Ante el juez siete personas tras el robo a una mujer que fue maniatada y amordazada en su casa
Entre los presuntos implicados está una joven de 16 años, que fue quien ideó el robo, pues les contó a los detenidos que un familiar suyo tenía dinero
La Guardia Civil, en el marco de la operación Redbag, ha detenido a cinco personas e investigado a dos más relacionadas con un robo con violencia e intimidación que sufrió una mujer de 67 años en su domicilio en Armilla durante la madrugada del pasado 8 de mayo, cuando fue maniatada y amordazada en su propia cama por los detenidos para después robarle más de 40.000 euros en efectivo, una importante cantidad de joyas, un teléfono móvil y las llaves de sus casa.
Entre los presuntos implicados está una joven de 16 años, que fue quien ideó el robo, pues les contó a los detenidos que un familiar suyo tenía dinero y que podían robárselo y repartirlo. La joven se subió a un coche con ellos y los condujo hasta el domicilio de la víctima; se quedó en la calle esperando y los tres hombres entraron en la vivienda armados con un revólver.
Uno de ellos llegó hasta el dormitorio donde dormía la víctima, la ató y la amordazó; mientras que los otros dos registraron la casa y robaron el dinero, las joyas, el teléfono móvil y las llaves de la vivienda. Lo que ocurrió después fue que los tres hombres se marcharon con el botín y abandonaron a la menor.
Al ver que la habían engañado y la habían abandonado sola y sin un euro, decidió inventar una historia acerca de que había sido secuestrada y posiblemente violada para evitar que la relacionaran con el robo. Hizo un montaje fotográfico en el que se la ve atada de pies y manos con unas bridas y con los pantalones y la camiseta rotos por varios sitios, y a través del teléfono se la mandó a su novio para que este se la hiciera llegar a su padre.
A la mañana siguiente la joven acudió en un taxi hasta las urgencias del hospital del PTS denunciando que había estado secuestrada, que la habían agredido y que no recordaba si podían haberla violado. Las pruebas médicas descartaron la agresión sexual.
La Guardia Civil inició sendas investigaciones: una por el robo con violencia e intimidación y otra por la supuesta detención ilegal de una menor, y los investigadores comprobaron pronto que entre ambas había una conexión: las dos supuestas víctimas eran familia; y poco después averiguaron que la detención ilegal denunciada por la menor había sido mentira y que con la denuncia la joven pretendía eludir su responsabilidad en el robo.
La menor fue detenida por un supuesto delito de simulación de delito el día 10 de mayo y posteriormente, después de prestar declaración, fue puesta en libertad. Tras interrogar a la menor, los agentes del equipo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Granada ya sabían quiénes eran los sospechosos del robo y comenzó el trabajo de detenerlos.
El 20 de mayo la Guardia Civil localizó y detuvo a los dos primeros en una gasolinera del término municipal de Pulianas. En el momento de la detención los agentes encontraron un revólver de calibre 38 mm en la guantera del vehículo en el que ambos viajaban. Uno de los dos detenidos es un "conocido y peligroso" delincuente de la localidad de La Zubia que estaba en requisitoria por dos juzgados granadinos que ordenaban su búsqueda y detención.