Antílopez: "Posiblemente ya hayamos escrito la canción comprometida que nos meterá en la cárcel"

Félix y Miguel Ángel presentarán su último disco 'Dibujo Libre' en el Bull Music Festival el próximo sábado 1 de junio

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Imagen de José Félix López y Miguel Ángel Márquez, componentes de Antílopez | Foto: Antílopez
Victoria Pérez Santi
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Hace más de diez años, José Félix López y Miguel Ángel Márquez formaron Antílopez. Un grupo nacido en Isla Cristina (Huelva) con un estilo tan personal e inclasificable, que tuvieron que crear su propio término para definirlo: el 'chiripop'. Con influencias de la música funk, pop, rock and roll, indie, flamenco y más, los onubenses fueron creciendo a medida que lo hacían sus temas y pasaron de actuar en pequeños espacios como La Tertulia, a llenar salas de conciertos y a acudir a algunos de los festivales más populares del ámbito nacional. El sábado 1 de junio actuarán en el Bull Music Festival, volviendo a una de las ciudades que les vio crecer, y en GranadaDigital hemos querido saber cómo afrontan esta etapa de sus vidas.

Antílopez utiliza desde hace años el término “chiripop” para describir su música, me gustaría que me diera una nueva definición

¿No te sirve el chiripop? Es curioso, porque lo creamos como etiqueta para vosotros, para los medios de comunicación. Para nosotros es totalmente inclasificable. De hecho, es curioso hasta que estemos en el Bull Music.

¿Qué les llevó a decantarse por la música como forma de expresión?

Creemos que la música es, sin lugar a dudas, el idioma más universal que tenemos. Vivimos en un planeta en el que se hablan 20 o 30 idiomas diferentes y, sin embargo, lo que está visto y comprobado que hace mover el culo de cualquier humano del planeta, es la música. Lo que hace pensar, a través de una armonía, aunque no entiendas la letra de la canción. Es algo universal y creemos que es el vehículo para transmitir nuestro mensaje. Además, en nuestro caso, no nos hemos cerrado, no aspiramos a conducir un volvo 100% seguro ante los accidentes. Nosotros lo que intentamos es conducir todos los tipos de vehículos que hay, conducir un 600, que podría ser una canción ligera de pop; o conducir un Ferrari, que puede ser una canción de rock and roll que ponga un festival patas arriba.

Además, a través de sus letras realizan una gran crítica social. ¿Les ha acarreado algún tipo de problema?

Yo creo que ya están tardando los haters, ahora que estamos viviendo esta época de revisionismo, en la que todo se revisa para mal, desde el contexto en el que uno se encuentra, sin tener conciencia otra época pasada. En un momento en el que se mete a titiriteros en la cárcel y cosas así, posiblemente ya hayamos escrito la canción comprometida que nos meterá en la cárcel. Lo único que ocurre es que como Antílopez surgió de la no demanda, que venimos del underground más profundo, pero haciendo las cosas bien, la gente se nos acerca por lo que hacemos y por cómo lo hacemos, no porque vendamos un estereotipo o alguna forma de gravedad que solo atrae a un grupo de personas.

En 2018 publicaron su último trabajo, ‘Dibujo Libre’. ¿Cuál es la principal diferencia respecto a los discos anteriores?

Siempre estamos intentando no repetirnos, del mismo modo que siempre intentamos aportar algo diferente a la música y a lo que ya hayamos hecho. Como compositores y cancionistas que somos, nos gusta ser muy conscientes de lo que ya hemos escrito e intentar un poco filtrar todo lo que ocurra a nuestro alrededor. Ser megáfonos de nuestro tiempo y estar comprometidos, dentro de la libertad compositiva que tenemos, y poder hablar de lo que queremos. La libertad es otra de las bases de Antílopez: compositiva y de ejecución. Aquí no hay un ente superior que diga lo que tenemos que hacer y creo que eso marca la tónica más diferente de todos los proyectos que hay actualmente en la música española. Nos diferenciamos quizás en eso, en que muchos hablan de que tienen libertad en lo que hacen, pocos pueden demostrar realmente que así es. En ese sentido estamos muy contentos y esperamos que con el disco nuevo se note. Que quien llegue a él y no haya visto nada de lo anterior, cuando indague y profundice, vea que tiene cuatro o cinco discos más para ampliar el espectro de Antílopez y que no tenga la sensación de que se están repitiendo. Que vea que cada canción tiene esos timbres del grupo, pero que hemos sufrido una evolución.

Durante la última gira, estuvieron tres años dando conciertos. ¿Se han planteado volver a pasar tanto tiempo en los escenarios?

Recuerdo que cuando escuchábamos a los Beatles y leíamos todas sus biografías, me llamó mucho la atención que llegaron a un punto de éxito global en el que se dieron cuenta de que lo único que les gustaba era componer y grabar discos, y no exactamente tocar encima del escenario. Que no fuera hacer música la excusa para tocar, eso me sorprendió mucho, porque la mayoría de los músicos tenemos que usarla como excusa para que la gente venga a vernos. Nosotros hemos tenido que girar tanto tiempo porque empezamos a recibir muchísima demanda de ciudades y de locales que querían vernos y tenernos allí en persona. Y eso sí que es el éxito. Todos nuestros discos de platino son aquellas personas que, sin que estemos todo el día en la palestra o en la parrilla televisiva, saben que existimos. Y es algo que sigue creciendo, hace cinco años era impensable ver a Antílopez en un festival.

