Así serán las señales de la Zona de Bajas Emisiones en Granada
Un nuevo sistema de señalización cambiará la movilidad urbana por el centro de la capital desde el 1 de abril

Granada se prepara para un cambio importante en su modelo de movilidad con la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), una medida que busca reducir la contaminación en el centro de la ciudad y mejorar la calidad del aire. Para ello, se instalarán 48 señales en 26 puntos de acceso, que advertirán a los conductores sobre las restricciones de circulación y los distintivos ambientales permitidos.
La entrada en vigor de esta nueva normativa responde a la obligación de las ciudades de más de 50.000 habitantes de delimitar áreas con tráfico restringido para los vehículos más contaminantes. Granada, debido a su particular orografía y los altos niveles de contaminación registrados en los últimos años, ha sido una de las ciudades donde más debate ha generado esta medida.
Uno de los aspectos más relevantes de la ZBE es su señalización. Las nuevas señales no solo servirán para informar a los conductores sobre las restricciones, sino que también serán la clave para la aplicación de futuras sanciones y el control del tráfico en la ciudad.
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¿Cómo serán las señales de la ZBE en Granada?
Las señales que indicarán la Zona de Bajas Emisiones en Granada seguirán el modelo homologado por la Dirección General de Tráfico (DGT) para garantizar que sean reconocibles en toda España. Se trata de un diseño estandarizado, con elementos visuales claros que permitan identificar fácilmente la restricción.
Cada señal será circular con un borde rojo, lo que indica prohibición. En el centro aparecerá el símbolo de un coche negro, representando a los vehículos de motor, acompañado de un mensaje claro: "Excepto vehículos autorizados".
Uno de los elementos más importantes de estas señales será la inclusión de los distintivos ambientales permitidos para circular en la ZBE. En la parte inferior, se representarán los cuatro tipos de etiquetas de la DGT: Cero, ECO, C y B. Los conductores deberán comprobar cuál es la categoría de su vehículo para saber si tienen derecho a acceder a la zona restringida.
Además de la señalización vertical, el Ayuntamiento de Granada ha previsto reforzar la información con señalización horizontal en el asfalto y paneles informativos en los accesos principales. También se instalarán avisos en la autovía para que los conductores puedan decidir con antelación si deben desviarse antes de entrar en el centro de la ciudad.
Ubicación de las señales y control del tráfico
Las señales de la ZBE no solo estarán presentes en el interior del casco urbano, sino también en los principales accesos a la ciudad. El objetivo es evitar que los vehículos no autorizados entren por error en la zona restringida y se expongan a sanciones. Para ello, se instalarán 48 señales en 26 puntos estratégicos, tanto en calles principales como en vías secundarias que conducen al centro. Además, se reforzará la señalización en las entradas desde la circunvalación, donde se colocarán carteles informativos para advertir a los conductores antes de que lleguen a la ciudad.
El Ayuntamiento ha previsto la instalación de cámaras de vigilancia en algunos puntos de acceso, con el fin de controlar que los vehículos que entren en la ZBE cumplan con los requisitos exigidos. Estas cámaras registrarán las matrículas y permitirán sancionar automáticamente a los conductores que circulen sin autorización.
Diferencias con la ZBE de otras ciudades
Granada no es la primera ciudad española en implantar una Zona de Bajas Emisiones, pero su modelo tiene ciertas particularidades en comparación con otras capitales que ya han puesto en marcha este sistema.
En Madrid, por ejemplo, la ZBE cubre gran parte de la ciudad y cuenta con controles estrictos mediante cámaras de vigilancia que detectan automáticamente los vehículos que incumplen la normativa. Además, la capital ha implementado paneles informativos en tiempo real, que alertan sobre restricciones adicionales en días de alta contaminación.
Barcelona, por su parte, ha delimitado su ZBE con señalización reforzada y carteles digitales, además de aplicar restricciones a motocicletas y otros vehículos de menor tamaño que en otras ciudades aún pueden circular sin problemas.
Granada, en cambio, ha optado por una normativa más flexible, permitiendo la circulación de vehículos sin distintivo ambiental siempre que estén matriculados en la ciudad. Esta medida ha generado críticas por parte de colectivos ecologistas, que consideran que reducirá la efectividad de la ZBE y no ayudará lo suficiente a mejorar la calidad del aire. Además, de forma temporal, ha añadido nuevas excepciones que facilitarán el acceso al centro a determinados vehículos que no cumplen la normativa ZBE.
Los distintivos ambientales que marcarán la diferencia
Para circular por la ZBE de Granada, los conductores deberán conocer los distintivos ambientales que establece la DGT. Estos clasifican los vehículos en función de su impacto medioambiental y determinarán quién puede acceder a la zona restringida:
- Cero emisiones (azul): Vehículos eléctricos e híbridos enchufables con autonomía mínima de 40 km en modo eléctrico
- ECO (verde y azul): Vehículos híbridos, de gas o con bajas emisiones
- C (verde): Vehículos de gasolina matriculados desde 2006 y diésel desde 2014
- B (amarillo): Vehículos de gasolina desde 2001 y diésel desde 2006
En principio, los coches sin etiqueta no podrán acceder a la ZBE, salvo los que estén matriculados en Granada. Esta excepción ha sido cuestionada por expertos en movilidad, ya que permite que vehículos altamente contaminantes sigan circulando en la ciudad, mientras que coches de otras provincias con las mismas características estarán prohibidos.
El Ayuntamiento ha anunciado que durante los primeros meses de aplicación de la ZBE no se impondrán multas inmediatas, sino que se dará un periodo de adaptación para que los conductores se familiaricen con las nuevas restricciones. Algo que cambiará el 1 de octubre, una vez que la normativa entre en vigor de manera definitiva, las sanciones por circular sin autorización en la ZBE podrán alcanzar los 200 euros. Los controles se realizarán a través de cámaras de vigilancia y agentes de tráfico, que verificarán si los vehículos cumplen con los requisitos establecidos.
Con la implantación de la ZBE, Granada da un paso importante hacia una movilidad más sostenible, aunque con ciertas medidas que han generado controversia. La señalización jugará un papel clave en el proceso, ya que será el principal elemento informativo para los conductores y la base del sistema de control del tráfico.
A pesar de las críticas, el Ayuntamiento mantiene que "la ZBE es una herramienta necesaria para mejorar la calidad del aire en una ciudad donde la contaminación sigue siendo un problema grave". Ahora, la clave estará en ver cómo se desarrolla la implantación de estas señales, si los conductores se adaptan correctamente y si realmente se consigue reducir los niveles de emisiones en el centro urbano.
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