Los arquitectos Fernández-Fígares serán los protagonistas de la tercera exposición de 'Arquitectos Olvidados'

La muestra pretende difundir el patrimonio moderno granadino, poniendo en valor el método de conservación y las fórmulas del siglo XX

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Imagen de una de las instantáneas expuestas en la muestra | Foto: Gabinete
Gabinete
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Este jueves a las 20 horas tendrá lugar la tercera exposición de Arquitectos Olvidados, una iniciativa del estudio granadino Amat Arquitectos. Unas jornadas expositivas en torno a los arquitectos que protagonizaron la etapa moderna de la ciudad de Granada y a algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad.

Arquitectos Olvidados pretende difundir el patrimonio moderno granadino a la ciudadanía, entendiendo la divulgación como método para conservar y poner en valor la arquitectura y los arquitectos del siglo XX, tan a menudo olvidados y deteriorados en nuestras ciudades.

En esta tercera exposición les ha tocado a los hermanos granadinos y arquitectos Fernández-Fígares, hijos de un empresario, ingeniero y catedrático de la ciudad. Matías nace en 1893 y se titula en Madrid en los primeros años de siglo, siendo uno de los arquitectos de más edad que forma parte de la nueva imagen de Granada a pesar de su prematura muerte a los 43 años. Da nombre al barrio Fígares de Granada de casas baratas y, además de realizar numerosos edificios de viviendas, diseñó el emblemático cine Olimpia, uno de los únicos edificios públicos de los construidos originalmente en la Gran Vía.

Su hermano, José Fernández-Fígares, colegiado en 1927, protagonizó un acercamiento hacia nuevas fórmulas compositivas como vemos en sus casas expresionistas; la vivienda proyectada para el artista Hermenegildo Lanz es de clara inspiración racionalista. En el edificio de viviendas en calle Santiago, el arquitecto introdujo una composición de fachada de franjas horizontales continuas, una esquina en curva y la total ausencia de ornato.

Aunque ambos arquitectos poseen una trayectoria con un lenguaje historicista como protagonista, progresivamente abordaron fórmulas más cercanas al racionalismo, introduciendo la dinámica de experimentación que adoptaron los arquitectos del resto de siglo.