El mundo se mueve gracias a personas que hacen cosas que alguien dijo que no se podían hacer

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Cuantas cosas que alguien que nos ha dicho que esto es imposible, luego las vemos hechas. Es que la realidad es que hacer cosas a pesar de saber que eran imposibles: “lo hice porque sabía que era imposible” como dijo Albert Einstein. Y eso es lo que tenemos que hacer: buscar lo imposible.

Y es que como dice la gente de La mente es maravillosa: las personas que no luchan por conseguir sus sueños suelen decirles a los demás que tampoco cumplirán los suyos. Y pregunta: ¿Cuántos de nosotros nos hemos detenido en una parte del camino porque alguien nos dijo que no siguiéramos, que nunca alcanzaríamos nuestro objetivo?. Y es verdad que nos hemos detenido más de una vez y más de dos. Y si lo hubiéramos intentado?

Es ingente la cantidad de opciones que nos ha brindado la vida y que ni siquiera hemos intentado aprovechar porque ya “sabíamos” de antemano que no íbamos a alcanzar nuestro objetivo. Y la verdad que digo que seguro que todos y todas tenemos dentro de nosotros la fuerza para caernos mil veces y levantarnos mil una, para quedarnos sin lágrimas y no olvidarnos de sonreír. Y es que los que perseguimos un objetivo sabemos que:

  1. Lo primero es establecer metas
  2. Lo segundo es hacer oídos sordos a los que rompen los sueños, y
  3. Lo tercero es alcanzar un punto de no retorno, es decir, el momento en el que ya solo nos quede la opción de conseguirlo.

Está claro que ante las oportunidades que aparecen frente al desconocimiento, la mayoría se detiene y se frustran ante las primeras dificultades. La opción del cambio, de conseguir hacerlo va ligado a que se necesita el impulso que provoca no saber, y alude a la búsqueda de alternativas y caminos para transitar por dichas alternativas.

Error tras error, prueba tras prueba, revisión, cambios, re diseños, análisis, visiones, cambios de óptica en lo que hacemos, todo ello va creando experiencias que rompen esquemas y atraviesan la falta de conocimiento, la percepción de lo imposible y siembran la diferencia entra hacer y lograr.

Cuando hacemos, estamos caminando sobre las diferentes posibilidades antes de detenernos en el primer estadio del éxito.

Cuando podemos decir, lo hice, es que llegamos a la comprensión de un final feliz, de un estado de satisfacción y como buenos emprendedores, sin duda volveremos, desde allí, como un punto de partida, a buscar nuevos horizontes.

Es evidente que el profesional excelente no busca tanto logro o posiciones sino aprendizaje y experiencias. No es lo que lo que obtienes, si no lo que eres, lo que nos ayuda a conseguirlo.

Y ¿Quién tiene SUERTE?

- Los que NO se rinden

- Los que NO se dejan robar su ilusión por la incertidumbre,

- Los que buscan reinventarse permanentemente,

- Los que saben que esto tiene que ver tanto con desaprender como con aprender

Hagamos cosas, hagamos las cosas que tenemos que hacer, aunque pensemos que es imposible. BUSQUEMOS LO IMPOSIBLE.