Necesitamos más cohesión social y más confianza en los otros
Es necesario fomentar la participación, escuchando a la población y apoyando a las redes comunitarias | Foto: J. C. M.
Leía estos días un maravilloso artículo en El País del gran periodista del equipo de Materia, la sección de ciencia del periódico, Javier Salas, sobre la COHESIÓN social y la CONFIANZA como aspectos fundamentales que influyen positivamente en la resolución adecuada por la ciudadanía de una situación, en este caso, la pandemia. Y está claro que el capital social implica confianza entre las partes.
El artículo hablaba de que en ciudades donde hay COHESIÓN SOCIAL, la gente vive en comunidad, en ARMONÍA, ayudándose. No había nada de delincuencia, ni nadie había pedido ayudas sociales. Cero estrés. La salud estaba directamente ligada a esos factores sociales que protegían los corazones de sus habitantes. Asimismo, hablaba de que la confianza SOCIAL se asocia de forma clara y rotunda con menos infecciones durante los primeros 21 meses de pandemia. Ni las camas hospitalarias, ni los laboratorios, ni la densidad de población, ni la inversión per cápita en salud ayudaban a mejorar los indicadores de la pandemia: el capital social acumulado por algunos países es lo que les sirvió de muro de contención frente a los contagios. Por tanto, los factores clave para prevenir las infecciones por Covid eran la confianza interpersonal y la confianza en el Gobierno. Decía además que si todos los países tuvieran tanta confianza interpersonal como Corea o confianza en el gobierno como Dinamarca, las tasas de infección podrían ser hasta un 40% más bajas. Por tanto, el LIDERAZGO y la CONFIANZA son factores decisivos. Y si solo miramos el número de camas hospitalarias, no sabemos si vamos a tener éxito o no.
Para ello, es necesario FOMENTAR LA PARTICIPACIÓN, ESCUCHANDO A LA POBLACIÓN y apoyando a las REDES COMUNITARIAS. Para hacer una adecuada COMUNICACIÓN en salud en las crisis de salud pública es clave que ésta sea bidireccional, por lo que es necesario establecer un DIÁLOGO con las poblaciones afectadas y con el público interesado. Es necesario un alto nivel de participación de la ciudadanía para mejorar la comunicación, pero también para aumentar la cohesión social, ganar salud y bienestar y disminuir las desigualdades sociales en salud.
La COMUNICACIÓN en salud en el marco de alertas de salud pública es una herramienta imprescindible para mitigar el impacto social y económico que puede suponer una crisis de Salud Pública. Una información transparente, veraz, rigurosa, comprensible y accesible, así como la escucha de las inquietudes y necesidades informativas de la población refuerzan la confianza ciudadana en la gestión de la crisis.
De ahí que sea una obligación de las instituciones sanitarias establecer un diálogo mantenido en el tiempo con las poblaciones afectadas, por medio de diversos canales y a todos los niveles. El acceso a la información es esencial pero no garantiza por sí misma la adopción de comportamientos preventivos.
Existen otros factores que influyen en la adopción de los comportamientos deseados y deben tenerse en cuenta para determinar las estrategias comunicativas más adecuadas para prevenir la Covid-19, como la COMPRENSIÓN de las informaciones relativas a la pandemia, la confianza hacia las instituciones, la PERCEPCIÓN de riesgos, las normas sociales, el sentimiento de competencia y el papel del entorno o la RESILIENCIA comunitaria. La comunicación para mantener comportamientos preventivos deseados frente a la Covid-19 es importante que sea FÁCIL.
Y vuelvo a decir lo que decía mi añorado Carles Capdevila que escribió, hace ya varios años, esta frase que hace unos días leí y me gustó muchísimo: "No le demos más vueltas: el concepto más importante del mundo es la confianza. Las relaciones sociales aguantan (y dejan de aguantarse) a partir de la confianza (y la desconfianza). La confianza no te garantiza el éxito, pero te da opciones de llegar, mientras que la desconfianza te lleva al fracaso, seguro. Y lo peor de todo, lo que hace que el mundo sea tan complicado y molesto, es que la confianza cuesta mucho de ganar y cuesta poquísimo de perder. Y hablo de ambas, tanto la que tienes en ti mismo (seguridad) como la que tienen en ti (crédito)”.
La HONESTIDAD es uno de los valores y componentes más importantes de una personalidad saludable con el entorno y con los demás. Y esta personalidad genera confianza. Y es importante conseguir que la confianza tenga un peso en nuestras maneras de hacer y pensar y por tanto, signifique creer en uno mismo.
Y es que la confianza es la esperanza firme que tiene una persona que algo suceda y va ligada al concepto de SEGURIDAD. Es la creencia de que una persona será capaz y deseará actuar de manera adecuada en una determinada situación.
Todas las personas buscamos la confianza. Los pacientes buscan tener confianza con los/as profesionales sanitarios, con los médicos y las enfermeras. Y es fundamental generar confianza para gestionar la confianza. Y es que la clave de una buena relación está en la confianza. Todo es cuestión de confianza. La confianza lo es casi todo. Sin ella, no es fácil convivir. Nuestra existencia gira entorno a ella, tanto en relación con uno mismo como con otras personas.
Por tanto, primero: CONFIANZA EN UNO MISMO como persona que intentará hacer las cosas lo mejor posible. Es básico conocer las posibilidades de uno/a misma, las ventajas y las virtudes, para a partir de la misma, trabajar la CONFIANZA con la otra persona, con tu compañero de profesión, con tu jefe, para conseguir CONFIANZA en el equipo, en NOSOTROS. Y es que con la palabra confianza, es fundamental, trabajar el CON. Porque sin confianza no hay motivación, y confiar suele dar más frutos que vigilar.
Y me gustaría recordar lo que escribió un día Rosa María Nieto @enfermera2punto0, alrededor de las palabra CONFIANZA:
• Rodéense de personas críticas, sinceras. (Que no alaben a su persona, sino los resultados, que planteen alternativas, que digan NO, que defiendan a las personas).
• Rodéense de personas que identifiquen problemas para poder generar soluciones. (Que no se queden de brazos cruzados mirando a otro lado a ver si se olvida el problema, que sepan mirar a la luna y no al dedo )
• Rodéense de personas leales (no a las personas que os han propuesto para el cargo).
• Rodéense de personas trabajadoras, (hay mucho que hacer).
• Rodéense de personas profesionales, con conocimiento excelente.
• Rodéense de personas creativas, optimistas, alegres, amables, humanistas...
RESUMIENDO:
• Rodéense de BUENAS PERSONAS. (lo demás vendrá rodado)
SOMOS más lo que HACEMOS que lo que decimos, somos más lo que DECIDIMOS que lo que pensamos, somos cuando ACTUAMOS y no cuando reflexionamos. Y ya que hemos venido aquí a relacionarnos, la educación es el arte y oficio sublime de aprender mientras se enseña y de enseñar mientras se aprende.
Todo esto, es fundamental verlo, desde la visión de alguien que en la belleza tiene la mirada, desde el amor y la alegría. No hay inversión más segura y rentable que rodearnos de personas que nos quieren tal como somos. Que nos miran siempre con buenos ojos (con críticas y autocríticas para mejorar). Eso nos hará ganar en confianza y contagiaremos CONFIANZA. La vida la necesita. La pandemia también.