Ha nacido un ídolo

Anoche, tras volver del estadio, pensé que si me comprara la camiseta Adidas de esta temporada le pondría Uzuni detrás

Granada CF Villarreal B
Uzuni, en primer plano, celebra junto a sus compañeros uno de los tres goles anotado ante el Villarreal B | Foto: Antonio L. Juárez
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Este verano, al irme una semana de vacaciones y a la hora de preparar la maleta, no me pude resistir a contar las camisetas del Granada CF que guardo en el armario. Desde aquella Elements de principios de los 2000 a la última Nike, y contando las tres que tengo firmadas por las diferentes plantillas, conté 23 modelos diferentes.

Curiosamente, de todas ellas, solo una la tengo serigrafiada. No podía ser con otro nombre que con el de Ighalo, lo más parecido a un ídolo que he tenido en estos más de 20 años. Mientras miraba todas esas espalderas impolutas, me pregunté cómo nacían los ídolos. "Sin duda en el césped". Me autorrespondí en décimas de segundo.

De unas semanas a esta parte, asistía impávido a la bruma albanesa que empezaba a cubrir a la hinchada rojiblanca. Aunque soy consciente que en Los Cármenes siempre se aplaudió más a Joselu que a Adrián Ramos o a Iturra que a El Arabi, no dejaba de asombrarme como calaban Uzuni y sus carreras entre los granadinistas, a pesar de su desacierto de cara a puerta. Pensaba que quizá tendrían mucho que ver las imágenes del delantero con coches de alta gama, hoteles de lujo y helicópteros de colores que me llegaban al móvil. Algo a lo que estarán acostumbrados en Madrid, pero que nos parece totalmente exótico en nuestra querida provincia.

Sin dudarlo Uzuni estaba rozando el 'mitiquismo'. Aún más tras el reportaje que realizó el diario Ideal este domingo, en el que Cejudo dibujó a través de palabras a un tipo hecho a sí mismo capaz de superar toda una retahíla de penurias. Un triunfador. Eso que tanto nos gusta. De todas formas -ciego de mí-, yo seguía pensando que para ser un ídolo aún le faltaba destellar sobre el verde. "Quizá si hubiera lanzado ese penalti, cuyo balón le arrebataron de las manos a finales del mes de mayo...", discurría aún sin recaer en que por delante estaba el partido de ayer y que, conociendo a Myrto, sería puerta grande o enfermería. No cabía otra.

Anoche, tras volver del estadio, pensé que si me comprara la camiseta Adidas de esta temporada (o alguien tuviera a bien regalármela en fecha señalada), le pondría Uzuni detrás.