Ante el Málaga: Peñaranda y diez más

Peñaranda será titular en Málaga. Su presencia en el once es un hecho tras su gran actuación ante el Athletic de Bilbao, la que significó su debut en el Granada CF y primera división. Es la última estrella que ha sacado a la luz el conjunto rojiblanco y su futuro mira al estrellato. Ya se ha ganado tanto al cuerpo técnico, dirigido por José Ramón Sandoval, como a todos sus compañeros del primer equipo. Ahora es la élite del fútbol español la que le espera con los brazos abiertos.

La Rosaleda será su segundo partido con la elástica granadinista. Repetirá titularidad junto a diez hombres más, y no sorprende a nadie. Ha impresionado a todos dentro del club nazarí. En el terreno de juego del Nuevo Los Cármenes ya mostró algunas virtudes de su fútbol. Realizó un impresionante despliegue físico frente al Athletic de Bilbao y nadie dudaba de ello. Y es que no sólo corre en los partidos (ante el conjunto vasco hizo 10,7 kilómetros), en los entrenamientos hace un trabajo igual de intenso, exponiendo desde el día a día lo que trasladará en el día de partido. Él ya lo dijo en la entrevista a pie de campo tras la victoria: “Me dijeron que me divirtiera, no sentí presión, yo ya he jugado como profesional en Venezuela”. Buena parte de eso tiene su gran capacidad de esfuerzo y sacrificio durante toda la semana.

Le apodan “La Bala”. Su velocidad es una de sus grandes cualidades, por ello siempre ha actuado más como extremo que en la posición de delantero centro puro. Sandoval y sus ayudantes se han esmerado en reforzar ese aspecto con él. Se ha perseguido transformar toda su calidad en la banda para mejorar al equipo desde la punta de ataque, y así también aprovechar su físico, tanto en términos de rapidez y potencia como de altura (1,85 cm). Ante el Athletic ya demostró que también tiene gran capacidad en aprender los conceptos. Laporte tuvo uno de sus peores días como jugador del Athletic y buena parte de culpa fue del venezolano que lo asfixió con una gran presión. A punto estuvo de redondear su actuación con un gol tras ‘robarle la cartera’ al central francés.

A su potencial futbolístico y la carta de presentación ya realizada se añade la personalidad de Adalberto. Un chaval cercano, muy familiar, creyente en Dios, a los que agradece su apoyo en cada una de sus declaraciones. Su carácter se declina hacia lo introvertido, de esos jugadores que tienen la humildad por bandera. Fuera del campo no llama la atención. Risueño, futbolista de pasión e ilusión, irradiando alegría por hacer lo que le gusta. Ya tiene en el bolsillo al Granada CF y al rojiblanco horizontal. En su debut ya produjo ruido. Ahora es en La Rosaleda, ante un rival directo, en un derbi andaluz, un escenario ideal donde Peñaranda quiere seguir dando que hablar.