El Ayuntamiento prevé abrir los carriles amarillos al resto del tráfico

El Ayuntamiento de Granada va a proponer en el Observatorio de la Movilidad, que se reúne este viernes, la apertura a coches de los carriles de velocidad limitada a 30 kilómetros hora de la ciudad para transporte público, taxis, bicicletas y Vehículos de Movilidad Personal (VMP), medios que seguirán teniendo prioridad en ellos.

A preguntas de los periodistas, el concejal de Movilidad de Granada, César Díaz, que ha expuesto los planes del equipo de gobierno local de PP y Cs sobre estos carriles, ha señalado que analizará con los usuarios de unos y otros vehículos, al objeto de "escuchar a las partes", también a la de "quien necesita del coche para desplazarse".

Habrá "prioridad absoluta" de los transportes para los que se habilitaron estos carriles con "carácter temporal" por la pandemia, y que ahora se mantendrían, igualmente con "velocidad controlada" y "limitada" a los 30 kilómetros hora.

Después de "seis meses largos" funcionando, los resultados de estos carriles de reserva temporal son "francamente positivos", ha agregado Díaz, en su comparecencia de prensa semanal con el otro portavoz del equipo de gobierno local, Manuel Olivares. En este sentido, el edil de Movilidad ha detallado que, en este periodo, el transporte público ha mejorado su velocidad comercial, ha bajado el precio medio de las carreras del taxi, y ha habido más bicicletas y patinetes vendidos.

A partir de ahora, la idea es que el vecino que "se tiene que mover en coche use preferentemente el carril izquierdo" y que, "cuando no haya más remedio", discurra por derecho, según ha añadido Díaz, quien ha llamado a "primar el consenso" en políticas de movilidad y ha acusado al PSOE de "contrariar" en esta materia.

MARCHA ATRÁS

Por su parte, la viceportavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Granada Raquel Ruz calificó ayer jueves como "auténtico fracaso" la política de movilidad del bipartito en el Ayuntamiento de Granada tras dar a conocer que había decidido "dar marcha atrás y eliminar los carriles de reserva temporal".

Para la edil, es una "constatación de que esta ciudad está sumida en una constante improvisación por la falta de entendimiento de los miembros del gobierno local, con unas consecuencias nefastas para el bolsillo de los granadinos y las arcas municipales, que tienen que sufragar los caprichos de un gobierno que va a impulsos y sin rumbo alguno".