Armand Entreri, una Lolita que pasea por las calles de Granada
La joven granadina explica la historia, cultura y bases que hay detrás de una moda que despierta la curiosidad de quien la ve
La moda no es solo ropa, es una forma de vida, un tipo de arte y una expresión de la personalidad de quien la luce. Existen muchos estilos: el vintage, clásico, gótico, y el lolita, entre otros. Todos ellos tienen una historia detrás que cuenta su origen y el motivo por el que fueron creados. Salir a la calle o subir fotos a las redes sociales con un estilo poco visto puede llevar a despertar la curiosidad de quien lo ve y animar a otras personas a seguirlo.
Fue así como en Tik-Tok, la red social de moda entre los más jóvenes, Armand Entreri, con su forma de vestir siguiendo la moda lolita, como se puede ver en el vídeo que acompaña a esta noticia, despertó la curiosidad de quien la veía. Poco a poco, fue ganando seguidores hasta alcanzar hoy en día un total de 541.400 en Tik-Tok y 13.300 en Instagram. Los usuarios de las distintas plataformas comenzaron a preguntar por la ropa que llevaba y ella, en varios vídeos, explicó todo sobre la historia, la cultura y los códigos de vestimenta de las lolitas, con el fin de calmar la curiosidad de quien la veía.
Una moda con historia
"La moda lolita nace en Japón sobre los años 70 y 80, en el barrio de Harajuku, que solía estar frecuentado por los estadounidenses que se habían quedado a vivir después de la guerra. Los jóvenes japoneses se refugiaban en este barrio para vestirse de la forma que quisieran y no ser juzgados por los mayores, que tenían una mentalidad muy tradicional por aquel entonces. Durante ese tiempo, surgieron muchas modas muy extravagantes y cada una tenía su significado, y el lolitas fue una de ellas", explica a GranadaDigital Armand. Esta es una de las preguntas que más suelen hacerle por redes sociales. Esta moda "nace como una respuesta de las mujeres jóvenes ante los roles que les tenían planeados, dígase la sumisión", aclara, y añade: "Las lolitas son sinónimo de rebeldía, una expresión de individualidad y amor propio".
Conforme enseña los distintos vestidos que tiene, la granadina explica las tres bases principales en las que se basa este estilo: "Ser elegantes, respetar la silueta y el movimiento que lo originó". Mientras descuelga del perchero uno de sus vestidos de color negro con detalladas ilustraciones en azul, Armand explica que "la única regla a seguir es que se mantenga la silueta, es decir, que si tú me vieses al trasluz como una sombra, siempre se distinga la misma forma”.
“La faldita, si fuese distinta a cómo es, es decir, más larga o más corta, o si tuviese menos fluffy, ya no sería lolita”, detalla mientras muestra los distintos vestidos y enseña uno de los rellenos que van bajo las faldas. "Normalmente, la falda tiene un petticoat o una crinolina, aunque hay diferentes tipos de rellenos y el largo siempre va desde justo encima de las rodillas hasta justo encima del tobillo, siempre mostrando el zapato al aire. Estos suelen ser de tacón bajo, con una correa en los tobillos y con la punta redondeada, pero esto ya es al gusto. El zapato más estándar es plano, con un lacito delante en forma de correa cruzada. El maquillaje también depende de cada una”, aclara.
Armand agrega también que, al igual que en otras modas hay detalles que han cambiado adaptándose a la actualidad, “hay otras normas más secundarias que la gente se toma como quiere. Antiguamente, sí había muchas reglas que la gente seguía, por ejemplo, la de nunca enseñar los hombros, pero los propios diseñadores crearon vestidos de cuello de barco o de tirantes, por lo que esa norma la rompe todo el mundo”.
Algo curioso en este estilo es que no hay diferencia de género. "Hay chicos lolitas y personas no binarias lolitas”, aclara. "Las personas lolitas siempre llevan vestido porque lolita es el vestido", dice, aunque si se buscan pantalones de esta moda, los ougi y el kodona son los más parecidos.
Abriendo las puertas de un armario, la granadina muestra los distintos accesorios que se puede poner para combinar los vestidos y relata que la moda la descubrió al ver fotografías de Mana Sama, guitarrista del grupo Malice Mizer, Moi dix Mois, que, en palabras suyas, “fue una de las figuras más importantes de la moda lolita en los 90 y fue gracias al cual esta tendencia salió de Japón y se popularizó en el exterior". "Él fue quien popularizo el gothic lolita, y durante varios años parecía que solo existía este estilo”. Este es el que suele llevar ella y tiene varios vestidos de la línea creada por el guitarrista.
“Empecé a seguir la revista Gothic and Lolita Bible, de dónde venían esas fotos y lo descubrí todo", dice Armand. Junto a Mana Sama, sus referentes también son Novala Takemoto, diseñador de ropa, seguidor de la moda lolita y escritor del libro Kamikaze Girls, que fue adaptado al cine en 2003 y se tradujo a varios idiomas, lo que logró que “las lolitas de todo el mundo conociesen el estilo y los grupos". "Además, el libro incluye filosofía lolita".
Con una sonrisa explica que lo más normal por la calle es recibir comentarios agradables, "sobre todo de gente mayor: hay mujeres que te paran y te dicen que les gusta mucho, que les recuerda a cuando eran más jóvenes".
Un nombre de lo más curioso
Si ya de por sí el estilo llama la atención, el nombre no se queda atrás: "Las japonesas lo eligieron porque les gustaba fonéticamente y en la época en la que surge, el nombre Dolores, cuyo diminutivo suele ser Lola o Lolita, se popularizó en Estados Unidos, aunque en este país también se suelen usar los términos Doll y Dolly, qué significan muñeca o muñequita”, según explica Armand Entreri.
Las japonesas pensaban que tenía que estar relacionado con las muñecas de porcelana, que no eran vistas como juguetes, sino como objetos de colección, principalmente para gente con poder económico. Por lo tanto, para que el significado no fuese muñeca, pensaron en dolly-doll-lola-lolita. Además, el término 'lolita' les encantaba porque tenía muchas veces la letra 'l' y como ellos no la pronuncian les parecía un nombre super occidental, por lo que es un nombre ideal para una cultura inspirada en occidente.
Entreri lamenta que en España la única tienda en la que se encuentra la moda Lolita está en Barcelona y que solo en Shanghái (China) se pueden encontrar unas 15.000 lolitas, por lo que hay un gran número de tiendas.
"Algo curioso son las lolitas de Rusia, que hay un propio estilo, es un mundo totalmente distinto", continúa. Añade que no existe un estilo estándar a la hora de vestir, sino que “hay muchísimos subestilos de lolita. Los tres básicos son el gothic, que es principalmente negro e inspirado en el gótico; el clasic, inspirado en la ropa más parecida a la que se usaba históricamente; y el sweet, con colores pasteles y estampados que hacen alusiones a cosas infantiles, como ositos y caballitos".
El precio puede ser de 40 ó 70 euros por cada vestido, y en algunas marcas japonesas, el precio puede ser de 200 a 300 euros. Los vestidos no suelen hacerse en una línea de fábrica la mayoría se hace en pequeños talleres artesanales, donde se fabrican a mano por lo que “no hay muchas piezas de cada uno".
Armand recomienda a todas las personas que quieran iniciarse en el mundo lolita “que vayan poco a poco, ya que no pueden querer tener un armario lleno de vestidos de golpe, y que no se sientan intimidadas por otras Lolitas que llevan más años”.