Andrés Cárdenas: "Periodista, esa profesión"

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Andrés Cárdenas
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“Creo que no hay nada más bonito que contar las cosas. Yo lo hago por vocación, con convencimiento, con pasión. Soy periodista porque no sé ser otra cosa, porque me encanta no querer ser otra cosa, porque me parece la profesión más maravillosa del mundo. Soy periodista porque siempre he querido ser periodista, porque me siento periodista esté o no trabajando. Igual no tengo la mejor de las nóminas, pero sí podrán envidiar lo locamente enamorada que estoy de mi profesión”. Las palabras son de María Ruiz, que de no haber sido periodista habría sido esa canguro capaz de dormir a niños rebeldes a base de contarles historias. Son palabras de una colega que, tras las elecciones llevadas a cabo hace unos días en la Asociación de la Prensa de Granada, ha visto crecida su ilusión por esta profesión tan vapuleada últimamente por las circunstancias.

Verán, unos compañeros me propusieron hace unos meses encabezar una candidatura para ser presidente de la Asociación de la Prensa. La profesión, todos los sabemos, está peor que nunca. Estamos en un momento crítico. La mayoría de los grupos de medios de comunicación pasan por una situación casi insostenible. Han caído a niveles alarmantes la difusión y la publicidad y todo el mundo da casi por hecho de que el papel, mi querido papel, ha pasado a la historia. Yo particularmente creo que eso no sucederá, que los periódicos de papel seguirán existiendo, aunque de manera más restringida. Y, por supuesto, seguirán teniendo su enorme influencia en la información. Hoy, todavía, los grandes temas que se discuten en los demás medios han salido antes reflejados en los periódicos. En cuanto a la profesión, se está produciendo el relevo entre la vieja guardia (aquellos que aún escriben en los periódicos de papel) y los jóvenes que han nacido en la era digital y conciben la información de otra manera, aún no se sabe si la mejor.

Pero me desvío del tema. Les decía que unos colegas me propusieron que fuera yo el presidente de la Asociación de la Prensa. Mi vida personal pasa ahora por un momento dulce y relajando puesto que no me agobia el día a día del periodismo de trinchera que he ejercido durante los últimos 35 años de mi vida. También colaboro esporádicamente con el Área de Comunicación del Colegio de Médicos, cosa que me permite, junto con mis columnas semanales en este periódico, matar el gusanillo de la profesión, como vulgarmente se dice. Además, dentro de poco voy a ser abuelo. Por eso no tenía ganas de meterme en más fregados. Y por eso les dije a esos compañeros, en un principio, que no, que buscaran a otros socios más jóvenes capaces de llevar a cabo la tarea de ilusionar al colectivo. Su insistencia me hizo reconsiderar mi actitud, sobre todo cuando me dijeron que no había nadie dispuesto a tomar las riendas de esta institución a la que tanto quiero. Pero días más tarde me entero de que un grupo de jóvenes colegas había elaborado una nueva candidatura. Si les digo la verdad, me sentí aliviado. Me reuní con algunos de ellos (José Antonio Barrionuevo, Ana Fuentes Prior y Daniel Olivares) para llevarles una propuesta y decirles que, ya que había gente empeñada en que yo fuera el próximo presidente, se podría pensar en hacer una candidatura conjunta: yo aportaría experiencia (lo único que tengo) y ellos su ilusión y sus ganas de trabajar. Ellos fueron claros desde el principio: “Creemos que ha llegado nuestro momento”, dijeron. Por un momento recordé que era lo mismo que yo le dije hace casi 25 años a mi querido Rafael García Manzano, por entonces presidente de la Asociación de la Prensa, cuando un grupo de jóvenes periodistas le dijimos que había llegado nuestro momento de tomar las riendas del colectivo. Recordé los versos de José Emilio Pacheco, fallecido el pasado lunes, en su poema ‘Antiguos compañeros se reúnen: “Ya somos todo aquello/contra lo que luchamos a los 20 años”. En ese momento me di cuenta de que yo me había convertido en todo aquello contra lo que luché hace 25 años. En cuanto a aquella entrevista, me produjo una sensación agradable comprobar los emocionados que estaban los tres jóvenes colegas y las ganas que tenían de trabajar por este oficio. Por eso le animé a que siguieran adelante con su proyecto y les dije que así yo me libraba del compromiso contraído y declinaba en mi intención de encabezar una candidatura. Luego, otro grupo de colegas, en los que se mezclaba la juventud y la veteranía, elaboraron una lista en la que me pidieron que fuera con ellos, pero no ya como posible candidato. Acepté. Me pareció una buena opción: podía aportar algo al colectivo desde la tranquilidad que da la retaguardia.

Pero lo que resultaba increíble es que en pocos días se hubiera pasado de no haber nadie para sustituir a Encarna Ximénez de Cisneros a haber dos candidatos. Jamás en la Asociación de la Prensa había pasado algo parecido en los cien años de su historia. ¡Y cuando peor está la profesión! ¿Qué estaba pasando? Seguramente los periodistas granadinos se han dado cuenta de que es mejor estar unidos ante la adversidad que ir por libres. Sé que muchos colegas se han dado de baja últimamente en la Asociación porque consideran que es algo que no sirve para nada. Y que otros que no creen en el asociacionismo nunca han formado parte de ella. Pero estos dos grupos que se han presentado a las elecciones liderados por Rita Marín y José Antonio Barrionuevo, merecían que pensáramos al menos un poco en lo que el futuro nos depara.

Una de las candidaturas (en la que yo iba) era considerada continuista y otra más renovadora, con personas que nunca han ocupado puestos directivos en la Asociación. El porcentaje de votación alcanzó casi el 90 por ciento. Casi todos los socios fueron a votar. Al final ha ganado la encabezada por José Antonio Barrionuevo en una lid modélica y digna de admiración. Y es que todos perseguimos los mismos objetivos, somos personas que desean que a esta profesión no se la maltrate más, que buscan la dignidad perdida en estos últimos años en los que para las empresas somos más que nunca carne barata y prescindible.

Todos sabemos que las asociaciones no tienen fuerza a la hora de impedir despidos en las empresas o a la hora de reivindicar que se pague dignamente por la labor de informar, pero siempre he creído que es un buen lugar para generar inquietudes comunes y para que colegas que comparten una misma profesión hablen de ella y lleguen a creerse que lo que están haciendo es importante. Sí, queridos colegas, lo que hacemos es importante. Estos jóvenes profesionales que se van a hacer cargo de la Asociación lo saben y tienen la importante misión de recuperar la ilusión perdida en el oficio, aliviar ese desánimo generado por la crisis en el sector y que ha llevado a muchos a muchos plantearse si merece la pena seguir trabajando en esto. Yo estoy con María Ruiz, podrán quitarnos el trabajo, podrán pagarnos una miseria, podrán tenernos acojonados por miedo a perder el empleo, pero nunca nos harán perder la ilusión por esta profesión que hemos elegido, aunque haya ministros que nos manden a tomar por culo. ¡Ánimo, amigos!







Comentarios

4 comentarios en “Andrés Cárdenas: "Periodista, esa profesión"

  1. Se puede decir más alto, pero no mejor.

  2. Demuestras que eres un gran profesional. Eso es todo, que no es poco.

  3. Una pregunta: ¿los miembros de la junta directiva cobran por su trabajo?

  4. Los miembros de la junta directiva no cobran por su trabajo.