Antonio Fornielles, el alcalde más longevo de la provincia de Granada, afronta su novena reelección

Con 36 años de experiencia en un cargo apenas remunerado, el primer edil de Ferreira busca su décimo mandato para las próximas elecciones del 28 de mayo

Antonio Fornielles
Antonio Fornielles, alcalde de Ferreira | Foto: Remitida
Quique Briz Farran
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Antonio Fornielles entró a la Alcaldía del Ayuntamiento de Ferreira en 1987. Nunca hubiese imaginado que hoy, en 2023 y tras nueve elecciones municipales, seguiría en el cargo. Se trata del alcalde más longevo de toda la provincia de Granada y el quinto de toda Andalucía. Su secreto para seguir motivado, según cuenta a GranadaDigital, es "la fuerza suficiente que da el apoyo de los vecinos".

Fornielles se sitúa en el quinto puesto en cuanto a alcaldes longevos en Andalucía tras Juan Manuel Sánchez Gordillo en Marinaleda (Sevilla); Cristóbal Torreblanca, que no se vuelve a presentar en Almogía (Málaga); Manuel Robles en Comares (Málaga) y José Berruezo Padilla en Armuña de Almanzora (Almería).

El municipio de Ferreira, situado en la comarca de Guadix y con una población de 305 habitantes según el censo de 2022, no es lo mismo sin Antonio Fornielles. Cuando le preguntan cuál es la clave para tener la confianza de sus vecinos durante tantos años asegura que hay que ser "una persona honesta, seria, responsable, trabajadora y por el bienestar de ellos", no sin antes recalcar que es difícil que él mismo analice los motivos por los que la población de Ferreira confía en él. Desde que en 1987 su formación política, el PSOE, obtuviese el 52% de los votos, ese porcentaje no ha bajado del 60% en las ocho elecciones siguientes de 1991, 1995, 1999, 2004, 2007, 2011, 2015 y 2019.

Aquel Antonio de 1987, cuando tenía 35 años, no imaginó jamás estar toda una vida como primer edil de Ferreira. "Tenía muchas metas y muchas ganas de ayudar a los vecinos, pero no te lo puedes imaginar nunca", explica. Para él, que los vecinos le animen a presentarse y que le den su confianza es algo que le da la fuerza para seguir al pie del cañón.

Un cargo remunerado solo durante siete años

A pesar de llevar 36 años en la Alcaldía de Ferreira, el cargo de Antonio ha sido remunerado únicamente algo más de siete años, cobrando "un sueldo acorde a la economía del pueblo". Al llegar al puesto en 1987, lo hizo con la intención de ayudar en la manera que pudiese, por lo que en la mayoría de su mandato no ha obtenido remuneración. Tal y como explica, ha trabajado en construcción y en el campo con su sueldo, "como todo el mundo".

En 36 años, la sociedad ha cambiado mucho. Las herramientas de las que dispone un alcalde y el contexto político son distintos respecto a 1987. En ese aspecto, el alcalde más longevo de la provincia de Granada cree que "el cargo ha cambiado mucho, pero la persona es la misma". La figura de alcalde ha ido evolucionando por la tecnología o las leyes, tal y como menciona. "Te tienes que ir adaptando a las nuevas exigencias y a la evolución de la economía del país. Eso hace que tengas que ir evolucionando tu servicio a los ciudadanos, intentando otras metas para el disfrute de todos", comenta.

Las políticas de Ayuntamientos pequeños suelen ser muy distintas a las de urbes grandes. Como experto y toda una vida dedicada a ellas, Antonio cree que la mayor ventaja es que conoce perfectamente al vecino y sabe con detalles los problemas que pueden existir en todos los sectores. Sin embargo, el inconveniente es que cuando los conoce, se quedas "frustrado" porque no ha podido solucionar "el problema de cada vecino".

Tras años de experiencia como alcalde, cuando se le pregunta qué mensaje le daría el Antonio de ahora al recién elegido en 1987 asegura que le diría "ser un vecino más y mejorar la vida de su pueblo, que también mejorará la suya propia". Porque, tras 36 años y nueve elecciones municipales, asegura que "el Antonio mayor continúa con las mismas ganas y la misma ilusión que cuando entró de joven".

De cara a las próximas elecciones del próximo 28 de mayo, no se plantea dejarlo y se vuelve a presentar. Y es que Antonio siente que, si los vecinos le dan su confianza, debe seguir afrontando el cargo. "Es un plus y una obligación personal y moral con los vecinos. Ya soy mayor, pero me encuentro en condiciones óptimas, y si ellos creen que les soy útil, bienvenido sea", asegura.