Andalucía, tercera comunidad que más demanda dispositivos de vigilancia en España
Sevilla y Málaga son las ciudades en las que más uso se hace de esta tecnología
Andalucía es la tercera autonomía que más tecnología asociada a la seguridad y el contraespionaje consume de España, con un 16% del consumo total durante los últimos doce meses, según se desprende del último informe de Espiamos.com.
La comunidad andaluza solo es superada por Madrid (28%) y Cataluña (17,3%), y aparece muy por delante de Comunidad Valenciana (10,5%) y Castilla y León (4,3%).
Alhaurín de la Torre, sorpresa en la Andalucía espía
Atendiendo a las estadísticas particulares de Andalucía el Observatorio Espiamos desvela que Sevilla y Málaga son los territorios andaluces en los que más uso se hace de esta tecnología con un 43,5% del total de las ventas en la región. Ambas provincias también escalan en el top5 de provincias más preocupadas por su seguridad en España. Acumulan un 5,3% y 2% de las ventas totales del país y ocupan el tercer y quinto lugar respectivamente.
Sin embargo, el dato más sorprendente en Andalucía es la presencia del municipio de Alhaurín de la Torre en quinta posición y un 2,7% de las ventas totales de dispositivos en Andalucía, por delante de ciudades como Almería, Huelva, Jerez o Marbella.
En cuanto al tipo de tecnología, el 41% corresponde a minicámaras espía, por delante de otros dispositivos como grabadoras de audio y micrófonos (26%), localizadores GPS (23%), dispositivos de contraespionaje (8%) u otros artículos de vigilancia (2%).
De hecho, el artículo más demandado es una cámara espía HD con visión nocturna con un precio que supera ligeramente los 200 euros, un dispositivo con autonomía ilimitada que graba por detección de movimiento, sonido o vibración, y que puede preprogramarse a una hora y fecha concretas.
El perfil son hombres entre 35 y 44 años
En cuanto al perfil del consumidor andaluz, el estudio de Espiamos.com revela que los hombres acumulan el 70,5% de las ventas. Por tramos de edad las personas comprendidas entre los 35 y 44 años representan el 36%, seguidos de los jóvenes entre 25 y 34 años (24,5%) y adultos entre 45 y 54 (21%).
Desde Espiamos subrayan que “pese al incremento generalizado del consumo, todavía existe desconocimiento sobre las posibilidades reales de este tipo de tecnología”.
Como ejemplo destacan que “una cámara microscópica que se pueda integrar en casi cualquier objeto puede ser muy útil en un caso de acoso escolar, pero también en el mundo de la agricultura o la ganadería. Los usos potenciales son muy amplios”.