Hablar desde la emoción, con alegría, con confianza, con amistad, con optimismo y con amor

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Imagen explicativa de las emociones | Foto: Gabinete
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Leia el otro día que los tres sencillos principios de los que depende nuestra capacidad de influir a los demás, según Aristóteles, son tres:

⁃ Ethos: Honestidad, credibilidad
⁃ Pathos: Hablar desde la emoción
⁃ Logos: Razonamiento y argumento lógico

Me gusta hablar sobre la necesidad de hablar desde la emoción. A todos nosotros nos gusta dar las gracias por emocionarnos y dar las gracias por mejorar nuestra autoestima. Es evidente que todos y todas aspiramos a sentirnos a gusto con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea, y por ello, buscamos un sentimiento de equilibrio y de felicidad.

Hablar desde la emoción nos muestra a alguien que se siente bien consigo mismo, que experimenta un alto grado de bienestar emocional, alguien que siente una mayor influencia de emociones como la alegría, la ilusión, la gratitud, el entusiasmo… Sabemos que las personas con magia son las que tienen muchas características sociales y emocionales, son las que nos abren el camino, nos apoyan y ayudan y además poseen las inteligencia social y emocional, porque han entrenado dicha musculatura. Y esas personas con magia hablan desde la emoción.

Hablar desde la emoción nos ayuda a tener en cuenta que para construir un buen consenso, es necesario trabajar el disenso, la discrepancia. Y respetando la discrepancia se llega al consenso. Hablar desde la emoción nos permite no tener que estar de acuerdo con una persona en un determinado asunto y no estar en armonía o correspondencia con otra. Y es bueno fomentar la diversidad y la discrepancia. Lo uno y lo diverso. Es bueno el consenso y también el disenso. Si solo buscamos el consenso perdemos opiniones muy importantes, transformadoras, diferentes, creativas, … Y las necesitamos para avanzar, lo necesítenos hablando desde la emoción.

Hablar desde la emoción nos permite tener en cuenta la importancia de Conectar, de Mantenernos activos, de Prestar atención a las cosas y las personas, de Continuar aprendiendo, de Ser Optimistas y sobre todo, de Dar. Junto a ello, añadiría que para hablar desde la emoción es necesario, celebrar y agradecer; alegría de vivir; amar y ser amados; trabajar diariamente la amistad; caminar juntos y buscar la confianza. También nos ayuda a prestarle ayuda emocional a quién lo necesita. Es evidente que para hacerlo es necesario tener la madurez emocional suficiente como la capacidad de estar a la altura de la excelencia que la propia vida plantea en los retos cotidianos, en los problemas, en la amistad, en el amor, en la familia,...

1. CONECTAR: Estar en contacto con las personas de nuestro entorno, familia, amigos, colegas y vecinos, en los distintos contextos de familia, trabajo, escuela/instituto/universidad y en la comunidad en la que uno vive nos ayudará a hablar desde la emoción. Tomar esto como una de las piezas clave de la vida e invertir tiempo en construir y desarrollar esas relaciones, ayudará y enriquecerá nuestro día a día.

2. MANTENERNOS ACTIVOS: Salir a caminar o correr, montar en bicicleta, jugar, cuidar el jardín, bailar, hacer ejercicios que te hagan sentir bien nos ayudará estar mejor para hablar desde la emoción.

3. PRESTAR ATENCIÓN: Tener curiosidad, hacernos conscientes de lo bonito, observar lo inusual, notar el cambio de estación, saborear el momento, si vas en un tren, mientras comes o hablando con amigos nos ayudará a sentirnos mejor para hablar desde la emoción. Ser conscientes del mundo que nos rodea y lo que sentimos, y meditar sobre tu experiencia, nos ayudará a apreciar lo que ocurre en nuestra vida.

4. SEGUIR APRENDIENDO: Intentar algo nuevo, redescubrir una antigua afición, apuntarse a un curso, asumir una nueva responsabilidad en el trabajo, reparar una bicicleta, aprender a tocar un instrumento o cómo cocinar tu comida favorita nos ayudará a vivir con Lasso ganas de hablar desde la emoción. Establecer un reto con el que podamos disfrutar trabajándolo y aprender nuevas cosas nos hará aumentar la confianza en nosotros mismos, al mismo tiempo que disfrutamos mientras las llevamos a cabo.

5.Ser OPTIMISTAS: El optimismo es uno de los conceptos en los que el ser humano se apoya para dar una respuesta emocional positiva a su vida. El optimismo es una herramienta emocional que puede ayudar a conseguir metas y objetivos a priori complicados. El poder del optimismo puede permitirnos atrevernos a hablar desde esa emoción, puede ayudarnos a emprender, algo que nos enriquecerá y nos permitirá crecer. Y es que el pesimismo conduce a la debilidad; el optimismo y hablar desde ese punto de vista, al poder.