¿Cómo adapta Antílopez su espectáculo a un festival? Porque no es precisamente un concierto al uso.

Ya sabemos que nos hemos hecho más o menos conocidos, no sólo por hacer música, sino porque en los espectáculos en directo le planteamos a la gente algo muy histriónico, que es que el artista se quite la máscara, rompa la cuarta pared y te cante la música que se le ha ocurrido, pero te cuente cómo ha llegado a esta conclusión y por qué. Y ahí se crea una comunión y un lenguaje que es cierto que en los festivales es más difícil de transmitir. La gente está más dispersa, no todo el público que tienes delante te ha venido a ver a ti, hay muchos curiosos y es un examen constante de tu propia música, aunque tú ya tengas un bagaje. No todo el mundo que hay en un festival te conoce y eso hay que aceptarlo y aprovecharlo. Nosotros estamos creando una hora de música con los temas más representativos de la banda, pero además con los que consideramos que unidos, siendo de diferentes discos, forman un espectáculo Antílopez muy movido.

Son muy sonadas sus colaboraciones con otros artistas, ¿han pensado interpretar alguno de estos temas en el concierto del sábado?

El problema de los festivales muchas veces es que hay muy poco tiempo. Las bandas y los amigos que podríamos invitar o bien se encuentran tocando en otros festivales, o están fuera de la ciudad, o es difícil coordinar eso para un rato. Las colaboraciones están muy bien, pero quizás nos las vamos a guardar para cuando sea un show de Antílopez, exclusivamente producido por nosotros, porque ahí tenemos todo el horario para que el artista esté cómodo. Yo tengo amigos que viven en Granada pero me consta que ese día estarán tocando en otros sitios. Es lo que tiene esto de las colaboraciones. Pero si no fuera así, no te quepa duda que lo haríamos. Como de hecho lo está siendo en el sofá de casa, nuestra sección de YouTube, que empezó como algo que parecía imposible porque íbamos tirando de las amistades más cercanas y era algo desconocido, y ahora tenemos hasta lista de espera para venir, que también tiene gracia.

En cuanto al Bull Music, un festival que se encuentra en pleno crecimiento, ¿qué significa para Antílopez actuar en este tipo de espectáculos?

A medida que me he ido metiendo en esto de los festivales y he ido aprendiendo, he visto que es un buen complemento para todos los artistas que estén haciendo carrera. Para acercarse a un público joven, que de otra manera a lo mejor no asistiría al concierto de algunos artistas que se encuentren allí. Sin embargo, tú vas caminando y de repente escuchas algo que te mola, te quedas, preguntas quién es ese grupo y luego te vas a tu casa y a lo mejor el primer día no, pero después buscas algo y te gusta. Es algo muy lento y creo que sería bonito, aunque es imposible, que todas las grandes ciudades, de Andalucía por lo menos, tuvieran su propio festival. Porque si lo pensamos, llegó un verano en el que todos los artistas teníamos, por lo menos, cuatro o cinco grandes ciudades en las que mostrar nuestra música y eso es algo que solo se consigue con los festivales o con las galas benéficas, cuando un objetivo tercero utiliza la música como reclamo y apoyo.

Estuvieron en enero en Granada, vienen ahora de nuevo y vuelven en septiembre, ¿cómo es para el grupo actuar en la ciudad?

Hay dos o tres ciudades cosmopolitas, por el tema universidad y por todo lo que conlleva, y al igual que lo es Sevilla, Granada tiene ese punto. Además, se ha portado muy bien con nosotros, Antílopez creció en La Tertulia cantando sin microfonía, primero para 12 y después para 120, hasta que tuvimos que cambiar de local porque ya no se cabía. Granada nos ha dado mucho. Yo gané el concurso de cantautores de Las Plasiegas y siempre me ha dado muchas satisfacciones a nivel cultural. La gente sabe apreciar y solo hay que mirar los grandes artistas que hay en el mundo del flamenco. La música es Granada y Granada es música. Por eso creo que también, además de que tenemos flamenco, tenemos cantautores y tenemos todo eso; el movimiento de un buen festival bien montado o de varios, es algo muy interesante y vuelve a inspirar a otras provincias para que lo hagan.

¿Algún proyecto que tengan entre manos?

Hemos hecho un montón de vídeos con canciones inéditas y del último disco y como no somos un grupo de videoclips, hemos visto que nos funciona mostrar la verdad. Lo del sofá de casa funciona porque es real y la gente reacciona ante esto, que es la búsqueda del ser humano por antonomasia: la puñetera verdad. Y estos vídeos en directo, en plan acústico, los iremos publicando en los próximos siete u ocho meses, subiremos uno o dos por mes. Es un proyecto audiovisual que va en paralelo con nuestra vida, pero que creemos que nos posicionará en este mundillo multimedia. Y lo más inmediato para Antílopez es dar el salto a Latinoamérica, que vamos por primera vez a presentar la marca en México, Colombia y un poco de Centro América.