Aparecen nuevas pintadas en la iglesia del principal acusado en el caso de abusos sexuales
Se trata de pintadas de grandes dimensiones de color negro que ocupan uno de los laterales de la parroquia y la puerta, en las que puede leerse 'Pederastas' y 'Curas violadores'
La parroquia San Juan María Vianney, situada en el barrio granadino del Zaidín, donde oficiaba misa el principal acusado en el caso de supuestos abusos sexuales, por el que están siendo investigados varios sacerdotes de Granada, ha vuelto a amanecer con pintadas con acusaciones de pederastia.
Se trata de pintadas de grandes dimensiones de color negro que ocupan uno de los laterales de la parroquia y la puerta, en las que puede leerse 'Pederastas' y 'Curas violadores'.
En esta parroquia oficiaba misa uno de los principales sospechosos en este caso, el padre R.M.V.C., considerado el supuesto líder del grupo conocido como el de 'Los Romanes' o 'Los Romanones', que fue detenido la pasada semana junto a otros dos sacerdotes más y un profesor de Religión, que fueron puestos en libertad con cargos por el Juzgado de Instrucción 4 de Granada, que instruye el caso.
Ya el pasado miércoles, el día en el declaraban ante el juez, el templo también sufrió ataques similares, y en sus paredes alguien escribió en color rojo 'Pedófilos' y 'Sucios pederastas'.
En lo que respecta a la investigación judicial abierta, el subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, ya indicó este martes que no se han presentado más denuncias, por lo que descartó más novedades policiales, salvo que así lo ordene el juzgado que instruye el caso.
Pérez indicó además que ya se le ha tomado declaración al segundo denunciante, que en primer lugar compareció como testigo tras la primera denuncia y que después aseguró haber sido víctima también de los religiosos, testimonio del que no se ha sustanciado "nada" que "aporte un valor añadido a lo que ya se sabía y a las personas que ya están inculpadas".
Como último paso dado, el titular del Juzgado de Instrucción 4 de Granada, el magistrado Antonio Moreno, ha aceptado ya la personación como acusación particular del joven de 24 años que motivó la apertura de la investigación.
El abogado que lo representa, Jorge Aguilera, no tendrá sin embargo aún acceso al procedimiento, en tanto que las actuaciones se declararon secretas.
ACUSACIONES POPULARES QUE QUIEREN PERSONARSE
Además han manifestado su intención de personarse como acusaciones populares, una vez que se levante el secreto de sumario, la Asociación Pro Derechos del Niño, Prodeni, y la Red de Prevención del Sectarismo y del Abuso de Debilidad (Redune), que considera que el grupo de religiosos presuntamente implicados, del llamado clan de 'Los Romanes' o 'Los Romanones', por el nombre de su líder, el padre R.M.V.C., podrían considerarse como un "grupo coercitivo", en tanto que presuntamente habrían utilizado su posición de "poder" y "control" para manipularles y conseguir fines ilícitos, en este caso supuestos abusos sexuales, "aprovechándose de su debilidad".
Por ahora, la investigación ha motivado la detención de tres sacerdotes y un profesor de Religión, que el pasado miércoles quedaron en libertad con cargos, aunque el principal denunciante ha señalado, con nombres y apellidos, a otros siete religiosos y un segundo seglar como otros implicados.
Así lo recogió en el auto del miércoles el magistrado Antonio Moreno, que sin embargo ve "contradicciones" en el relato de la primera supuesta víctima, y que, con respecto al segundo denunciante, sostiene que los hechos que asegura no constan aún "como indiciariamente acreditados".
La resolución expone el relato de los dos jóvenes, después de que el primero de ellos interpusiera una denuncia ante la Fiscalía, tras haber informado por carta al Papa Francisco, quien además llegó a telefonearle para pedirle perdón.
El padre R.M.V.C., el considerado líder del grupo 'Los Romanes' o 'Romanones', habría ejercido conductas con un carácter "particularmente degradante y vejatorio" hacia el primer denunciante, que, según relata, fue víctima de los abusos de 2004 a 2007, cuando el tenía entre 14 y 17 años.
Precisamente este denunciado consiguió el pasado miércoles eludir la cárcel tras el pago de una fianza de 10.000 euros ante el juez, con lo que finalmente quedó en libertad con cargos, por delitos contra la libertad e indemnidad sexual, como los otros dos sacerdotes y el profesor de Religión.