6. DAR: Hacer algo bonito por un amigo o por alguna persona extraña, agradecer a alguien, sonreír, hacer algo como voluntario, velar por otras personas nos da fuerzas para hablar desde la emoción. Valorarnos a nosotros/as mismos/as y nuestra felicidad como algo conectado a una comunidad, puede ser increíblemente gratificante, además de crear conexiones con otras personas de alrededor.

7.CELEBRAR y AGRADECER (que importante es dar las GRACIAS de corazón, con h-Alma), porque en lugar de lamentarnos cuando el cuerpo se nos queja, tocaría valorar los años que hace que nos soporta y se dobla a nuestro servicio. Gratitud y altruismo añadiría. Tienes que ser responsable por tus actos, aun cuando las cosas salgan mal.

8. ALEGRÍA DE VIVIR y por ello, conviene acercarnos, a la espera del contagio, a gente sencilla, que tiene en la bondad y la estima y el cuidado de los demás el foco, que pasan desapercibidos. Alegría de vivir, de sentir ( de la manera de sentir como dice la canción de Ray Heredia), de relacionarnos, de tener al otro, de ….. La alegría se forma de pequeños momentos que te pasan a lo largo del día. Ser feliz no significa que todo es perfecto. Significa que estamos decididos a disfrutar sin importar las imperfecciones.

9. AMAR Y SER AMADOS y por tanto a cuidarnos. Y que el cuidado de las personas es la tarea más importante del mundo, y la menos valorada. Amar es cuidar, así de simple, así de profundo, así de maravilloso. No hay amor que se base en el descuido. Cuidar (amar) significa mantener los pequeños detalles, valorar a quien tenemos al lado y hacerle sentir especial, escuchado y amado. El amor durará tanto como lo cuides y lo cuidarás tanto como lo quieras. Y haz lo que amas.

10. TRABAJAR DIARIAMENTE LA AMISTAD ya que la persona que te haga la compañía adecuada es a la fuerza un/a muy buen amigo/a. Sobre todo si también sabe reír juntos. Porque la amistad multiplica las alegrías y divide las angustias. Los amigos son como los buenos libros: no es importante que sean muchos, sino que sean buenos. La amistad, ese vínculo afectivo que nos une a otras personas. Somos tan buenos como las personas con las que nos asociamos.

11. CAMINAR JUNTOS porque haciendo camino somos más sinceros, más directos, más profundos. Cuando vamos de paseo, al mercado, a una fiesta, etc es recomendable andar cómodamente tomados de la mano con la otra persona, para equilibrar los ritmos cardíacos, el paso, etc. Si uno desea parar para mirar algo, ambos tienen que detener la marcha. Así no se perderá el sentido de “estar acompañado”.

12. BUSCAR LA CONFIANZA porque sin confianza no hay motivación, porque confiar a menudo da más fruto que vigilar. Todos tenemos en nuestra vida personas en las que confiar, en las que creer. A estas personas les hemos dedicado mucho tiempo, y con ellas nos sentimos seguros y confortados. Pero no es fácil aprender a confiar en los demás. Es imposible ir por la vida sin confiar en nadie; es como estar preso en la peor de las celdas: uno mismo. La Confianza es el pegamento de la vida y de todas las relaciones. Es la confianza mutua, más que el interés mutuo, la que mantiene unidos los grupos humanos. La autoestima es el cimiento de la confianza. No existe la perfección.

Es evidente que necesitamos MADUREZ EMOCIONAL para el RESPETO y para poder hablar desde la emoción. La madurez emocional es un despertar a la autoestima, a la empatía y a ese hablar desde la emoción basada en el respeto. Una emoción negativa sólo la elimina o cambia otra emoción más fuerte positiva que se impone a la primera razonando sobre el tema o aportando información creíble sobre la reducción del peligro.

Por tanto, hablar desde la emoción nos permite disentir. Discrepamos por las emociones y los gustos. Es evidente que cuanto más relativicemos las cosas, mejor gestionaremos nuestras emociones. El miedo a la verdad nos hace mentirosos, el miedo a sentir emociones fuertes nos hace fríos, el miedo al riesgo nos hace tirar demasiado toallas, y el miedo a morir nos puede impedir vivir.

Hablar desde la emoción nos permite encontrarnos personas buenas. Las personas buenas no son fáciles. Las personas buenas avanzan solas, asumen el peligro, no suelen ser ideológicas sino activistas, son defensoras de la educación y la sanidad públicas y quieren mejorar la vida de los vulnerables. La mujer o el hombre buenos no son blandos. El bondadoso no presume de sus logros, actúa según sus principios. Y las personas buenas, hombres y mujeres, hablan desde la emoción. El poder curativo de hablar desde la emoción.

Todo ello para entender la importancia de que las emociones se contagian, las positivas y también las negativas. Contagiemos emociones positivas. Cambiemos nuestras emociones negativas. Los efectos son maravillosos. El afecto emocional y físico, es uno de los pilares fundamentales de nuestra vida. Rodearnos de personas que nos aprecian, que nos quieren es un bálsamo para el alma. Procuremos hablar desde la emoción. Nos ayudará. Ayudará.