Anthony Strong despidió con swing y diversión el Festival de Jazz de Granada
El cantante y pianista vendió todo el aforo del Teatro Isabel la Católica
Con un concierto pensado para gustar a todo tipo de público, el músico británico Anthony Strong cerró el programa central del Festival Internacional de Jazz de Granada. Su actuación estuvo llena de estándares muy conocidos por el público, que respondió participando de sus interpretaciones, haciendo coros y acompañándole rítmicamente con palmas, y que despidió al músico de pie y con una sonora ovación.
Divertido en todo momento, cuidadoso con el público al que integró en sus interpretaciones, es un correcto cantante y mejor pianista. Pero sobre todo, como buen 'entretenedor' ofrece un espectáculo agradable y muy accesible a todo tipo de oyente. Strong da frescura y, sobre todo, entusiasmo y velocidad a las piezas que canta, con un buen conocimiento de los resortes del espectáculo y la comunicación directa.
Este hombre canta - en francés e inglés- toca el piano, compone, arregla y dirige la orquesta llegado el caso ya que actúa desde a piano solo a con Big Band. Al festival granadino llegó en formato cuarteto con algunos de los músicos que le han ayudado a grabar su último disco. Una banda que se ajustó a lo esperado en este tipo de concierto en el cantante concentra toda la luz del flash; con todo tuvieron espacio propio, sobre todo el guitarrista, pero sin llegar a un reparto de bopers; que en este caso la prioridad la tiene más la canción que la improvisación. Sí se echó de menos la incorporación de metales, o cuerda, que en sus discos tiene un considerable peso específico.
Lo escuchado, desde un vertiginoso 'Cheek to Cheek' inicial, estuvo lleno de guiños a canciones clásicas del repertorio de los crooners: en francés interpretó el 'My Cherie Amour' de Al Martino que ya hiciera también un meloso Stevie Wonder (y la propia 'On a Marché Sur la Lune' en clave manouche), así como otra pieza mítica del cancionero popular como las '16 Toneladas, que en español escucháramos por José Guardiola. Entre piezas de musical ('Anything Goes'), de cine 'Smile', sacada de la BSO de 'Tiempos Modernos'), bluses ('Gamblin' Man') y rocanroles ('Great balls of fire'), hubo sitio para homenajes sentidos (a Billie Holiday con su 'I Can't Give You Anything But Love'), y hasta para presentar notables temas propios, que como 'Ocean', a piano solo, tiene todos los ingredientes para ser un auténtico himno. Un concierto que repartió felicidad para terminar de la mejor manera posible el cuadragésimo Festival de Jazz de Granada: sonriendo.