El verdadero líder crea nuevos líderes

El auténtico no crea seguidores, inspira a otras personas para que sean nuevos líderes. Es la gran diferencia entre los que son líderes y los que no

Liderazgo jefe empresa ejecutivo
No se trata solo de dar órdenes y esperar obediencia, sino de inspirar y motivar a otros a alcanzar su máximo potencial | Foto: Archivo
Avatar for Joan Carles March
0

Crear otros líderes es la función de un líder, entre otras cosas. El líder auténtico no crea seguidores; inspira a otras personas para que sean nuevos líderes. Esta es la gran diferencia entre los que sí son líderes y los que no lo son.

El verdadero líder no alardea ni persigue crear una legión de fans que le adulen. Los líderes hacen que las cosas sucedan. Un líder atento y exigente tiene como función liderar con coraje. El secreto del éxito no es prever el futuro, sino guiar al futuro y crearlo con otros.

El verdadero líder actúa con legitimación social que procede del saber, de la valía o de la capacidad moral para emitir opinones cualificadas que son valoradas por la comunidad. Y cuando su liderazgo viene legitimado de abajo a arriba entonces no crea seguidores, está creando nuevos líderes.

Los verdaderos líderes crean un movimiento de futuro de un modo integrador contando con las personas y los equipos como agentes generadores de cambio. Algo que caracteriza a los líderes del futuro es tener la capacidad para guiar a sus equipos en la incertidumbre y trabajar sobre ese futuro impredecible. Esto pasa por un modelo de coordinación, basado en el compromiso, el entendimiento y en la aportación de valor.

El verdadero líder del futuro es un impulsor del cambio. Un gestor no tiene por qué ser un líder. Un líder ayuda a construir. Por lo tanto para crear el futuro necesitamos equipos trabajando desde la confianza, la transparencia, con participación, coordinación y colaboración. Y que se sea capaz de crear futuro.

El futuro no se puede predecir. Para crear el futuro es necesario hacerse nuevas preguntas que los verdaderos líderes descubrirán. Lo importante es como construir esa inteligencia colectiva hacia dentro y hacia fuera de la organización como clave de su supervivencia.

Sin embargo, el verdadero líder es capaz de inspirar a otras personas para que sean líderes. El verdadero líder fomenta el análisis, la reflexión y anima la toma de decisiones personales. El líder verdadero consigue que otras personas aprendan a decidir de forma correcta por sí mismos; les ayuda a creer en lo que hacer, pensar y disfrutar con su propia tarea.

El verdadero líder es el que es capaz de inspirar. Facilita la co-creación. Fomenta la colaboración para obtener una meta que beneficie a todos. Los líderes construyen relaciones de confianza y con significado con sus colaboradores, obteniendo su compromiso y rigor incluso en la ausencia de jerarquía y poder formal.

Para eso, los verdaderos líderes:

• Escuchan activamente.
• Promueven la colaboración y favorecen la creación de un entorno de aprendizaje y mejora continua.
• Reconocen el éxito
• Comparten poder y delegan responsabilidades
• Celebran las victorias
• Generan impulso a través del capital positivo
• Saben canalizar las necesidades de su ego de tal manera que nunca se ponen por delante de los demás.
• Su ambición se vuelca primero y principal en la organización, no en sí mismos.

El verdadero líder sabe dedicar gran parte de su tiempo al papel de docente y de formador de las personas clave; tanto en procesos continuos de formación interna como con planes con la estrategia a largo plazo.

Los verdaderos líderes no buscan fomentar el amiguismo y el intercambio de favores. No buscan el favoritismo. Un verdadero líder es alguien que va más allá de la autoridad formal y ejerce influencia positiva en las personas que lo rodean. No se trata solo de dar órdenes y esperar obediencia, sino de inspirar y motivar a otros a alcanzar su máximo potencial.

Los verdaderos líderes son visionarios, tienen una mentalidad abierta y están dispuestos a asumir riesgos calculados. Son auténticos en su forma de actuar y se comunican de manera efectiva con los demás. Además, son empáticos y comprensivos, y se preocupan por el bienestar y el desarrollo de sus seguidores.

Para crear nuevos y verdaderos líderes, es necesario:

1. Fomentar el crecimiento personal y profesional

Un verdadero líder se preocupa por el crecimiento personal y profesional de aquellos a quienes lidera, buscando activamente oportunidades para desarrollar y fortalecer sus habilidades y capacidades. Al empoderar a otros para que se conviertan en líderes, se crea un entorno en el que el crecimiento y el éxito individual son promovidos y valorados.

2. Construir equipos sólidos

Un líder efectivo se esfuerza por construir equipos sólidos y cohesivos. Al crear nuevos líderes en su equipo, se establece una cultura de liderazgo compartido donde todos los miembros tienen la oportunidad de aportar y liderar en diferentes áreas, fomentando la colaboración y la sinergia dentro del equipo.

3. Impulsar la innovación y la creatividad

Cuando se crean nuevos líderes, se promueve la diversidad de pensamiento y se fomenta la innovación y la creatividad. Cada líder tiene sus propias perspectivas y experiencias únicas, lo que lleva a una mayor variedad de ideas y soluciones. Esto impulsa el crecimiento y la evolución de la organización, ya que se fomenta un ambiente en el que todas las personas se sienten valoradas y alentadas a contribuir con su singularidad.

4. Generar sostenibilidad a largo plazo

El verdadero liderazgo se trata de crear un legado duradero. Al formar y desarrollar nuevos líderes, se asegura la sostenibilidad a largo plazo de la organización. Los líderes no son eternos, pero su influencia y legado pueden perdurar a través de aquellos a quienes han empoderado. Al construir una cultura de liderazgo, se establece una base sólida para el crecimiento continuo y el éxito sostenible.

En conclusión, el verdadero líder crea nuevos líderes. Al enfocarse en la creación de nuevos líderes, se fomenta el crecimiento, la innovación y la sostenibilidad a largo plazo. Un verdadero líder tiene la capacidad de identificar el potencial de liderazgo en los demás, brindar oportunidades de desarrollo, promover la colaboración y el trabajo en equipo, y inspirar a otros a convertirse en líderes. Al hacerlo, se establece un legado duradero y se crea un impacto positivo tanto a nivel individual como organizacional.