reducción de un 9%. La franja de edad que más aumenta es la de 55 a 64 años, con 197 fallecidos, un 23% más que en 2019 (160).

El año pasado, el 56% de los fallecidos se registró en día laboral (641 víctimas mortales), días en los que también se ha observado un mayor aumento de la movilidad (más del 4%). Además, 142 personas que viajaban en turismo y furgoneta (25%) no llevaban el cinturón de seguridad en el momento del accidente, tampoco hacían uso del casco nueve ciclistas y cinco motoristas.

Las cifras presentadas por el ministro son provisionales y referidas solo a los accidentes mortales ocurridos en vías interurbanas y víctimas registradas hasta las 24 horas posteriores a producirse el siniestro.