Andalucía recicla cerca de 17.500 toneladas de aceites industriales usados en 2014

La cantidad de aceite usado recuperada en la región es, al menos, similar a la estimación de la cantidad generada, teniendo en cuenta que el aceite industrial, durante su uso, pierde algo más de la mitad de su volumen.

aceite de oliva
Foto: Archivo GD
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Andalucía ha reciclado cerca de 17.500 toneladas de aceites industriales usados durante 2014, procedentes de casi 13.000 puntos generadores, según la empresa encarga de su gestión Sigaus.

En la Comunidad andaluza, se consumen cada año alrededor de 31.000 toneladas de aceites industriales. El consumo de estos lubricantes, tanto en los vehículos como en los procesos y maquinarias industriales, viene generando en esta región cerca de 18.000 toneladas de aceites usados anuales.

Se trata de un residuo peligroso y con un alto potencial contaminante, de cuya gestión se encarga Sigaus, que garantiza un servicio universal de recogida en todos los puntos generadores, que en Andalucía ascendieron a casi 13.000 establecimientos durante 2014, repartidos en 621 municipios. Cerca del 60 por ciento de estos puntos productores fueron talleres mecánicos.

Andalucía es, tras la Comunidad de Madrid y Cataluña, la comunidad autónoma con mayor consumo de aceite industrial en España. Durante 2014, las empresas fabricantes adheridas a Sigaus (que representan un 90% del mercado total) comercializaron en esta región 31.323 toneladas, representando el 11,25 por ciento del total puesto en el mercado nacional.

La cantidad de aceite usado recuperada en la región es, al menos, similar a la estimación de la cantidad generada, teniendo en cuenta que el aceite industrial, durante su uso, pierde algo más de la mitad de su volumen.

En términos de generación, el 64 por ciento del residuo se produjo en grandes focos (términos municipales que generan más de cien toneladas al año), y que suponen tan sólo 35 municipios. En cambio, un 19 por ciento del aceite usado provino de forma muy dispersa de pequeños núcleos rurales (localidades con menos de 30.000 habitantes y menos de 150 habitantes por kilómetro cuadrado), en total 430 municipios, que representan el 69 por ciento de los municipios totales atendidos, y en los que se ubican el 31 por ciento de los establecimientos a los que Sigaus dio servicio en Andalucía.

De ellos, el sistema de recogida articulado llegó a 326 municipios rurales de pequeño tamaño (menos de 5.000 habitantes), en los que se recogieron 1.423 toneladas. Aunque es una cantidad menor en el contexto de toda Andalucía, supone un volumen significativo de residuo (más del que se recogió, por ejemplo, en toda la ciudad de Málaga), con un elevado potencial contaminante.

Otro ejemplo de la dispersión en la generación del aceite usado es que se realizaron recogidas en 237 municipios considerados por la Unión Europea (UE) como 'zona desfavorecida' por sus condiciones de montaña, en los que se atendió a 3.352 puntos productores de este residuo.

Por tipologías de productor, según los datos registrados por el sistema de información tecnológico de Sigaus, el 56,5 por ciento de los establecimientos en los que se prestó servicio fueron talleres mecánicos (7.237 talleres), siendo además la actividad de mayor generación de aceite usado en esta comunidad (44% del total recogido). El resto de las recogidas tuvieron lugar en otro tipo de actividades que, sin embargo, sumaron más de 5.500 puntos productores de muy diversa índole, como industria, agricultura, comercio, transporte o construcción.

BENEFICIOS AMBIENTALES

De la cantidad total recuperada en Andalucía, el 83,1 por ciento (14.532 toneladas) fue destinado a procesos de regeneración, aplicando el 'principio de jerarquía' de residuos que establece la normativa vigente, y que considera este tratamiento como prioritario estableciendo un objetivo de tratamiento del 65 por ciento de los aceites usados recogidos regenerables. Un objetivo ecológico que Sigaus no sólo ha cumplido, sino que ha superado en 18 puntos porcentuales en esta región.

Gracias a este tratamiento, que consiste en un refino del aceite usado para eliminar agua, sedimentos, metales pesados y otros compuestos químicos, se obtienen nuevas bases lubricantes que se aplican en la fabricación de nuevos aceites industriales, retornando el residuo al inicio de su ciclo de vida, en lo que constituye un perfecto ejemplo de "economía circular".

Este proceso sustituye a la fabricación de lubricantes mediante el refino del petróleo, generando, además, menos CO2 y gastando menos energía que éste. Así, con la cantidad de aceite usado recogido en Andalucía que Sigaus regeneró, se obtuvieron 9.700 toneladas de nuevos lubricantes, suficientes como para realizar el cambio de aceite a 2,4 millones de turismos.

Otra de las vías de tratamiento del residuo es la valorización energética, proceso con el que se fabrica combustible de uso industrial, y que es utilizado en grandes hornos en cementeras, papeleras, materiales de construcción o en centrales térmicas de cogeneración eléctrica. Concretamente, las 2.947 toneladas de aceites usados destinadas a la valorización energética a través de Sigaus durante el pasado año han permitido la generación de una energía equivalente a 32 GWh, que es el consumo anual de cerca de 7.500 hogares españoles de tipo medio.

Estos beneficios ambientales son posibles gracias a la financiación de las actuaciones de la industria gestora que lleva a cabo Sigaus, desde la fase de recogida al tratamiento final. Sigaus es una entidad sin ánimo de lucro, que dedica a la gestión del aceite usado el cien por ciento de sus ingresos, procedentes a su vez de una aportación que realizan sus fabricantes asociados, y que se repercute en el precio de los lubricantes puestos en el mercado, de acuerdo con la ley.